Raúl Figueroa, docente-investigador de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), es el Premio Nacional de Ciencia 2024, galardón otorgado por el presidente de la República a través de los Despachos de Educación, con el cual se honra la trayectoria científica de los hondureños cuyos trabajos en el ámbito de la ciencia tengan trascendencia nacional e internacional.

El nombre del Premio Nacional de Ciencia se lleva en honor del abogado, investigador, político, filósofo y periodista hondureño José Cecilio del Valle. En los últimos años se les ha otorgado a destacados profesionales investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, como Marco Tulio Medina (1996), Santiago Ruiz (2018), Jorge Alberto Amaya (2023) y Figueroa en el 2024.

Al ser originario de Danlí, El Paraíso, cursó su secundaria en el Instituto Departamental de Oriente (IDO), estudió magisterio en la Normal Mixta Pedro Nufio. Es esposo y padre de dos niñas y de Adrián Ernesto Figueroa de 21 años, familia a la cual está entregado y que por ello viaja de manera rutinaria de Danlí a Tegucigalpa.

Figueroa, quien es también uno de los siete directores de la Junta de Dirección Universitaria, máximo órgano administrativo de la UNAH, y tiene entre otras funciones elegir a las autoridades universitarias, incluido al rector; dijo que viene de una familia luchadora donde el papel de su madre, Adriana Soriano, fue un bastión importante en su formación y la de sus dos hermanos, inculcando que el estudio era la única alternativa de superación.

El galardonado de este año posee una licenciatura en la Escuela Internacional de Cultura Física y Deportes de La Habana, Cuba, luego cursó una maestría en el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño, también de Cuba, y un doctorado en la Universidad de Ciencias de la Cultura Física Manuel Fajardo, de ese mismo país.

Es autor de 8 libros, los cuales se han editado en diferentes países de Latinoamérica y España, los cuales se encuentran disponibles en Amazon, ha publicado más de 100 artículos científicos en varias revistas indexadas internacionales, mismos que tienen importante número de citaciones.

“Hemos indagado en varias líneas sobre cultura física y salud, en la disciplina de voleibol, en la actualidad coordino el Grupo de Investigación de Enfermedades Crónicas no transmisibles y Ejercicio Físico de UNAH Campus El Paraíso, esto nos ha dado un sinfín de publicaciones, transfiriendo conocimiento”, dijo el académico.

 Reconoció que como investigador no está solo, sino que forma parte de un grupo integrado por médicos, enfermeras, administrativos, profesores de cultura física, psicólogos, entre otros profesionales investigadores.

Figueroa, quien recibió la noticia cuando estaba en capacitación institucional en España, dijo que al recibir la notificación tuvo un lapsus emocional muy fuerte, “lo primero que hice fue agradecer a Dios, a mi familia, a las autoridades de la JDU y al rector Odir Fernández”.

“El rector Fernández ha sido un eslabón muy importante porque fue él quien me motivó a ingresar los documentos para optar al premio, y al final se logró, por lo que este reconocimiento es para la Máxima Casa de Estudios”, detalló.

Concluyó que este importante galardón se lo dedica a su madre, a su familia, a sus universidades de Cuba, a la UNAH, al pueblo hondureño y cubano, pues ambos han contribuido en su formación como profesional e investigador.