Tal como fue planificado en diciembre, el sistema de alcantarillado se encuentra funcionando al 100 %. Este complementa la construcción del colector, iniciada en 2019, donde se trabajó a 60 metros de profundidad en un terreno endeble. La labor fue afectada por la pandemia y complicaciones climáticas, por lo que concluyó a finales de 2021.
Como resultado, el cauce total de las aguas pluviales pasa directamente al colector construido. Ello evitará el socavamiento de áreas de la universidad y sitios colindantes.
El asesor de proyectos de ingeniería de la División de Servicios Generales, Ing. Jeffrey Argueta, explicó que el colector cuenta con 1085 metros lineales en profundidades variables, hasta de 60 metros con respecto al nivel natural, en diámetros de 2.75 y 3.00 metros; y 6 pozos de visita. El material utilizado es concreto reforzado, con espesores de paredes de 0.20 y 0.25 metros.
La universidad y las colonias cercanas sufrieron de varios derrumbes ocasionados por la desembocadura del drenaje de aguas pluviales y residuales en el campus central. Por ello se planteó la necesidad de buscar soluciones que estabilizaran las áreas de riesgo.
Con la mejora del sistema de alcantarillado, la USAC resolvió una problemática por la que atravesó más de dos décadas. El colector evitará erosiones y deslizamientos en el campus universitario, especialmente en el parque ecológico Las Ardillas, el cual, después de 10 años de abandono, fue recuperado.
La construcción inicia en la entrada del periférico de la Ciudad Universitaria y concluye en las instalaciones del Centro de Estudios del Mar y Acuicultura (CEMA) y la Granja Experimental.
Según explicó Argueta, el colector fue excavado desde la conexión que inicia en las aguas residuales y pluviales que conectan las zonas 11 y 12, a partir de la 13 calle, hacia el desfogue, que es antes de la planta de tratamiento de la universidad.
La obra no afectará a los demás taludes. “Lo que no queremos es trasladar un problema hacia otro lado. Esto se realizó apropiadamente. No será perjudicial la velocidad o la energía del agua, todo será conducido adecuadamente”.
Argueta comentó que la única solución a la problemática fue planificar una obra hidráulica que permite conducir el caudal del trasvase de la colonia Reformita y de conexiones ilegales que llegaban al parque ecológico e interceptar las descargas pluviales en las áreas circundantes.
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