Honduras cerró el primer semestre de 2022 con alrededor de 23 homicidios múltiples y un saldo superior a las 80 víctimas mortales, en su mayoría hombres menores de 30 años; un incremento de 15% en comparación con el 2021, según las cifras más recientes del Observatorio Nacional de la Violencia (ONV).

 De acuerdo con los datos proporcionados por este ente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), los departamentos de Yoro, Cortés, Colón, Atlántida, Francisco Morazán y Olancho son los de mayor incidencia, y el arma de fuego es el principal instrumento de muerte.

 A estos hechos criminales se suman los perpetrados esta semana en Ilama, Santa Bárbara, y en Puerto Cortés, donde perdieron la vida siete personas y otras que se encontraban en la escena resultaron gravemente heridas.

 Adicionalmente se registran cerca de 2,000 homicidios entre los cuales figuran 149 mujeres, más un total de 19,552 denuncias de violencia doméstica y 30,944 denuncias de maltrato familiar al Sistema Nacional de Emergencia (911), lo que posiciona a la población femenina como uno de los grupos poblacionales más vulnerables.

 En este contexto y ante los altos índices de impunidad, diferentes organizaciones feministas y organismos defensores de los derechos han mostrado su preocupación y exigido la efectiva aplicación de medidas conducentes a evitar toda forma de discriminación en contra de las mujeres y niñas y el establecimiento de las condiciones necesarias que les permitan el desarrollo pleno como personas, así como la realización y cumplimiento de los principios de igualdad y equidad.

 A esta cifra que para julio ya aumentó, también se le deberá sumar el reciente homicidio múltiple de esta madrugada (14 de julio) donde perdieron la vida cuatro jóvenes, entre ellos, el hijo del ex presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa y el sobrino político del general Romeo Vásquez Velásquez.