En el marco del 80 aniversario de la autonomía universitaria, esta casa de estudios impartió una conferencia para rememorar los acontecimientos históricos que han permitido a la educación superior contribuir al progreso social y cultural del país.
La autonomía universitaria fue un logro de la Revolución de Octubre, que en 1944 permitió a la USAC contar con libertad de cátedra, regirse por la Constitución y sus propias leyes, elegir a sus autoridades, crear nuevas unidades académicas y desarrollar proyectos de beneficio social.
La inauguración del evento estuvo a cargo de la M. A. Patricia Castro, Coordinadora de la Comisión de Autonomía Aniversaria, en representación del Rector M. A. Walter Mazariegos.
La profesional se refirió al aniversario de este triunfo como una oportunidad para evaluar el camino recorrido y los desafíos actuales.
“La autonomía universitaria es un motor para la libertad de pensamiento, investigación, crítica y formación integral de los estudiantes. Esta jornada nos recuerda el esfuerzo de personas visionarias, también nos invita a valorar los principios de libertad y responsabilidad que deben guiar nuestro quehacer”, comentó.
Durante su intervención, instó a la comunidad universitaria a mantener vivo el compromiso social. “En el contexto actual, la educación y el conocimiento son más necesarios que nunca para resolver desafíos. Reafirmamos nuestro compromiso con la educación de calidad y los principios éticos. Sigamos adelante con la certeza de que la autonomía universitaria nos permite soñar, crear y transformar”, concluyó.
La conferencia “Importancia de la autonomía universitaria, a 80 años de su establecimiento” fue impartida por el Dr. Mynor Carrera, quien aportó detalles históricos sobre cómo funcionaba la universidad desde la Colonia hasta el surgimiento de la autonomía universitaria.
“La autonomía universitaria es un pilar de crecimiento para la universidad. 250 años debieron pasar para obtener este logro. Anteriormente la educación superior tenía intervención del Estado, el Ministerio de Educación seleccionaba los temas y programas que se estudiaban”, indicó.
Entre algunos datos destacados, explicó la creación de nuevas facultades por Justo Rufino Barrios, la prohibición de la Huelga de Dolores por Manuel Estrada Cabrera, el cierre de la universidad por José María Orellana en 1924 durante cuatro años y la construcción de la nueva Escuela de Medicina, Odontología, Anfiteatro y Laboratorio (conocida como Paraninfo) por Lázaro Chacón.
Acerca de la época revolucionaria, mencionó la unión de los jóvenes universitarios, magisterio y obreros contra los desmanes de Jorge Ubico y Federico Ponce Vaides.
“La lucha universitaria tuvo sus beneficios, los estudiantes exigieron la autonomía y el triunvirato integrado por Francisco Javier Arana, Jorge Toriello y Jacobo Árbenz la otorgó mediante el Decreto Número 12, que entró en vigencia el 1 de diciembre de 1944”, expuso.
La autonomía universitaria protegió a la institución de las agresiones dictatoriales cometidas por décadas, administrarse a sí misma, tener un presupuesto constitucional, ejercer sus funciones en beneficio de la población y el desarrollo científico.
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