Aire-USAC es un voluntariado independiente, sin fines de lucro, humanitario, conformado por profesores, estudiantes y personal administrativo de distintas unidades académicas de la USAC, que ha generado tres prototipos de asistentes respiratorios, de los cuales dos, tras ser puestos a prueba, se encuentran en proceso de producción masiva, con el fin de ser donados a los hospitales públicos y afrontar la pandemia en el país.
El Ing. Luís Alfredo Tobar comenta que, al analizar el comportamiento de la pandemia en el mundo, se determinó que el mayor problema es la insuficiencia respiratoria aguda. “Entendimos que la demanda de respiradores iba a ser el cuello de botella del precario sistema de salud guatemalteco, como sucedió en Italia, que colapsó ante la alta demanda de ventiladores”, explicó.
El proyecto ha generado 3 prototipos, basados en evidencia científica y retroalimentación del sistema hospitalario nacional. Uno de cánulas nasales de alto flujo (HFNC por sus siglas en inglés) y dos ventiladores tipo ambú presionados mecánicamente (APM).
Estos dos prototipos han pasado pruebas para su producción a mayor escala: el de cánulas nasales de alto flujo, bautizado como F-ITUGS y uno de ambú, bautizado como R-Xela.
Importancia de los respiradores
Según declaró el Ministerio de Salud de Guatemala, el país solo cuenta con un centenar de respiradores para una población de 16 millones. El objetivo de esta iniciativa es atender adecuadamente y de forma inmediata la inminente emergencia que provocará en el país la pandemia del coronavirus.
¿Cómo funciona el F-ITUGS?
Las HFNC o cánulas de O2 a alto flujo son equipos que generan una presión positiva continua vía aérea (CPAP), para ser utilizados como alternativa en los procedimientos de ventilación mecánica no invasiva (VNI). Deben reservarse para pacientes en condiciones estables con fallo respiratorio hipoxémico. Algunas veces pueden ser un paso previo a la ventilación.
“A nuestro prototipo le hicimos dos innovaciones, la primera es un dispositivo para humedecer el oxígeno porque solo es abrasivo para el aparato respiratorio. Al humedecerlo, ayuda al paciente que tiene congestión a licuar la mucosa y expulsarla de forma natural, la segunda innovación es un dispositivo que maneja las expiraciones del paciente; para no dejarlas solas en el ambiente, se conducen a una trampa biocida que mata cualquier germen”, explica Tobar.
Producción a mayor escala
El ensamblaje a mayor escala se realizará en el ITUGS, Palín, Escuintla. Se espera que para el 19 de abril se cuente con 20 unidades de F-ITUGS. Para poder producir más se depende del proceso de adquisición de insumos y de los fondos disponibles.
Se estima que en el mercado hay insumos para llegar a producir un poco más de 500 cánulas F-ITUGS, siempre y cuando se obtengan los recursos y estos insumos sigan disponibles en el mercado. Según explicó el Ing. Alfredo Tobar, sería ideal que cada paciente a tratar pueda tener acceso a uno de estos aparatos para poder salvar su vida.
Financiamiento
El costo de cada F-ITUGS oscila entre Q 1,100.00 y Q 1,300.00, dependiendo de los precios de insumos por los proveedores; esto solo incluye los materiales, ya que el proceso de elaboración se llevará a cabo con el voluntariado.
Por ser una iniciativa de voluntariado independiente, se está financiando con donaciones de particulares y asociaciones, también se espera la contribución de otros sectores.
En un inicio, para lograr avances en los prototipos, se recibieron donaciones en cuentas privadas; sin embargo, se están haciendo las gestiones para que los fondos puedan ser canalizados por una fundación. En los próximos días se estará divulgando la información para recibir donaciones.
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