Bajo el mes de concienciación sobre el Autismo, la UNED lleva el mensaje a las familias costarricenses para apoyar con mayor atención a esta población en medio de la emergencia sanitaria
Personas en situación de discapacidad reciben acompañamiento emocional mientras reanudan sus actividades presenciales en el grupo de teatro Rompecabezas
El abordaje bajo la crisis generada por el COVID-19 permitirá a la UNED formular un protocolo de atención para esta población
Con sesiones virtuales semanales y acompañamiento diario mediante dispositivos móviles, el grupo de Teatro Rompecabezas, conformado por personas en situación de discapacidad, se mantiene activo con el apoyo de la UNED, en momentos en que la comunicación y la interrelación con sus pares se vuelven herramientas fundamentales para enfrentar la crisis por el COVID-19.
En cumplimiento a las disposiciones sanitarias emitidas por el Ministerio de Salud, el grupo suspendió sus sesiones de trabajo presencial, pero ante la necesidad de mantenerse en contacto y dar especial atención a esta población, se tomó la decisión de continuar con actividades utilizando el Internet, los dispositivos móviles y computadoras disponibles en las familias.
Este grupo forma parte de un proyecto de investigación-acción desarrollado desde la Escuela de Ciencias de la Educación (ECE) de la UNED, el Grupo de Teatro Rompecabezas y Teatro La Máscara. La agrupación obedece a la investigación denominada Desarrollo de habilidades sociales en jóvenes en situación de discapacidad a través de una experiencia artística: el teatro y la tecnología.
Actualmente, el grupo está conformado por 15 integrantes, algunas de ellas con el Trastorno del Espectro Autista (TEA), además de 13 personas como equipo de apoyo, entre personas voluntarias, profesora y director de teatro y personas investigadoras.
“Uno de los retos que hemos enfrentado en este momento se relaciona con la pandemia, que nos tiene una situación de vigilia en todo el mundo, pues no sabemos cómo estas poblaciones en condición de discapacidad la están manejando y entendiendo, con sus familias, así que implementamos un plan de acompañamiento”, indicó Linda Madriz Bermúdez, directora de la ECE, coordinadora e investigadora principal del proyecto.
La educadora, especialista en educación especial, acotó: “desde el grupo de teatro suspendimos actividades siguiendo al Ministerio de Salud, pero hemos implementado un plan de acompañamiento con sesiones virtuales, que buscan ayudar a estas personas a expresar lo que están sintiendo”.
De esta forma, sostienen además conversaciones por chat y comparten retos, fotografías y sus sentimientos en medio de la crisis generada por el COVID-19. “Nos interesa saber cómo están, cómo se sienten, qué hacen y, paralelamente, se desarrolla la parte investigativa para que esas sesiones les baje los niveles de ansiedad y puedan ser sistematizadas”, agregó.
Estos abordajes permiten al equipo investigador trabajar en un protocolo de atención en momentos de crisis. Estos avances a nivel académico e investigativo cobran vital importancia en este mes, de concienciación del Autismo, ya que algunas de las personas que forman parte del grupo tienen esta condición.
Precisamente, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, emitió a inicios de mes un mensaje con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo (2 de abril), con un llamado a no frenar los derechos de las personas con TEA en medio de la pandemia del coronavirus.
“Debemos asegurarnos de que una interrupción prolongada del ritmo normal de las sociedades, causada por la emergencia sanitaria, no suponga un retroceso de los derechos que con tanto esfuerzo han defendido las personas con autismo y las organizaciones que las representan”, señaló Guterres.
La directora de la Escuela de Ciencias de la Educación de la UNED acotó que el proyecto seguirá insistiendo en la necesidad de abordar a la población con TEA desde sus derechos humanos.
“Este es un grupo de teatro inclusivo, pero que, en primera instancia, nació para responder a las necesidades de personas con TEA, usando el arte como estrategia de mediación pedagógica y darles una oportunidad de desarrollar sus habilidades sociales”, concluyó.
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