Proponen cooperación entre agencias de acreditación para impulsar aseguramiento de la calidad

Expertos de diferentes países coincidieron este martes en la necesidad de crear estrategias de colaboración entre las agencias nacionales de acreditación, con miras a la promoción de pedagogías transformadoras en conjunto y una mejor gestión en el proceso de aseguramiento interno de la calidad y reconocimiento de títulos universitarios en Iberoamérica.

Durante su participación en el curso Aseguramiento de la calidad y reconocimiento de estudios universitarios y de educación superior en el contexto de América Latina, Caribe y la Unión Europea, organizado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Acreditación (ANECA), en colaboración con el Gobierno de España y el Ministerio de Universidades, los académicos resaltaron los avances existentes y las lecciones aprendidas que pueden servir de base para un avance simultáneo en las universidades que están incursionando en esta materia.

Al respecto, la presidenta del Consejo Centroamericano de Acreditación (CCA), Ivy Lou Green, indicó que dicho organismo regional desde el 2017 está acompañando a las universidades de la región en un trabajo de colaboración con ANECA y los sistemas de aseguramiento interno de la calidad.

“Estoy convencida de que con estos sistemas internos de aseguramiento de la calidad creamos un camino donde podemos incidir con los temas curriculares y para asegurar de verdad la formación del estudiante para que genere el verdadero impacto social que requiere la educación”, expresó.

Aseguramiento de la calidad

En el marco del encuentro, desarrollado del 5 al 7 de septiembre en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, España, los organizadores del mismo indicaron que los Sistemas de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior son un elemento clave para facilitar el reconocimiento de períodos de estudio y títulos, así como para la movilidad de las personas.

En ese sentido enfatizaron en que existen elementos comparables entre países, fácilmente identificables, que permiten generar confianza en las universidades y los centros de educación superior y por tanto, en la sociedad, por lo que el siguiente paso a dar por una institución, cuando su sistema de aseguramiento interno está suficientemente maduro, es la acreditación institucional, esencial para su crecimiento en su entorno.

Al respecto, la académica hondureña detalló que en 1962 fue suscrito en Centroamérica un convenio que asume que los títulos universitarios análogos otorgados por las universidades centroamericanas tienen el mismo valor académico y profesional, sin embargo no aborda el problema de la evaluación y acreditación de la calidad ni de la armonización académica regional de la formación universitaria recibida, sino que se centra el la legalidad del documento y la identidad y nacionalidad del portador.

En consecuencia, dijo, el 19 de julio de 1974 se suscribió en la Ciudad de México un acuerdo regional de convalidación de estudios, títulos y diplomas de educación superior en América Latina y el Caribe, actualizado en julio de 2019, luego de la creación de la CCA en 1995.

Adicionalmente, detalló que en la mayoría de países son las universidades públicas las que deciden sobre el reconocimiento de grados y títulos universitarios extranjeros.

En el caso de Guatemala, es la Universidad de San Carlos (USAC); en Honduras, el Consejo de Educación Superior (CES), presidido por la UNAH; en Nicaragua, el Consejo Nacional de Universidades (CNU); en Costa Rica, el Consejo Nacional de Rectores (Conare), y en Panamá, al igual que en El Salvador, Belice y República Dominicana, el Ministerio de Educación.

Entre las prácticas de armonización académica y aseguramiento de la calidad de la formación universitaria, Green resaltó tanto la experiencia TUNING-AL, como el Marco de Cualificaciones para la Educación Superior Centroamericana (MCESCA).

La primera permitió trabajar puntos claves del diseño curricular de las carreras, entre ellos lo relacionado con el perfil de egreso, créditos académicos y volumen de trabajo del estudiante para alcanzar las competencias metodologías de enseñanza, aprendizaje y evaluación, mientras el MCESCA está enfocado en los perfiles de egreso, créditos académicos y duración de las carreras, estableciendo una progresión en los resultados de aprendizaje según el nivel académico al que corresponde.

Las recomendaciones, mientras tanto, se centraron en fortalecer el Sistema Iberoamericano de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (SIAC), estudiar los modelos de evaluación y acreditación de la calidad de la educación superior para conocer su verdadero impacto en la calidad de la formación universitaria y apoyar a las instituciones y agencias para que se fortalezcan en las buenas prácticas y el aseguramiento interno de calidad; desarrollar experiencias de armonización académica que permitan ir consensuando criterios y directrices de calidad que deben cumplir las carreras, elaborar una nomenclatura común de grados, títulos para la educación superior y crear espacios para compartir buenas prácticas y desarrollar trabajos colaborativos para que agencias e instituciones puedan desarrollarse en la cultura de calidad.

Asimismo, comprometer a los estados en su responsabilidad con la calidad de la educación superior, para que puedan concretar las políticas de aseguramiento de calidad en los países donde aún no funciona una agencia nacional de evaluación y acreditación y apoyar la creación y consolidación del espacio latinoamericano de educación superior.