El consumo de agua en la Ciudad de Guatemala es preocupante
A diario la ciudad usa en promedio 750 000 metros cúbicos de agua. Además, la distribución del vital líquido refleja desigualdad.

¿De dónde proviene el agua que utiliza la Ciudad de Guatemala? ¿Hay suficiente agua? ¿Existe un plan para reutilizarla? ¿Qué uso se le da? ¿Qué zonas consumen más agua? ¿Existe una relación entre las clases sociales y la distribución del agua?

La Ciudad de Guatemala tiene una población de 2 934 841 habitantes, pero, durante el día, por la cercanía de municipios como Villa Nueva y Mixco, puede llegar a albergar un estimado de 5 millones, algo que aumenta considerablemente la necesidad de agua. Se demandan más de 750 000 metros cúbicos de agua al día, el 70 % es abastecida por la Empresa Municipal de Agua (EMPAGUA) y el 30 % es adquirida en empresas privadas.

El 60 % del consumo en la ciudad se satisface con yacimientos de agua subterránea y el
40 %, mediante aguas superficiales provenientes de cuencas externas, esencialmente del río Pixcayá, que cubre más del 50 % del agua superficial que necesita el municipio de Guatemala.

El agua ya es un problema en la ciudad, existen algunos sectores con desabastecimiento, lo que ha generado quejas y protestas de vecinos que se han quedado una semana o más sin el vital líquido. También hay áreas en donde el agua solo cae algunos días o pocas horas, principalmente en las zonas con mayor densidad poblacional y bajos ingresos económicos.

Conversamos sobre el tema con el Ing. Bayron Geovany González, investigador del Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR), que recientemente publicó el estudio “Agua y ciudad: análisis y perspectivas del consumo de agua en el municipio de Guatemala”.

González explica de dónde proviene el 30 % del agua de la ciudad: un 5 % corresponde a la compra realizada a camiones y cisternas, otro 5 % es de agua envasada, un 10 % se origina de pozos privados y un 10 % lo cubre una empresa privada llamada Agua Mariscal, S. A.

Acerca de los datos proporcionados, González comenta: “Estos porcentajes van cambiando porque el crecimiento del municipio es dinámico, cada vez hay más viviendas verticales y esto exige mayor abastecimiento de agua. Los nuevos proyectos urbanos tienen su propio sistema de abastecimiento, principalmente de agua subterránea. El edificio que se vea en el municipio de Guatemala tiene un pozo para abastecerse, puede ser de vivienda, comercial o de trabajo empresarial”.

 

Las cuencas que la ciudad utiliza para abastecerse

El municipio de Guatemala está delimitado hidrológicamente por dos grandes cuencas, la del río Motagua, de la vertiente del Caribe; y la del río María Linda, que drena hacia el océano Pacífico.

El municipio está rodeado por montañas que dividen ambas vertientes en cuencas y subcuencas; una de las principales es la del río Las Vacas, con un área de 235 kilómetros cuadrados; y afluentes del río Motagua, que se dividen en las subcuencas del río Las Vacas, Los Vados y Los Ocotes, llamada Cuenca Norte.

La Cuenca Sur es dividida por la subcuenca del río Villalobos, delimitada hasta donde desemboca al Lago de Amatitlán, y constituye un área de la parte alta de la cuenca del río María Linda.

 

 
¿La ciudad podría quedarse sin agua?

En el municipio de Guatemala se centralizan las actividades económicas más importantes del país, además, la capital concentra los servicios gubernamentales y financieros, al igual que centros de industria y comercio, los cuales demandan una gran cantidad de agua para su funcionamiento.

La forma de consumir el agua es riesgosa y en un futuro próximo podría faltar, según expone Bayron González. “Cada vez se reducen más los caudales y las fuentes subterráneas, el último estudio hidrogeológico que se realizó en el país fue en 1979 y la profundidad de los pozos estaba alrededor de los 300 pies, ahora hablamos de pozos con una profundidad de 1200 a 1500 pies, un indicador de la sobreexplotación de este recurso”, añade.

González detalla que cada vez hay menos agua para satisfacer las necesidades de la ciudad. Por ejemplo, en el caso del agua superficial, parte del caudal de Pixcayá, que llega a la planta de tratamiento de EMPAGUA, proviene de Chimaltenango, en donde hay bastante contaminación porque se vierten aguas negras y se usan tintes para actividades de maquila, además, este recurso es empleado para la agricultura. Esa agua ya no puede ser tratada por la cantidad de químicos que contiene y la problemática aumenta los costos de purificación.

Actualmente las cuencas de las que se surte la Ciudad de Guatemala son amenazadas por una serie de problemas sociales, económicos y ambientales, principalmente por el desfogue de todas las aguas residuales de la actividad humana, económica e industrial.

Las aguas desechadas en los drenajes de la Ciudad de Guatemala regresan a los ríos sin someterlas a ningún tratamiento que permita su reutilización. Los dos grandes receptores de todas las descargas del municipio y el área metropolitana son el río Las Vacas, al cual llega el 62 % de las aguas residuales; y el río Villalobos, el 38 %. Por su alto grado de contaminación, estas aguas dejan de ser aptas para el consumo humano.

Por otro lado, se encuentran las industrias de agua potable, las cuales también se abastecen de las aguas subterráneas de la ciudad. Esta actividad va en aumento por la falta de tratamiento del agua, la cual ha provocado que las personas se acostumbren a pagar un servicio y también adquieran agua purificada, situación que incrementa los costos del consumo. Una de las empresas es Agua Pura Salvavidas, la fábrica está ubicada en la zona 2 y pertenece a la familia Castillo; esta produce la Cerveza Gallo y otras bebidas.

También se observa un alto consumo de agua en las zonas 12, 2 y 11 (donde se ubica la fábrica de Coca-Cola y la empresa de agua privada Mariscal, S. A.) para uso industrial y comercial.

En cuanto al agua en los domicilios, las zonas 21, 12, 7 y 18 presentan mayor escasez y más demanda por la densidad poblacional. Estos datos exponen un rasgo de desigualdad en la distribución del líquido vinculada a la diferencia de clases sociales e intereses comerciales.

 

1820: la ciudad mejora su sistema de acueductos y tubería.

1890: se introduce la tubería de hierro fundido de color gris y el hierro galvanizado, esto redujo el número de tuberías de barro cocido.

1980: se crean sistemas de financiamiento para ejecutar las obras de conexión, por medio de las ventas de pajas de agua o fracciones.

1926: la compañía J. Chite Engineering Co. estudió la introducción de los caudales de El Mariscal y el ingeniero guatemalteco León Yela, los del río Teocinte, estas introducciones se concentraron en 1930 y 1938 respectivamente.

1927: inicia operaciones la Compañía de Agua El Mariscal, Sociedad Anónima, primera empresa privada de distribución de agua potable del país.

1941: se origina el acuerdo por medio del cual se crea el Título de Agua Municipal, que otorga el derecho a 2000 litros de agua por día.

1949: se ordena la instalación del sistema de medición de agua potable.

1959: se bombea el Manantial Ojo de Agua e inician las actividades de perforación de pozos.

1968: se construye el Acueducto Nacional Xayá-Pixcayá, conclui-do a inicios de los años 70.

1971: se crea EMPAGUA, encargada de dotar de agua potable y alcantarillado a los habitantes de la ciudad. Empezó a funcionar en 1973.

 

Según la ONU (2018), los grandes desafíos del agua a nivel mundial son:

2.1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura.

4.5 billones de personas carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura.

340 000 niños menores de cinco años mueren cada año por enfermedades diarreicas.

La escasez de agua afecta a 4 de cada 10 personas.

El 90 % de los desastres naturales están relacionados con el agua.

El 80 % de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas.

Alrededor de dos tercios de los ríos transfronterizos del mundo no tienen un marco de gestión cooperativa.

La agricultura representa el 70 % de la extracción mundial de agua.

Aproximadamente el 75 % de todas las extracciones de agua industrial se utilizan para la producción de energía.