Eran las 4 de la mañana, de un día y mes de invierno del año 2007, aún no rayaba el sol en el horizonte y había mucha neblina en el pueblo, y don Saul Moraga, se disponía a dirigirse a lomo de caballo a su pequeña finca ganadera en una comunidad del municipio Muelle de los Bueyes; y en ese momento su pequeña hija Seidilitz, le pidió que la llevara a ordeñar y beber la leche caliente con pinolillo al pie de la vaca.
El pidió el consentimiento de doña Heidy, su madre, y ella admitió: “si de todas tus hijas, ella es la única que quiere acompañarte, ¿por qué le vas a quitar el interés?”, le replicó su esposa.
Su padre a regañadientes la llevó, pero al mismo tiempo presintió lo que siempre había soñado, que una de sus hijas siguiera sus pasos, pues ninguna de sus tres hijas hasta el momento quería saber lo que es convivir con el lodo y menos aún despertarse a esa hora, que es la más placentera en el descanso.
Ese episodio, marcó a Seidilitz Moraga Jaime para toda su vida, y desde ese momento guardó en su corazón, la pasión por la que nada ni nadie le impediría estudiar una carrera relacionada con la producción de alimentos y ayudar a su padre y a los demás productores a elevar sus índices productivos.
Hasta sus 21 años, Seidilitz ha mantenido la excelencia académica desde primaria hasta sus pasos por la Universidad Nacional Agraria, y quien está a un paso de recibir su título de Ingeniera Agrícola.
“Desde pequeña estaba decidida a estudiar una carrera relacionada con el agro, porque yo me relacionaba con todo lo de la finca, ya que mis dos hermanas estudiaron psicología y administración turística y hotelera y amo esta carrera y nunca me arrepentiré de haberla estudiado”, reafirma una vez más Seidilitz.
Doña Heidy Jaime, directora del colegio Nuestra Señora de Fátima en Muelle de los Bueyes, con 40 años de ser maestra, ha sido la que la ha motivado a ser siempre la mejor; sin perder la humildad y servir a los demás.
“No te olvides nunca de tu origen y si Dios te ha dado la inteligencia, debes de saber que es para llevar alegría y esperanza al prójimo”, le recordó su progenitora.
Fue su madre también la que le recomendó estudiar en la UNA: “Es la mejor universidad que hay en el país para lo que quieres estudiar”, me lo dijo con mucha seguridad mi mamá, expresa Seidilitz.
A su paso por nuestra alma mater, esta joven esforzada, ha apoyado a sus docente como Alumna Ayudante en los Módulo de Propiedad y Clasificación de Suelo, Conservación de Suelo y Agua, Topografía y Diseño de Sistemas de Drenaje, y ha obtenido la beca servicio en el Laboratorio de Suelos y Aguas, donde apoyó en el inventario físico y en la preparación de muestras de suelo que traen los productores para sus respectivos análisis físicos y químicos.
“Siento que la UNA me ha abierto las puertas desde que vine a estudiar con mi beca interna y de excelencia académica, esta es mi segunda familia y mis docentes siempre me han brindado sus conocimientos y amistad, y quiero continuar preparándome con una maestría en suelos”, comparte Seidilitz, quien es un Orgullo Agrario y desfilará por el salón principal del Olof Palme este 15 de noviembre para recibir su título de Ingeniera Agrícola.
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