La irreparable pérdida de la académica Rutilia Calderón, irrumpió esta mañana de domingo, la comunidad universitaria, todas sus unidades académicas y autoridades lamentaban la partida de una de sus hijas más ilustres.
La doctora Rutilia Calderón Padilla nació en el barrio Concepción de Comayagüela, el Municipio del Distrito Central, madre de cinco hijos: Alejandro, María José, Gerardo, María Fernanda y Gabriel Figueroa. Doctora en Medicina y Cirugía, con Maestría en Epidemiología, con un doctorado en Ciencias Sociales con Orientación del Desarrollo Humano Sostenible; docente de la UNAH desde el 1982, ocupó el cargo de rectora interina, vicerrectora académica, entre otros altos cargos en la Máxima Casa de Estudios.
En la administración pública fungió como secretaria en los despachos de Educación y a nivel internacional fue asesora de la Organización Mundial de la Salud OMS/OPS en Venezuela y Antillas Holandesas.
El primero en lamentar su deceso fue el doctor Francisco J. Herrera Alvarado, rector de la UNAH, quien por medio de su cuenta de Twitter externó su tristeza “con profundo pesar y tristeza, lamentamos informar el fallecimiento de la destacada académica Rutilia Calderón Padilla”.
Reconoció sus contribuciones invaluables como profesional y su dedicación incansable por la Máxima Casa de Estudios “ha dejado una huella imborrable en nuestra institución y en la vida académica de Honduras.
“Estamos seguros que su legado será recordado con gratitud y servirá de inspiración para alcanzar los estándares de excelencia que ella representaba”, concluyó Herrera Alvarado.
Con similar sentimiento, el vicerrector Marco Tulio Medina, calificó el deceso de Calderón como una enorme pérdida para la UNAH, el país, su familia y sus amigos “ella dejó un enorme legado”, resumió.
El auditorio Alma Máter fue el espacio donde la UNAH honró el legado de Calderón, sus máximas autoridades y su familia resaltaron su vida y legado.
“En cada una de sus obras deja impregnado su amor, dejó la universidad -se jubiló- pero nunca se desligó de ella, siempre la encontrábamos aquí, su trajinar diario era la educación, la preocupación por el país; tanto en el desarrollo físico como en los académicos de la Reforma Universitaria tienen el sello de la doctora Calderón, fue mi mentora y sigue siendo mi ejemplo”, remarcó la vicerrectora académica Belinda Flores de Mendoza. Resaltó también la sencillez, la humildad y el poco afán por lo material de la doctora Rutilia Calderón.
Su hijo Alejandro Figueroa Calderón manifestó que la UNAH representaba para su madre, su segunda casa, su pasión total era para la Máxima Casa de Estudios, se jubiló, pero nunca dejó los proyectos académicos, “nunca se le olvidó la parte humana en cada trabajo, en esa parte humana es donde encontramos su sencillez, su humildad, su amor por la vida y por su familia; en la casa dejaba de ser la eminencia y se convertía en mi mamá; el mundo es un mejor lugar gracias a su contribución”.
“Fueron 35 años los que mi hermana le dedicó a la UNAH, gracias señor rector y autoridades por permitir que mi hermana sea despedida de esta su casa; después que se jubiló estuvo dos años dedicada ad honorem en una propuesta de Mejora de la Educación Superior del país, sepan que ella siempre tuvo a la Universidad en su corazón”, dijo su hermano Lizandro Calderón.
En homenaje póstume, el rector Herrera Alvarado dijo que es un día difícil porque se está despidiendo de una hermana, una amiga maravillosa, su sonrisa estoy seguro quedó por ahí, era una cristiana impresionante, devota de manera increíble, era el origen de su fuerza, era entregada a la ciencia, pero ponía en primer lugar su fe, perdimos una hondureña irremplazable -entre lágrimas- aseguró que “Ruti”, como él le decía, “siempre estará con nosotros… Ruti…” frase que no logró concluir.
A su homenaje Póstume se hicieron presentes las máximas autoridades de la UNAH, miembros de la comunidad universitaria (docentes y trabajadores), familiares y amigos de la ilustre Rutilia Calderón. Los presentes pidieron a las autoridades nombrar el Año Académico 2024 “Rutilia Calderón Padilla”.
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