En el marco del IV Encuentro Nacional de Educación Superior a Distancia y Virtual, académicos de Colombia y México reflexionaron sobre los escenarios de la inteligencia artificial en el ámbito de la educación superior y sus implicaciones, así como el rol de las universidades.
El doctor Francisco Cervantes, de la Universidad Rosario Castellanos de México, experto en ciencias de la computación y de la información, aclaró que la inteligencia artificial no surgió con el chat GPT, data desde aproximadamente 75 años, y el reto mayor de los actores de la universidad es aprender a usarla.
“Debemos trabajar para ir integrando la inteligencia artificial a nuestras actividades dentro del papel que jugamos en nuestra universidad, utilizando cómputos para el bien común, es decir, que los sistemas informáticos que se diseñen deben tener un compromiso ético y de respeto al medio ambiente y bienestar de las personas”, indicó.
Para el experto, el uso de la inteligencia artificial debe ser apropiado y recomendó que sea utilizado en dos situaciones: cuando la actividad que se busca desarrollar no se pueda llevar a cabo sin el uso de las tecnologías, por ejemplo, cuando se atienden grupos grandes de estudiantes, o cuando lo que se practica puede hacerse mejor con el uso de la tecnología.
“Cuidémonos de utilizar inteligencia artificial por moda, porque no es una moda, es una tendencia de muchos años que ha alcanzado niveles de madurez que pueden generar grandes beneficios para la educación, no la usemos para todo, solo para lo que le agregue valor”, sugirió Cervantes.
Sistemas de tutorías inteligentes
Un ejemplo que brindó el experto para enriquecer la educación con tecnologías digitales fue la creación de sistemas computacionales utilizando técnicas y herramientas de cómputo inteligente con un enfoque para el bien común, para apoyar a los docentes en la atención de algunos aspectos educativos con los estudiantes.
“Estos sistemas pueden apoyar procesos metacognitivos, utilizando el potencial adaptativo de sus algoritmos para impulsar al estudiante a mejorar la manera en que realizan sus procesos de planeación, monitoreo y autoevaluación de los avances en su aprendizaje, ayudando al estudiante a identificar qué estrategias de aprendizaje utilizar y cuándo utilizarlas”, comentó.
Profundizó en que una forma para ayudar a que el estudiante se haga responsable de su trayectoria de aprendizaje en el contexto de la inteligencia artificial es el autoconocimiento,
“que se conozca a sí mismo, y este proceso de autoconocimiento le permitirá a él hacer la planeación de sus trayectorias de aprendizaje”, aseguró Cervantes.
Finalmente, advirtió sobre la importancia de cuidar que la integración de las tecnologías no genere discriminación entre los estudiantes, y para ello es necesario que cada institución educativa, de acuerdo con su contexto, diseñe sus propias estrategias, procurando no acentuar las brechas digitales.
Costos, ética y pensamiento crítico
Por su parte, Darío José Delgado, experto en gestión y desarrollo tecnológico de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia de Colombia, hizo hincapié en los aspectos éticos asociados al uso de la tecnología, y en ese sentido, considera vital fomentar nuevas habilidades para los estudiantes.
“Deben aprender a tener juicios de valor y criterios para identificar las posibles salidas en falso que van a llegar a tener las inteligencias artificiales”, por lo que, insistió en que los docentes deben promover en los alumnos un pensamiento, ético, crítico y responsable, ya que recordó que la inteligencia artificial funciona por datos, y los datos muchas veces tienen sesgos.
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