La ciencia hídrica que irriga una pasión

Mientras se decidía por esa carrera universitaria que llenara sus expectativas, Andrea Suárez Serrano ingresó a la Universidad Nacional (UNA), a mediados de los 90 a cursar los Estudios Generales. Paralelamente matriculaba materias de ciencias exactas como matemática, biología y química, con el fin de hallar la disciplina donde se sintiera cómoda para trabajar. Y el día llegó: quería explorar un país amigable con los recursos naturales y el medio ambiente.

Ese ímpetu por contribuir en la consolidación de un país verde motivó a Suárez a cursar la carrera de Biología Tropical en la UNA y tras el cumplimiento del programa de bachillerato vino la licenciatura en recursos naturales, encausada en el área del recurso hídrico. “Me gustaba vincularme con trabajos relacionados con el agua y los bioindicadores de contaminación, lo que me llevó a laborar en el laboratorio de microalgas de la Escuela de Biología de la UNA. Posteriormente, pasé al Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (Iret), donde me dediqué a la evaluación de los ecosistemas acuáticos para promover su protección, en particular la ecotoxicología acuática”, comentó la investigadora.

Con el afán de seguir fluyendo, más allá de nuestras fronteras, optó por estudios doctorales en ecología fundamental y aplicada con énfasis en Ecosistema Acuáticos Continentales, en la Universidad de Barcelona. Su trabajo de tesis lo realizó en la parte baja del Río Ebro y su delta, en Cataluña-España, en el Instituto de Investigación y Tecnologías Agroalimentarias en la Unidad de Ecosistemas acuáticos (IRTA).

Capacidad de ejecución

Dentro de los logros profesionales de Suárez, ya reintegrada a la UNA, destaca la coordinación general y puesta en marcha del Centro de Recursos Hídricos para Centroamérica y el Caribe (Hidrocec) y sus laboratorios, el diseño del plan de estudios en Ingeniería Hidrológica, en la Sede Regional Chorotega de la UNA, así como el impulso y equipamiento de los laboratorios de docencia.

En su historial también destaca el haber dirigido el Centro Mesoamericano de Desarrollo Sostenible del Trópico Seco (Cemede), donde obtuvo logros como la consecución de recursos externos, la vinculación nacional e internacional del Centro, así como en la organización de actividades académicas de investigación y capacitación. Además, Suárez ha sido docente en la Sede Regional Chorotega en la carrera de Ingeniería Hidrológica y en cursos relacionados con el medio ambiente.

En todo este proceso ha enfrentado múltiples retos, pero destaca como los principales aquellos que la llevaron a cumplir sus metas con mucho sacrificio, trabajo, capacitación fuera del país y ausentarse de la familia. Hoy día afronta otros: ser mamá y continuar con una carrera académica, tratando de cumplir las exigencias de la investigación científica, pero sabe que con paciencia y perseverancia las adversidades suelen encausarse.