El Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS) ha organizado recientemente el foro conversatorio “Somos Voz: violencia homicida contra estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras período 2013-2022”, asimismo durante el evento se presentó un boletín especial referente a esta temática. Dicho documento arrojó que en ese período de tiempo se han registrado 107 estudiantes de la Alma Mater que fueron víctimas de violencia homicida, así lo confirmó Migdonia Ayestas, titular del Observatorio de la Violencia.
Los campus que más presentaron víctimas fueron: Ciudad Universitaria, UNAH Campus Cortés y UNAH Campus Atlántida, también registraron muertes por homicidio UNAH Campus Choluteca, UNAH Campus Olancho, UNAH Campus Copán, UNAH Campus Yoro y UNAH Campus El Paraíso.
La mayoría de estos casos permanece en la impunidad, reflejando la falta de acceso a la justicia, señaló la decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Carmen Julia Fajardo: “Los datos de este informe nos interpelan como institución, como sociedad y como personas comprometidas con la construcción de paz en Honduras, porque la mayoría de los casos de homicidio perpetrados permanecen en la impunidad, sumiendo a las familias en una situación de extrema vulnerabilidad”, dijo la funcionaria.
Las autoridades universitarias señalaron que estos datos han sido generados de manera rigurosa y verificable, y enfatizaron en la necesidad de darle visibilidad y generar estrategias para prevenir el flagelo.
El evento también incluyó una muestra de expresiones artísticas desarrolladas en el marco de la campaña Somos Voz, una iniciativa que pretende poner el foco de atención en la problemática que afecta a la comunidad universitaria. Asimismo, la referida campaña es el resultado del trabajo de los estudiantes del programa de educación para la paz Jóvenes Voluntari@s Universitari@s para la Paz, informó Esteban Ramos Muslera, coordinador del Área de Paz del IUDPAS.
Los actores participantes del evento enfatizaron la importancia de impulsar transformaciones estructurales que garanticen el derecho a la vida, la educación y la justicia para las y los jóvenes de Honduras, así como lo fundamental de exigir justicia para las víctimas, la generación de políticas públicas y espacios de diálogo que atiendan las causas de la violencia.
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