“Al recibir esta cálida bienvenida nos sentimos como en familia por tantos gestos de cariño de esta comunidad universitaria a la que reconocemos todos los avances y empeño para seguir forjando profesionales para el desarrollo del sector agropecuario y ambiental de nuestro país”, destacó la maestra Ramona Rodríguez Pérez, rectora de la UNAN Managua y presidente del CNU.
Con la comprobación del quorum por parte del licenciado Roberto Flores Díaz, secretario del Consejo Nacional de Universidades (CNU), arrancó la sesión número 15 de este órgano rector de la educación superior en Nicaragua y que se realizó en la sala Carolina López de la Universidad Nacional Agraria (UNA). El ingeniero Alberto Sediles Jaén, rector de la Centenaria del Agro al dar la bienvenida a las autoridades universitarias nicaragüenses, expresó la gratitud de la comunidad universitaria por estar sesionando en este campus y por conocer parte de la historia y el quehacer de la UNA.
“La Agraria nace en 1917 con la Escuela Nacional de Agricultura (ENA), posteriormente como Escuela Nacional de Agricultura y Ganadería (ENAG), luego adscritos a la UNAN Managua como Facultad de Ciencias Agropecuarias, posterior como Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias y finalmente en 1990, con la Ley de Autonomía nos convertimos en Universidad Nacional Agraria (UNA), organizada en cuatro facultades, una sede central, dos sedes regionales y un centro de extensión universitaria en Diriamba, Carazo, en donde desarrollamos cursos y actividades de capacitación para agricultores”, reseñó Sediles.
Durante la presentación del quehacer universitario de la UNA se destacaron los nuevos proyectos de la institución para acercar la universidad a las comunidades mediante la creación de más universidades en el campo, esta vez en San Francisco Libre y en Titit Kanu en territorio Rama; la primera experiencia fue en El Ayote. De acuerdo a datos presentados por el rector, la UNA tiene 338 estudiantes caribeños en su mayor parte del Sur, que representan el 8% de la matrícula de 4,500 estudiantes.
“En el Caribe norte hemos realizado algunas incursiones en investigación y desarrollo sobre un diagnóstico de las capacidades productivas para la seguridad alimentaria en el territorio indígena Wanki maya en la zona de Waspan en Rio Coco arriba y en la región mayagna hemos desarrollado por diez años un proyecto de extensión y desarrollo comunitario en Amak”, añadió Sediles, quien destacó la presencia también en el Caribe Sur donde se desarrollan capacidades productivas y de seguridad alimentaria en el territorio Rama mediante la participación en tres comunidades en alianza con la Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador, expresó Sediles.
Para finalizar la visita, las autoridades realizaron un recorrido por el museo de la memoria colectiva de la comunidad Amak, ubicado en el Departamento de Extensión Cultural de la UNA. Este museo es producto de diez años de estudios y documentación sobre la cosmovisión y cultura ancestral del pueblo mayangna localizado en el núcleo de la Resera de Biosfera de Bosawas.
También disfrutaron de la puesta en escena por primera vez de la obra Titinki Sukia, concepto escénico inspirado en un personaje real, una abuela que aún vive y que es considerada entre las médicas tradicionales con el mayor rango del conocimiento espiritual ejerciendo conocimientos en el territorio Mayangna Sauni Bu. “Recientemente estuvimos en una comunidad mayangna y luego de ver la obra es impresionante el trabajo que ha venido realizando la UNA porque nos conecta con la historia y la cosmovisión de nuestra comunidades caribeñas y como CNU hemos siempre puesto en práctica la integración de la costa caribe porque somos una nación pluricultural”, expreso la maestra Rodríguez, al reconocer el rescate de la cultura de los pueblos originarios que realiza la UNA mediante el Departamento de Extensión Cultural.
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