El brote de la enfermedad COVID-19 ha generado temor y ansiedad porque nuestra vida cambió de forma repentina y sus consecuencias se observan en diversos ámbitos. Sin embargo, será necesario atravesar por un proceso de adaptación a esta nueva situación para mitigar sus efectos.
Circunstancias como el confinamiento prolongado, el miedo a infectarse, la frustración, el aburrimiento, la falta de alimentos, consulta de información inadecuada, pérdidas económicas, entre otras afectan el ánimo y pueden tener como resultado la depresión, ansiedad, violencia intrafamiliar, consumo de alcohol o nicotina.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado los problemas de estrés y ansiedad como una epidemia mundial, debido a su incidencia cada vez mayor en la salud. El estilo de vida que estamos llevando no parece ser el más adecuado y puede contribuir a que nuestro cuerpo se convierta en un monstruo que nos devora, citó la OMS.
Para comprender mejor el tema de salud mental y mantener el equilibrio emocional, hablamos con el M. A. Mynor Lemus, director de la Escuela de Psicología de la Universidad de San Carlos de Guatemala, quien explicó cómo manejar los efectos emocionales que está provocando la pandemia.
¿Qué hacer para sobrellevar esta crisis?
Nadie estaba preparado para vivir una situación como esta, lo que más se genera es incertidumbre, ya que no se tiene claro qué acciones tomar y eso confunde desde todos los puntos de vista.
Sin embargo, nosotros tenemos un aparato emocional que nos permite adaptarnos; este es el primero que se activa para poder ajustarse a cualquier situación. Las emociones frecuentemente nos sirven para adaptarnos a lo que cada uno este viviendo; en este caso, si siente incertidumbre o si se siente amenazado, como consecuencia, aparece el miedo, que es una emoción, y se caracteriza por permanecer solo unos días, no es para siempre, se da mientras todo el cuerpo y la mente se adaptan a lo que están viviendo.
Cuando uno esté adaptado vienen otros tipos de acciones. En este momento estamos en un aspecto muy emocional, que nos está permitiendo adaptarnos. Primero, lo que estamos viviendo es la incertidumbre de no saber qué pasará, cuál es la realidad y todos estamos reaccionando emocionalmente. Lo importante es saber distinguir qué emociones se están teniendo para que, a partir de estas, el cuerpo se adapte de mejor forma.
¿Cuál es la mejor manera de cuidar la salud mental?
Es un concepto muy amplio, la salud mental es la sensación de bienestar que todos tenemos. Hay tres grandes esferas que nos preparan como seres humanos:
- Esfera biológica: tiene que ver con la salud, con cómo se encuentra el aparato biológico, hay que evaluar cómo está durmiendo, si padece de diabetes, hipertensión u otras situaciones que afectan la salud mental.
- Esfera social: es relativa a la familia, amigos y grupos a los que se pertenece, relaciones laborales, compañeros de estudio. Esta es muy importante porque da equilibrio.
- 3. Esfera ética espiritual: aquí entran los valores, principios religiosos, si los tiene, y principios morales.
Cuando las tres esferas están equilibradas, eso se conoce como salud mental. En este momento las tres están siendo afectadas, si las personas no están durmiendo bien, tienen mucha angustia o se sienten amenazadas, lo primero que se genera es ansiedad, la cual se puede manifestar en tres momentos: 1. agresividad ante mayor estrés, 2. pasividad, lo cual puede llevar a caer en depresión y 3. la capacidad que tienen muchos de poder manejarla.
La demanda es quedarse en casa, pero no solo de manera física, sino desde el punto de vista emocional y espiritual. Hay muchas personas que están acostumbradas a ir a diferentes lugares para regular la ansiedad, ahora no tienen esa movilidad y están en casa con muchas dinámicas complejas, a esto hay que sumarle las noticias y todo el entorno. Los niveles de ansiedad están muy altos, aquí es donde hay que ser creativos para evitar que las emociones dominen.
Por los niveles de ansiedad que hay, ¿puede haber crecido la violencia intrafamiliar?
Las relaciones interpersonales y de pareja son muy complejas, en este momento son una prueba de fuego si los niveles de convivencia son reales. Se podían mantener ciertas relaciones de pareja con la dinámica social tradicional, trabajar 8 o 10 horas y verse por las noches, pero ahora tienen que convivir las 24 horas y si hay hijos la dinámica es totalmente diferente. Los niveles de ansiedad pueden elevarse y detonan conflictos personales.
Con tantas emociones que está teniendo el ser humano, ¿qué recomendaciones podría dar?
El ser humano es creativo por naturaleza, se adapta; no hay organismo vivo con más capacidad de adaptación que el mismo ser humano. Tenemos que confiar en la capacidad de adaptación, un ejemplo son las personas que han sufrido grandes experiencias existenciales y salieron adelante.
Vamos a salir de esta pandemia, la capacidad de adaptación es innata, debemos confiar en ella. Emocionalmente, estamos afectados y es normal porque enfrentamos una situación desconocida.
¿Cómo identificar las emociones en padecimientos como insomnio, falta de apetito, angustia, dolor de cabeza, entre otros?
El manejo de la ansiedad se va a manifestar con esas características. Ante la incertidumbre, van a generarse algunos síntomas, lo importante es que la persona pueda reconocer que está sucediendo algo.
Recordemos que la mente tuvo un cambio radical de un día a otro y está en una fase de adaptación. La mente humana así es, se adapta a casi cualquier cosa.
Hay algo muy importante que se llama reconceptualización o recodificación, los guatemaltecos estamos en ese proceso de reconfigurarnos, de retomar objetivos, cambiar sobre la marcha e irnos adaptando a lo que está pasando y lo que pueda venir.
¿Cómo recobrar la calma?
No hacer nada que no le guste o no quiera hacer, hay personas que las obligan a leer, hacer ejercicio, pero no les gusta o no tienen el hábito. No hay que hacer nada que no se desee, pero dentro de esta dinámica, hay que buscar lo que les gusta o les proporcione calma y les permita regularse para seguir cultivándolo.
A nivel fisiológico, cuidarse; comer sano, mantenerse hidratado, establecer rutinas, mantener los horarios de comida y generar jornadas personales. También es importante hacer actividades en familia, manejar los tiempos de ocio de manera productiva, ver televisión, usar internet y jugar.
Llevar una vida saludable, equilibrar las emociones y autoadministrarse es necesario. Esa misma estructura va a lograr llevar de mejor manera todo esto que está pasando a nivel mundial. Es un buen momento para poner orden en algunos aspectos de la vida, resolver problemas personales, de familia o amigos para mantener el equilibrio.
Llamado a los gobiernos para que inviertan en salud mental
En mayo António Guterres, noveno secretario general de las Naciones Unidas, en su Informe de Políticas sobre la COVID-19 y la Salud Mental, expresó que el virus no solo ataca la salud física, también aumenta el sufrimiento psicológico.
La aflicción se produce por la pérdida de seres queridos, la conmoción causada por la pérdida del empleo, el aislamiento y las restricciones de circulación, las dificultades de la dinámica familiar, la incertidumbre y el miedo al futuro.
“Los servicios de salud mental son parte esencial en todas las respuestas de los gobiernos a la COVID-19. Insto a los gobiernos, sociedad civil, autoridades sanitarias y otras entidades a que se reúnan urgentemente para abordar la dimensión de salud mental de esta pandemia”, indicó.
Algunos consejos
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