Estudiantes, docentes y administrativos del Recinto Universitario Rubén Darío se sumaron esta semana a la segunda jornada de donación de sangre que tiene como lema «Una gota de vida desde la UNAN-Managua». La meta para este año es recolectar 9 000 unidades en tres campañas, en las cuales se obtenga 3 000 en cada una.
Para esta campaña, según el Banco de Sangre de Nicaragua, para atender a los donantes se han adoptado las medidas sanitarias orientadas por las autoridades de salud ante la COVID-19, tales como la toma de temperatura y valoración general para identificar cualquier síntoma de gripe, tos o enfermedades crónicas.
«Por la situación del coronavirus algunas personas han olvidado que a diario se requiere de transfusiones de sangre en todos los hospitales», manifestó el joven David Ríos Alvarado, estudiante de la carrera de Trabajo Social.
Para facilitar la donación se han habilitado cinco unidades móviles en las distintos centros de investigación, POLISAL y Facultades tanto en Managua como en las Regionales Multidisciplinarias de Carazo, Estelí, Matagalpa y Chontales.
«La UNAN-Managua tiene como Misión y Visión poner en práctica valores como la solidaridad. Tenemos el compromiso social de apoyar estas iniciativas» refirió el maestro Israel Guevara, Ejecutivo de la Dirección de Extensión Universitaria (DIREX).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada componente de la sangre necesita condiciones diferentes para mantenerse en perfecto estado: los glóbulos rojos tienen una vida útil de 42 días, las plaquetas, de 5 a 7 días, y el plasma, 3 años. Debido a estas diferencias, la donación de sangre es necesaria de manera sistemática. La mayoría de las personas pueden ser donantes, siempre y cuando cumplan con requisitos básicos como oscilar entre las edades de 17 y 65 años, pesar como mínimo 110 libras, gozar de buena salud y tener voluntad de donar.
Para la joven Alicia López Mercado, estudiante de la carrera de Física, por medio de este acto altruista los jóvenes pueden coadyuvar a un cambio de mentalidad solidaria. «En Nicaragua hay niños, adolescentes y adultos con cáncer, quemados y con hemofilia, un simple gesto de nuestra parte puede devolverles la esperanza», afirmó.
En Nicaragua los grupos de sangre más comunes son el O, A, B y AB, cada uno de ellos con sus respectivos reactores, positivo y negativo. El Banco de Sangre se encarga de suministrar a los hospitales las cantidades de sangre necesarias para el tratamiento de enfermedades como la anemia y el cáncer, así como en intervenciones quirúrgicas, trasplantes de órganos, accidentes, hemorragias, personas con traumatismos graves y quemaduras.
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