En un evento ceremonial, autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), entregaron el reconocimiento de Doctorado Honoris Causa a la destacada egresada de la carrera de Microbiología y Química Clínica, María Elena Bottazzi y su compañero de investigaciones, el estadounidense Peter Jay Hotez.
La entrega del título honorifico se confirió en reconocimiento a la contribución de la creación de una vacuna contra la COVID-19 libre de patentes; los homenajeados junto a su equipo científico crearon un inmunizante contra la nueva variante SARS-CoV-2, llamada Corbevax, cuya información necesaria para fabricarla está disponible sin ánimo de lucro.
Según Bottazzi, esta es la primera vacuna contra la COVID-19 diseñada para la salud global y fue co-desarrollada junto a Biological E en la India, basada en una tecnología tradicional, llamada proteína recombinante, la cual ha probado su efectividad desde hace décadas, en vacunas como la de la hepatitis B.
Su funcionamiento se basa en utilizar proteínas de un virus suficiente para despertar una respuesta inmune, pero no la enfermedad, requiriendo un proceso de producción más sencillo y barato que otro tipo de inoculantes, como las de ARN mensajero que producen Pfizer o Moderna.
Bottazzi y Hotez venían trabajando en una vacuna desde principios de los años 2000, cuando surgieron las epidemias de MERS y SARS, que también son coronavirus. Como estos virus no derivaron en una pandemia, se perdió interés en ellas, pero ante la llegada del SARS-CoV-2, ambos científicos retomaron sus trabajos, aprovechando el camino que ya habían recorrido.
Por esta invaluable contribución mundial, los dos investigadores fueron nominados al Premio Nobel de la Paz – 2022. “Esta nominación al premio para mi refleja en gran parte mis raíces hondureñas, así que esta nominación es de ustedes”, expresó la también hondureña, codirectora del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas, en Houston, Estados Unidos, María Elena Bottazzi.
Durante su discurso, la doctora Bottazzi manifestó que su equipo de trabajo en los últimos 20 años, ha seguido una filosofía de liderazgo con valores que permiten a la ciencia construir soluciones globales y alcanzar la paz y el bien de la población mundial.
“En el Centro para el Desarrollo de Vacunas en Texas, lideramos y avanzamos el desarrollo de vacunas contra enfermedades infecciosas emergentes y tropicales y las cuales están relacionadas con la pobreza”, manifestó la doctora.
Añadió: “Usamos un modelo basado en alianzas globales transparentes y con responsabilidad compartida. Transferimos nuestros conocimientos y vacunas con una filosofía que garantiza la ciencia abierta, la eliminación de barreras, como la protección de la propiedad intelectual, y con comunicaciones transparentes, para ayudar a incentivar, construir y fortalecer la capacidad para el desarrollo de vacunas a nivel local y con naciones extranjeras”.
La también decana asociada de la Escuela Nacional de Medicina Tropical de Texas, consideró que la transformación de Honduras dependerá de mujeres, “mujeres liderando, mujeres reforzando los núcleos familiares, mujeres creando alianzas”.
“Permítanme compartir con ustedes algunos de mis aprendizajes como mujer hondureña, y estimular, animar, y empoderar a las nuevas generaciones a tener una voz más activa y recordarles que “sí se puede”. Para mí la fórmula del éxito requiere de al menos cuatro componentes esenciales: coraje, curiosidad, colaboración y comunidad”, expresó.
Por su parte, el doctor Jay Hotez comentó que, “hasta el día de hoy, más de 35 millones de niños de la India han recibido Corbevax, utilizando la tecnología de vacunas que desarrollamos en el Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas y luego se transfirió sin patente a un productor de vacunas de India, así como a productores de países bajos y medianos ingresos en Indonesia, Bangladés y ahora Botswana”.
“Me gusta decir que nosotros fabricamos las vacunas que las compañías farmacéuticas no pueden o no quieren producir porque hay poco retorno financiero para las vacunas que podrían encontrar uso solo entre las personas que viven en la pobreza extrema”, agregó Hotez.
"Los dos profesionales galardonados llevan más de 20 años haciendo aportes a la ciencia que benefician a millones de seres humanos" destacó en su discurso el rector de la Máxima Casa de Estudios Francisco J. Herrera Alvarado.
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