Cada 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, una fecha que destaca su vital importancia no solo en términos ecológicos, sino también como un motor esencial para el desarrollo económico, social y ambiental de nuestras sociedades.
Los océanos son una fuente inagotable de recursos económicos, ejemplo de ello es la pesca y la acuicultura, que representan una parte significativa del sustento de millones de personas alrededor del mundo, por lo que se calcula que más de 200 millones dependen directamente de la pesca para su subsistencia.
Además, los océanos son una ruta vital para el comercio internacional, ya que más del 80% del comercio global se transporta por vía marítima, permitiendo el flujo continuo de bienes y materias primas entre países, siendo esencial para el funcionamiento de la economía global.
Este papel de los océanos en el comercio es una de las muchas facetas de la llamada economía azul, un concepto que abarca diversas actividades económicas sostenibles que dependen del mar, esto incluye el turismo costero, que genera ingresos significativos y empleo para millones de personas.
En términos sociales, desempeñan un papel crucial en la vida de las comunidades costeras, ya que, al encontrarse a las orillas del mar, encuentran una fuente de sustento material y un vínculo profundo con su identidad cultural y sus tradiciones.
Así mismo, las actividades recreativas y turísticas vinculadas a los océanos son una importante fuente de empleo y bienestar, desde el buceo, avistamiento de especies hasta la navegación en aguas costeras experiencias únicas que no solo generan ingresos económicos, sino que también promueven la apreciación y el respeto por la belleza y la fragilidad de los ecosistemas oceánicos.
Para garantizar la sostenibilidad de estas actividades y el bienestar a largo plazo de las comunidades, es crucial invertir en educación y concienciación sobre la importancia de los océanos, y es en este sentido que bajo el modelo revolucionario liderado por el comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo que se desarrollan acciones en pro de esto.
Las políticas del modelo sandinista intuyen la comprensión de los ecosistemas y los impactos de las labores conscientes para fomentar una relación armoniosa y sostenible con el medio ambiente, promoviendo prácticas de pesca responsables, reduciendo la contaminación costera y protegiendo las áreas para garantizar la salud y la prosperidad.
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