El aseguramiento de la formación práctica de estudiantes de ingeniería agronomía y de la licenciatura en medicina veterinaria de la sede universitaria de la UNA en Camoapa se realizó con resultados positivos para el acercamiento al entorno laboral mediante las prácticas preprofesionales y profesionales en fincas, empresas, cooperativas, instituciones del estado y negocios privados. “Del total de 72 estudiantes en práctica; 22 de ellos fortalecieron los centros de prácticas de la sede. Además de fortalecer los centros de prácticas y las unidades productivas; también brindaron asistencia técnica a productores del entorno y en el caso de los estudiantes de medicina veterinaria realizaron clínicas campales brindando atención medica veterinaria gratuita”, informó el ingeniero Luis Malueños, director de esta sede regional.
Malueños informó que en los últimos dos años se ha decidido trabajar en las unidades productivas de la universidad y ubicar a los estudiantes en distintas instituciones con las cuales se tienen vínculos de trabajo para fortalecer el componente práctico de los universitarios, como respuesta de prevención ante la COVID-19. “Esto permite que los estudiantes desarrollen los conocimientos que han adquirido en los módulos que reciben en el aula de clases y en las áreas productivas, pero al mismo tiempo las fortalecen cuando aplican esos conocimientos en las comunidades aledañas” asegura.
En la Granja Avícola Santa Lucia, una empresa relativamente joven que produce 115 cajillas de huevos diarios (equivalente a 3 mil 450 huevos), con un lote de producción de 4 mil 552 gallinas, encontramos realizando sus prácticas a Norlan Sánchez Castillo y a Alexandra Morales, ambos estudiantes de quinto y cuarto año de Medicina Veterinaria respectivamente. “Iniciamos el día alimentando a las gallinas, recogiendo la producción de huevos, luego colocamos los huevos en las cajillas y posteriormente realizamos limpieza general del espacio donde se encuentran las aves” comparte Morales.
La granja posee dos tipos de razas de gallinas; Lohmann Brown e Isa Brown. “Son dos razas que fenotípicamente tienen gran similitud, pero la Isa Brown produce un huevo de mayor peso y es más resistente a las condiciones climáticas, ambientes y a las enfermedades” asegura Sánchez. “Los estudiantes también han conocido sobre el sistema de bioseguridad para ingresar a la granja, el espacio en donde se encuentran las gallinas, el funcionamiento y manejo de las aves, el control de la producción y selección de huevos por tamaño” enumeró Dervin García Arroliga, jefe de producción la granja.
A 10 kilómetros del casco urbano de la ciudad de Camoapa, se ubica la Comunidad Villa Reconciliación, donde estudiantes junto a docentes realizaron una clínica campal veterinaria, brindándole asistencia médica gratuita a dueños de animales de compañía y de producción. “Los vitaminamos, desparasitamos, les aplicamos minerales, brindamos tratamientos especiales a animales que presentan algunas patologías o signos de enfermedades” refiere el maestro Robell Masis, docente de la sede regional y coordinador de investigación, extensión y posgrado. En la clínica campal también se realizó esterilización y ultrasonografía.
Fueron más de seis horas de atención medica veterinaria que se brindó en esta clínica campal, contando con la participación de 16 estudiantes de los años superiores de medicina veterinaria y el acompañamiento de cinco docentes especialistas. Se atendiendo más de 250 animales entre bovinos, porcinos, equinos, aves domésticas y canes. “Esta es una actividad que se ejecuta a través de los fondos de extensión y producción de la sede. Este servicio es parte de la proyección social de la universidad con la comunidad. La comunidad confía en nuestro trabajo, confía en las destrezas y habilidades de nuestros estudiantes y docentes”, enfatizó Masis.
“Atendieron a 54 animales entre cerdos, vacas y caballo. Los vitaminaron y desparasitaron. Una cerda que estaba enferma le aplicaron medicamento. Con esta clínica campal estamos aprovechando los benéficos y servicios que la universidad trae a la comunidad” dijo doña Aleyda Duarte Díaz.
En la Cooperativa Masiguito se ubicaron a dos estudiantes de medicina veterinaria de la sede regional y a un estudiante de agroindustria de los alimentos de la sede central Managua. “Tenemos más de 10 años de recibir a estudiantes de la sede regional y de la central. Una de las políticas que ha establecido la junta directiva es brindar apertura a los estudiantes porque ellos son el futuro de la fuerza laboral de esta cooperativa y del país. Son jóvenes trabajadores y que se adaptan con facilidad al equipo técnico” refiere Robin Flores, gerente de producción.
Masiguito es una de las principales cooperativas acopiadoras de leche en Camoapa. En temporada alta reciben 130 mil litros de leche que son utilizados para la producción de queso criollo, crema dulce, quesillo, leche pasteurizada y su especialidad el queso morolique. “Para que estos productos tengan calidad de exportación y consumo nacional, realizamos pruebas de sedimentación y de agua en la leche, evaluándola por grados que van de 0 a 3. Con los resultados obtenidos elaboramos circulares que son enviadas a los productores que obtienen resultados negativos en su leche” dice Rafael García, estudiante de cuarto año de medicina veterinaria.
Los estudiantes también visitan las fincas de los productores, realizan inseminación artificial y palpaciones en bovinos. “En el caso del estudiante de agroindustria de los alimentos; él está presente en la elaboración del queso, conoce sobre el manejo de los equipos de pasteurización, registro y manejo de las buenas prácticas y los sistemas de limpieza y desinfección”, enumera Flores.
AGROVETSA: la casa del finquero, ubicada en el caso urbano de Camoapa, es uno de los muchos negocios privados que reciben, desde su primer año de establecimiento en el mercado, a estudiantes de medicina veterinaria para que realicen sus prácticas de familiarización con el entorno laboral y pre profesionales. “Porque son jóvenes responsables, brindan un buen servicio de atención al cliente y se esfuerzan por obtener nuevos conocimientos o reforzar los que ya tienen” dice Claudia Flores Marenco, regente y administradora de la agroveterinaria.
Este año; dos jóvenes estudiantes de medicina veterinaria fueron ubicados aquí. “Ellos han logrado identificar y reconocer los productos principio, saben cómo brindar una excelente atención al cliente, conocen la ubicación de los productos, revisan el vencimiento de los mismos, hacen inventarios, atienden mascotas, brindan recomendaciones y realizan exámenes andrológicos en toros en el campo” comparte Flores.
En la quinta Los Girasoles, del señor Donald Morales, encontramos a un grupo de estudiantes de ingeniería agronómica trabajando en el estableciendo un sistema forestal compacto con variedades de plantas forestales como genizaro, roble, brasil, cedro real, caoba y pochote. “Estamos en una etapa de diversificación de fincas. Estamos dividiendo esta quinta en diversas áreas; de cultivo, áreas dedicadas para el pastoreo de animales, área para estabula y otra para pasto de corte” refiere Morales.
El trabajo realizado en Los Girasoles, ubicada a 9 kilómetros del casco urbano de Camoapa, en la comunidad las trincheras, “aportará a la producción dióxido de carbono y a reducir el impacto del cambio climático en la zona” asegura Lorenzo Jirón, estudiante de cuarto año de ingeniería agronómica. Jirón también realizó práctica de injerto, conservación de suelo, aforo de árboles y medición de carbono.
Todos los estudiantes coinciden que las prácticas de familiarización con el entorno laboral y preprofesionales son muy importantes porque les permiten el contacto real con las actividades propias del perfil de sus carreras, además que adquieren nuevos conocimientos y logran desarrollar sus habilidades.
“Sinceramente he aprendido bastante. Mi familia no tiene finca entonces he aprendido mucho sobre lo que es especies mayores, me he quitado el miedo de trabajar con las especies mayores y me siento más cómoda". Yuri Estrada Bodán, estudiante de tercer año de medicina veterinaria.
“Conocemos más en temas de cirujas, atención veterinaria y recetar fármacos. Aprendemos a convivir en el campo con los productores”. Ronin Arróliga Suarez, estudiante de cuarto año de medicina veterinaria.
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