El Centro Agenda Joven en Derechos y Ciudadanía de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), presentó un informe acerca de la situación educativa de Costa Rica, trabajo que tomó como punto de referencia los objetivos y metas de desarrollo sostenible 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que plantea, garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, a fin de promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida y para todos.
La presentación del informe contó con el apoyo de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación y la Agenda Ciudadana por la Educación de Costa Rica.
“En este informe acerca del estado de la educación en Costa Rica, se atienden los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, que habla sobre educación de calidad, a partir de la identificación de algunas metas. Esperamos que estos resultados de las investigaciones que hoy se presentan, sirva para la toma de decisiones, en un momento tan específico como el que estamos viviendo en toda la región latinoamericana, debido al COVID-19”, manifestó Nora González Chacón, coordinadora del Centro Agenda Joven.
Los temas que se abordaron durante la actividad tienen relación con las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 4 (ODS4) de la ONU, entre ellas, el 4.1; 4.3; 4.5; 4.7 y 4.c respectivamente.
Antes de la pandemia, 54% de los costarricenses no poseía una computadora en sus hogares y un porcentaje similar no poseía conexión a Internet, una condición que afecta directamente al desarrollo académico, destacó el informe.
Respecto a las desigualdades en calidad y acceso a la educación, Bryan Vargas Vargas, investigador del Centro Agenda Joven, indicó que en la actualidad hay un aumento del gasto en los hogares para adecuarse a la virtualidad, y junto a esta realidad, la población ha presentado una disminución de jornadas o pérdidas totales de empleo, lo anterior, debido al COVID-19.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés), 86.9% de niños y niñas de 5 a 6 años de edad asiste a la educación preescolar, mientras que para las edades de 4.3 a 5.3 años solo el 60.7%. Por otra parte, el 8.5% de niños y niñas de hogares pobres y en condiciones de pobreza multidimensional, carecen de servicios de cuido.
En el caso de Costa Rica, el Ministerio de Educación Pública (MEP) informó, que la cobertura educativa a la población en situación de pobreza es insuficiente y sólo alcanza al 6% de dicha población, lo cual representa un reto para el país, denotó Vargas Vargas.
“En este caso, respecto a la educación preescolar tenemos dos indicadores, la primera es el estado de la construcción de los hogares de hábitat y el segundo es hacinamiento de los mismos. Respecto al estado de la construcción, 47% de la población tiene las condiciones óptimas de infraestructura para desarrollar el sistema educativo, y aproximadamente 17% se encuentra en condiciones inaceptables y deficientes, para cumplir con su proceso educativo… Ahora, un 8% de preescolares viven en hogares hacinados, mientras que 11.75% viven en hogares con un estado inaceptable de construcción”, manifestó Vargas Vargas.
En cuanto a la educación primaria, 13.05% de los hogares se encuentran en condiciones inaceptables de la construcción y 8.11% vive en condiciones de hacinamiento. Finalmente, en la educación secundaria, 10.49% tiene una vivienda en condiciones constructivas inaceptables, mientras que 4.45% vive en condiciones de hacinamiento.
“Lo que explicó Bryan tiene que ver más allá de la pandemia, tienen que ver con el acceso y la calidad, y que aun en época del COVID-19, la educación no empieza y no termina sólo con la accesibilidad, y no me refiero únicamente al acceso físico o virtual de la educación, o el acceso a la persona con discapacidad, sino más bien al acceso de condiciones de infraestructura que hay dentro de una casa, las cuales sean óptimas para el desarrollo educativo, ese es un reto importante en este momento”, explicó Nora González Chacón, coordinadora del Centro Agenda Joven.
Por su parte, Raúl García Fernández, investigador del Centro Agenda Joven, se refirió a la meta 4.1 de los ODS de la ONU, que expresa lo siguiente: la meta es que de aquí al 2030 se asegure que todas las niñas y todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad, y producir resultados de aprendizaje pertinentes y efectivos.
“En cuanto al cumplimiento de la meta 4.1, aquí analizaremos el tema de la asistencia y la no finalización de la educación secundaria. En este apartado utilizamos distintas variables de segmentación como el clima educativo del hogar, la situación económica, el sexo y los grupos de ingreso per cápita, respecto al año 2019, y esto es importante porque el objetivo que persigue es dejar de lado esa visión de la meta o promedio nacional, para así focalizarnos en dónde van a estar las diferencias y las desigualdades. Para ello, consideramos que el clima educativo en el hogar y las otras variables que mencioné anteriormente pueden ser un primer acercamiento a la luz de esta temática”, expresó García Fernández.
“En este caso, hablaremos de dos parámetros, el primero es acerca de la población total, de los 12 a los 21 años de edad, para la asistencia, y de los 17 a los 21 años para la finalización de la educación secundaria”, agregó el investigador del Centro Agenda Joven.
Para analizar este escenario, las fuentes consultadas fueron la Encuesta Nacional de Hogares 2019 (ENAHO 2019) y el Departamento de Estadísticas del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Entre los hallazgos encontrados acerca de la asistencia y finalización de la educación secundaria, García Fernández indicó que, en relación a los niveles de clima educativo del hogar y las regiones socioeconómicas, según ENAHO, los hallazgos muestran que las regiones Huetar Caribe y Huetar Norte presentan menor asistencia educativa y que provienen de hogares con clima educativo bajo.
Respecto a la segmentación y principales hallazgos de la brecha digital en hogares con personas estudiantes de educación secundaria, la mayor carencia de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) se encuentra presente en las regiones Huetar Caribe, Huetar Norte y Brunca que, a su vez, presentan climas educativos bajos y medios.
Entre otros temas de la presentación del informe se destacan: la meta 4.3 de los ODS, que habla acerca de asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria. La meta 4.5 de los ODS, que propone para el 2030, la eliminación de las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad. De igual manera se analizaron las metas 4.7 y 4.c.
Cabe destacar, que los trabajos de investigación estuvieron asignados a varios grupos, quienes trabajaron de manera colaborativa y con el apoyo de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación.
En la actualidad, el equipo del Centro Agenda Joven está conformado por: Nora González Chacón (coordinadora), Argentina Artavia Medrano, Anthony García Marín, Bryan Vargas Vargas, Mario Araya Pérez, Fernando Obando Reyes, Roy González Chacón, Juan Antonio Gutiérrez Slon, Raúl García Fernández y Maikol Picado Cortes.
Si desea ver la presentación del informe completo, ingrese al siguiente enlace: Informe sobre el Estado de la Educación en Costa Rica (Informe Luz)
rkcuno@uned.ac.cr
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