En el año de 1958, durante la realización del IV Congreso de la Organización Mundial de Periodistas (OIP), llevado a cabo en Bucarest (Rumania), se acordó establecer el 8 de septiembre como “Día Internacional del Periodista”, en honor y conmemoración al fallecimiento de Julius Fucik.
Cabe resaltar que la Organización Mundial de Periodistas (OIP), se formó en el año 1946 durante un congreso realizado en Copenhague (Dinamarca), a través de lo que fue la fusión de la entonces Federación Internacional de Periodistas y la Federación Internacional de Periodistas de los Países Aliados y libres.
Luego del IV Congreso de Bucarest, cada 8 de septiembre en muchos paises del mundo se celebra el “Día Internacional del Periodista”. Pero esta importante fecha no es casual, ya que tiene su referencia y como antecedente, se conmemora a razón de recordar la figura de Julius Fucik, un jóven y destacado periodista ucraniano, que fue apresado y ejecutado en Berlín en el año de 1943 a manos del régimen de los Nazis.
Datos biográficos señalan que Julius Fucik, además de ser un apegado estudioso de la filosofía, fue un destacado escritor de artículos teatrales, literarios, de reportajes sociales y culturales que en su época fueron publicados en el periódico Rude Pravo y la revista Tvorba. Es decir, en sus primeros momentos de juventud apuntaba a ser un prometedor corresponsal de la época.
Su trabajo más conocido fue “Reportaje a pie de horca”, que fue un interesante material que se desveló dos años después de su muerte en 1945, luego de una minuciosa labor de sacar (hoja por hoja), sus escritos de la cárcel donde vivió sus últimos años.Con este escrito, Fucik se convirtió en el autor de una obra que ha servido como un canto a la labor de periodísmo y su arma de doble filo: el optimismo y la denuncia.
El reportaje dejado por este joven ucraniano, como herencia histórica, logró tener un impacto y relevancia internacional, que fue incluso traducido a más de 80 idiomas. Permitiéndole recibir un homenaje póstumo y ser condecorado Premio Internacional de la Paz en el año 1950.
Es importante señalar que en distintas épocas de la historia mundial, se han desarrollado diversos conflictos armados, como las guerras devastadoras, guerrillas, invasiones militares, convulsiones o confrontaciones sociales, fenómenos climáticos, científicos y un gran sinnúmero de eventos o acontecimientos que han sido registrados, captados y difundidos por estos especialistas del periodísmo.
La fecha en mención va dedicada a reflexionar y para resaltar la importante labor de entrega y sacrificio de estos profesionales que en su labor cotidiana, objetiva y profesional han buscado siempre la verdad, y defienden como principio innegociable la libertad de expresión e información. Por lo que recordar en estas líneas a Julius Fucik, es recordar en la actualidad muchos de esos periodistas realmente objetivos, honestos, alternativos, altamente profesionales en su labor; en muchas partes del planeta, los cuales siguen siendo objeto de ataques, de encarcelamientos y hasta de secuestros o asesinatos por ejercer objetivamente esta profesión.
Sin embargo, aunque cueste decirlo, en el mundo de esta profesión, también hay aquellos que violando los principios morales y de la ética (los menos), cual mercenarios y mercaderes, se prestan para hacer el show mediático o ser correas de transmisión de gobiernos y multinacionales mediáticas, en el sentido de promover la disitorsión, la mentira o desvirtuación informativa de los hechos, sucesos y acontecimientos que se dan en esta sociedad mundial, actualmente compleja. Promoviendo con sus actuaciones una mala imágen y mala reputación de esta importante profesión.
Al margen que cada país tiene definida una fecha para celebrar el “Día del Periodista”, como el caso de Panamá que el 13 de noviembre de cada año. Fecha, que se fijó en honor al periodista Gaspar Octavio Hernández, quien murió un 13 de noviembre de 1918, y que es dedicada a homenajear la labor periodística y para recordar a los periodistas caídos en el ejercicio de su labor.
En el “Día Internacional del Periodista”, se reconoce en un contexto histórico-reflexivo, ya que en el ejercicio de su profesión en muchos de los periodistas sus vidas han sido truncadas a razón de su lucha en busca de la verdad. En uno de los últimos estudios e informe publicado para el 2005, por Reporteros Sin Fronteras, la cifra considerada se elevaba a más de 110 asesinados mientras ejercían su profesión. A estos números también había que sumarle los periodistas encarcelados o secuestrados en el mundo que hasta ese año eran más de 50. Por supuesto que pasado ya 5 años de aquel informe, las cifras en ambos escenarios han aumentado.
Panamá, cuenta con especialistas del periodísmo realmente objetivo y profesional, varios de estos egresados de la Universidad de Panamá; con una importante responsabilidad y dedicación que trasciende fronteras, y que de hecho se circunscriben en el ideario y escenario del periodísmo internacional y alternativo, a la hora de describir los hechos y acontecimientos, sean estos; políticos, sociales, económicos, bélicos, culturales, religiosos, científicos, deportivos, tecnólogicos, ecoambientales, etc., que ocurren en muchas partes del planeta. Sin embargo también hay quienes son objeto de críticas, por su falta a la ética y sus principios en el desarrollo de su “labor periodística”.
Desde este espacio y para finalizar, creo que la ocasión merece recordar y valorar en primer lugar, el esfuerzo de todos esos destacados profesionales del periodísmo panameño que al paso de su trayectoria profesional han dejado un importante legado en nuestra história patria. Asi como también es valido expresar nuestro reconocimiento a los que en la actualidad en medio de las condiciones críticas y adversas a razón de la actual pandémia mundial; identificados con el legado de Julius Ficik, de Gaspar Octavio Hernández y muchos otros; desafiando las tentaciones subjetivas del poder político, mediático y económico; dignamente cumplen esa labor de informar por todos los medios posible, todo lo que ocurre en el país, en toda América Latina y en el resto del mundo.
Comentarios