La zona central de nuestro país que abarca los departamentos de Boaco y Chontales es una región altamente ganadera, que demanda de profesionales de las ciencias agrarias para seguir fortaleciendo su desarrollo socioeconómico.
Desde su concepción y nacimiento en 1993, la sede de la UNA en Camoapa, es producto de una demanda social que se originó en alianza con el gobierno local, profesionales de la zona, productores, cooperativas y empresas quienes demandaban la existencia de una sede universitaria, rememora el ingeniero Luis Hernández Malueños, director de la UNA Sede Camoapa.
Uno de los actores claves ha sido el ingeniero Francisco Aragón Marín, presidente de la Cooperativa Masiguito. “Como camoapeño siempre tuve el interés que aquí se fundará una universidad y fue con la Fundación Amigos de la Universidad que surgió la iniciativa partiendo de la premisa de que aquí mismo los jóvenes, hijos de productores y campesinos, regresarán a las fincas de sus padres a poner en práctica lo que aprendieron, lo cual ha sido realmente cierto. Hoy, una gran cantidad de hijos de productores están de nuevo en sus fincas incorporando nuevas tecnologías elevando la productividad de esta región”, afirma satisfecho el presidente de una de las cooperativas de productos lácteos más prósperas y de amplio reconocimiento en Nicaragua.
Para la Universidad Nacional Agraria (UNA), la alianza con empresas privadas e instituciones públicas ha sido crucial a lo largo de estos 25 años de camino y muestra de ello es que cada año, Masiguito abre sus puertas para recibir a estudiantes que realizan sus prácticas pre profesionales, egresados y graduados de las carreras que oferta la sede.
Este año durante un mes estudiantes de tercero, cuarto y quinto año realizaron sus prácticas en Masiguito, en sedes departamentales del IPSA, clínicas veterinarias, cooperativas, INATEC, MEFCCA, farmacias veterinarias, fincas, entre otras.
“Las practicas pre profesionales garantizan que los estudiantes se familiaricen con el entorno laboral y que puedan intercambiar experiencia, conocimientos, desarrollar habilidades y destrezas en las empresas donde brindan sus prácticas”, refiere el director de la sede en Camoapa.
Francisco Martínez, estudiante de quinto año de medicina veterinaria junto a cinco compañeros realizan sus prácticas en la cooperativa Masiguito. “Efectuamos el diagnóstico de la calidad de la leche que suministran los productores, su densidad de grasa y proteína. También hacemos la prueba de filtrado para determinar el grado de pureza”, describió Martínez.
Al igual que estos futuros profesionales, muchos egresados han pasado por Masiguito enriqueciendo sus conocimientos “porque creemos en el potencial de los graduados de la UNA para transformar el sector productivo de Nicaragua”, reconoce Aragón Marín.
Masiguito, uno de los principales empleadores en Camoapa.
En esta cooperativa se fusiona la experiencia con la nueva generación que se abre paso en el entorno laboral. Es así como la mayoría de sus técnicos graduados en la UNA Camoapa ocupan cargos de dirección. El doctor Robín Flores, médico veterinario, graduado de la UNA Camoapa es el gerente de producción desde hace doce años.
Robín debe estar pendiente de que todo el proceso productivo desde que entra la leche hasta que salen en subproductos como el queso, crema y leche pasteurizada, cumplan con todos los controles sanitarios para poder ser exportado hacia Estados Unidos.
“Algo muy importante en esta alianza productiva es que cuando nuestros graduados son contratados por los empleadores se convierten también en nuestros aliados porque contribuyen a la formación de las nuevas generaciones al transmitir sus experiencias a los pasantes,” destacó el ingeniero Luis Hernández.
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