El “Tribunal de Conciencia”, del cual forma parte el Instituto de Estudios de Género (IEG) de la UNED, después de analizar la cobertura periodística que brindan los medios de comunicación en temas de femicidio, concluyó con una resolución que fue dada a conocer a toda la población nacional.
Cabe destacar, que el “Tribunal de Conciencia” está integrado por un grupo de organizaciones de mujeres, quienes cuentan con el apoyo de las oficinas de género de las Universidades Públicas y la Fundación Justicia y Género.
Entre los casos que fueron analizados por dicho tribunal, destacan el de Luany Salazar, Eva Morera, Fernanda Sánchez y Raisha Ríos.
Según los familiares de las víctimas asesinadas en el último año en diversas localidades de Costa Rica, denunciaron ante el Tribunal, que el tratamiento de los medios de comunicación en los casos de femicidios les han generado efectos devastadores, debido al tratamiento de la cobertura periodística, la cual calificaron como insensible e incorrecta.
La actividad se realizó mediante una transmisión en vivo, a través de la cuenta de Facebook de la Fundación Justicia y Género, en ese espacio, se pudo conocer los testimonios de los familiares, así como los diagnósticos periciales por parte de profesionales en psicología y género.
Patricia Zamora, madre de Luany Salazar, indicó, que la cobertura inexacta y errada sobre el asesinato de su hija, ha provocado mayor dolor y angustia a cada integrante de su familia, especialmente porque era la hija menor.
“Cada vez que leímos esas notas donde se mancillaba la humanidad de Luany y se daba a entender que era merecedora de su asesinato por haber salido a altas horas de la noche de su casa, generaron profundos sentimientos de culpa, impotencia y nos sentíamos responsables de su muerte”, manifestó Zamora.
Ante esas informaciones imprecisas, “queríamos salir, pelear, gritar que ella no era como decían en los medios; lamentablemente el ser humano es cruel, con solo leer una nota ya están emitiendo criterios y no se ponen a pensar si era verdad o no lo que decían de ella. La prensa escribe con tanta crueldad que no toma en cuenta el dolor de una madre o un hermano”, agregó Zamora.
Por su parte, Andrea Cuenca, psicóloga y funcionaria de la UNED, analizó las secuelas emocionales de esa familia y recordó que el responsable del femicidio es el agresor, no la madre o la familia de la asesinada como se da a entender en el análisis de las notas de prensa. Cuenca llamó la atención porque el tratamiento sensacionalista del femicidio lo que hace es desacreditar a las víctimas al mostrarlas como drogadictas o mujeres de dudosa reputación sin tener ninguna evidencia y lo muestran como si fueran atenuantes del asesinato, destaca el comunicado emitido por el Tribunal de Conciencia.
“La prensa debería estar abocada al análisis de los perfiles de estos femicidas y no en la historia de vida de las asesinadas; esto ayudaría a demostrar que los femicidios son en realidad un problema estructural como sociedad y que son los hombres, independientemente de sus condiciones de vida, el sector social, recursos económicos o su profesión los que están asesinando a las mujeres”, recalcó Cuenca.
Respecto al caso de Eva Morera, su padre Óscar Morera, agradeció la oportunidad que brindó esta iniciativa para compartir los sentimientos de las familias de las mujeres asesinadas al tiempo que reconoció que estas familias “cargan con duelos muy duros de cerrar, ya que la víctima del femicidio no es solo la mujer asesinada, sino todo su entorno familiar y de amistades el cual se ve tocado por el asesinato y deben vivir con el terror y la ausencia por toda su vida”.
“Con frecuencia salen noticias del caso de Eva, sin decir nada nuevo y percibo que es para aprovecharse y usar las fotos de ella y del asesino, y eso hace una romantización del femicidio. Me ha pasado que muchos periodistas hombres me dicen que, cómo era posible que una muchacha tan bonita y estudiante universitaria, anduviera con un hombre tan feo y vendedor de drogas. Eso tiene una génesis en el cuento de La bella y la bestia, evidencia una narrativa simbólica muy poderosa y arraigada a partir cuentos populares que valida el poder masculino”, comentó Óscar Morera.
Por su parte Xavier Sánchez, hermano y tío de Fernanda Sánchez y Raisha Ríos, asesinadas también este año en una zona rural del centro del país, reclamó el desinterés por parte de las autoridades judiciales que no han investigado a profundidad ese asesinato y a la fecha no hay ningún sospechoso.
Xavier también denunció ataques y amenazas a través de las redes sociales por las acciones que ha emprendido con vecinos, familias y amistades de su hermana y sobrina para que su asesinato no quede impune, y exige una cobertura mediática que dé cuenta de forma correcta lo que ocurrió en ese doble femicidio y que se denuncie otros asesinatos de mujeres que ha habido en la zona de Los Santos.
Según el Observatorio Centroamericano de Medios de Comunicación y Género (GEMA), a partir de datos del Poder Judicial, Ministerio Público, Secretaría Técnica de Género y Acceso a la Justicia, “de las 61 muertes de mujeres ocurridas al 26 de octubre de este año, solamente se han registrado 11 casos como femicidio, 9 casos fueron catalogados de asesinatos y 41 están pendientes de ser clasificados, a la espera de informes policiales y periciales o de revisión”.
Recomendaciones de los y las expertas
Ante los relatos de las familias, el “Tribunal de Conciencia”, integrado por las periodistas Yanancy Noguera, Hulda Miranda y Thaís Aguilar, la psicóloga especialista en género Sara Sharrat, las abogadas Alda Facio y Roxana Arroyo, y los abogados Rodrigo Jiménez y Christina Paula, emitió una resolución pública que censura el manejo periodístico que se ha dado históricamente en estos casos y pide al Estado, el Colegio de Periodistas, las cámaras de medios de comunicación y las empresas de comunicación, establecer reglas claras para prevenir, sancionar y erradicar la violencia generada en las formas de comunicar los hechos femicidas.
Alude, además, a las universidades que imparten la carrera de comunicación, a que Transversalicen la perspectiva de género en sus programas curriculares y fortalecer el componente ético en el proceso formativo.
En ese marco se debe:
• Informar de manera respetuosa sobre femicidios, homicidios dolosos y toda forma
de violencia contra las mujeres.
• Respetar la dignidad de la víctima y el dolor de la familia, eliminando la exhibición
de fotografías del cuerpo.
• Eliminar descripciones irrelevantes como abuso de alcohol o drogas, discusiones,
celos o infidelidades, que justifican implícitamente el acto criminal.
• Facilitar información basada únicamente en los hechos sin emitir valoraciones
morales en torno a usos y costumbres de las víctimas.
“Reiteramos, que la violencia contra las mujeres y las niñas deben ser tratadas como un atentado contra los Derechos Humanos y no como un suceso de nota roja”, manifiesta parte de la resolución.
Además, recomienda con carácter de inmediatez elaborar contenidos noticiosos propositivos y respetuosos que contribuyan a consolidar una cultura de la comunicación para la paz en el marco del respeto a los Derechos Humanos de las Mujeres.
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