UNAH juramenta comisión para la conmemoración del Bicentenario de la Independencia
Comisión Universitaria

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Francisco Herrera Alvarado, juramentó a la Comisión Universitaria para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Honduras (Cubiceh).

La Cubiceh se constituye como un espacio académico y dialéctico trans, multi e interdisciplinario, cuyo fin primordial es promover el ejercicio crítico de la memoria colectiva de Honduras de los últimos 200 años, planteando un programa de desarrollo de temáticas, así como diversas actividades que permitan recuperar en la medida de lo posible la ritualidad cívica del país y su impulso sacralizador, desde la comunidad universitaria y con un pensamiento regional como ha sido el espíritu de los fundadores del Estado nacional hondureño.

Entre sus competencias diseñará, implementará y difundirá  todo lo relacionado con la celebración académica del Bicentenario como proceso histórico y como reflexión nacional y regional hacia el futuro. Su concepción como un espacio académico y pluralista cumple a cabalidad con la razón de ser de la UNAH como universo representativo y legítimo de la sociedad hondureña.

Para lograr tales fines, la Comisión realizará el mapeo institucional de todos los recursos académicos y económicos de la Máxima Casa de Estudios e instituciones del Estado y cooperantes nacionales e internacionales que puedan servir de insumo para la conmemoración del Bicentenario de Independencia.

Asimismo diseñará un programa conmemorativo del Bicentenario basado en el rescate y difusión de la memoria histórica y el patrimonio material e inmaterial nacional, así como un replanteamiento de los imaginarios simbólicos que componen el alma de la nación hondureña.

 Comités

 

Lo descrito anteriormente y todo lo estipulado en el Acuerdo Rectoral recayó en el Comité Académico integrado por los ilustres académicos Jorge Alberto Amaya, Rolando Sierra Fonseca, Rosa Mélida Velásquez, Rolando Canizales, Anarella Vélez Osejo, José Carlos Cardona, Lidia Suyapa Cálix, Evaristo López Rojas, René Pauck, Omar Lisandro Turcios, Natalie Roque Sandoval y Carmen Julia Fajardo.

Este comité académico será apoyado por el Comité Ejecutivo liderado por la Rectoría junto con la Vicerrectoría de Relaciones Internacionales; la Vicerrectoría de Orientación y Asuntos Estudiantiles; Dirección de Posgrados, Dirección de Cultura; Dirección Ejecutiva de Gestión de Tecnología, Dirección de Investigación Científica; Dirección de Vinculación Universidad-Sociedad; Editorial Universitaria; la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales; Facultad de Ciencias Sociales, Facultad de Humanidades y Artes y el Departamento de Historia, no obstante, todas las carreras y comunidad universitaria estarán en todo.

Como representante de la comisión, el doctor Jorge Amaya compartió un texto titulado “La efeméride del Bicentenario en contexto de pandemia”, y aseguró que la comisión pondrá todo su empeño para salir de la adversidad que actualmente se vive por la crisis sanitaria y poder festejar a la patria con todos los honores.

Asimismo, señaló que “el Bicentenario de Independencia es un momento crucial para todas aquellas naciones que han vivido una relación de dependencia colonial y que han logrado desligarse de dicha condición, manteniéndose independientes durante estos siglos”.

Por su parte, el historiador José Carlos Cardona indicó que Honduras ha sido un país fundamental para entender la historia de América Latina por las relaciones dialécticas que se establecieron desde el inicio con potencias como Inglaterra y Estados Unidos, así como también por la expansión del capitalismo a lo largo de los últimos 200 años.

 Discurso íntegro del rector Herrera Alvarado

 

Todos nosotros somos parte de la institución más antigua del Estado de Honduras. La actual Universidad Nacional Autónoma de Honduras ha sido una testigo en primera fila de los principales procesos y acontecimientos históricos del país. Como bien menciona Mario Posas en su libro “Hitos históricos de la UNAH”, la Universidad ha servido como un espacio simbólico de interacción de las coyunturas sociales que han forjado continuidades y cambios en el rumbo del país. Dicho de otra forma, la Universidad ha sido un relato de registro del pasado nacional.

Decir eso es significativo, porque como ustedes saben mejor que nadie, la historia de este país se podría escribir en una lágrima, como dijo el más importante pensador hondureño del siglo XX, Rafael Heliodoro Valle. El camino hacia el futuro siempre ha estado lleno de tropiezos y dificultades en este país. En medio de esos procesos convulsos, ha habido importantes procesos que hoy nos han permitido llegar hasta aquí. Desde el legado de los padres fundadores Dionisio de Herrera, Álvaro Contreras, Francisco Morazán, Josefa Lastiri, José Cecilio del Valle y José Trinidad Cabañas, pasando por el de Juan Lindo, José Trinidad Reyes y los innumerables presidentes que tuvimos en la convulsa etapa después de la Federación Centroamericana (de la que fuimos el último país en salir y a la cual intentamos varias veces volver), se puede decir que siempre ha habido esas pausas en las que el país sacó lo mejor de sí y construyó pequeños puentes hacia el siguiente salto adelante.

Esto lo supo muy bien Marco Aurelio Soto, que tomó el testigo del legado liberal de Morazán. Lo supo muy bien Vicente Mejía Colindres, tal vez el más lector de los presidentes del siglo XX. Lo supieron las feministas y sufragistas que consiguieron el derecho a hacer valer su voto a mediados de 1950 y lo supieron los organizadores de la huelga más importante de nuestra historia, en 1954. Lo supo Villeda Morales, que modernizó a un país oscurecido por tanta dictadura cariísta y lo supieron los gobiernos democráticos constitucionales que hemos tenido desde 1982.

Poco a poco, este país se fue construyendo e imaginando como una gran comunidad, desde la costa de los mosquitos en el cabo de Gracias a Dios hasta el cerro de Montecristo en Ocotepeque; desde la punta de Castilla donde se inició el encuentro con los europeos, hasta la bahía de Fonseca, una de las más bellas del mundo. El ser hondureño, aunque tiene raíces precolombinas y coloniales, es una construcción liberal a camino en dos siglos y una identidad con rasgos tomados de las realidades locales e históricas compartidas entre quienes hayan nacido en esta tierra. Lo sé yo, que nací y me crié en el convulso siglo XX, que viví personalmente la transformación de un país rural y bananero, poscolonial, en una república liberal capitalista y con esfuerzos por convertirse en democracia. Lo saben ustedes, que todos los días luchan en las aulas por formar a las generaciones futuras.

Todas y todos los que estamos aquí somos partícipes de ese pasado que no termina de construirse. Y si la Historia sirve para algo, la memoria es la que le da vida, como dice Pierre Nora. Así que hoy nos encontramos ante el desafío de construir una conmemoración que sea inolvidable, con las adversidades que tenemos en el presente y con una realidad dura, pero que, como en otras épocas, también saca lo mejor de nosotros.

 

 Queridos compañeros, profesores y estudiantes, hoy me honro en juramentarles como Comisión Universitaria para la Conmemoración del Bicentenario Hondureño (Cubiceh), que tendrá la responsabilidad de dejar, para las generaciones futuras, un registro reflexivo y crítico de estos dos siglos que pasan este 2021.