Trabajo Infantil En Panamá, Una Problemática Que Va En Aumento

El número de niños, niño y adolescente que venden artículos en los semáforos en diversas locaciones del país y trabajando en el sector agropecuario, ha tenido un incremento significativo y preocupante, más si tomamos en cuenta que se realizan esta actividad en horas regulares de clases.


Recordemos que el Artículo 408 del Código de Familia de la República de Panamá, dice que se considera un menor en situación de riesgo social cuando: no asista a la escuela, o cuando se emplee en ocupaciones que puedan considerarse peligrosas o perjudiciales a la salud, la moral o contrarias a las buenas costumbres.


A su vez en el Artículo 508, menciona que se entiende por menor trabajado en condiciones no autorizadas por la Ley, al menor de catorce (14) años de edad en cualquier caso de condición laboral; y a quien, siendo menor de dieciocho (18) años de edad, desempeñe actividades laborales expresamente prohibidas por la Ley.


“Trabajo infantil”, es una expresión que se utiliza para referirse al grupo de diversos empleos en donde participan menores de edad, pero que generan en la producción económica perjudicial, negativa o indeseable y en donde la mayoría de estos infantes son explotados y maltratados.


Al ejercer un rol que no va de acuerdo a sus edades, se privan de derechos como educación, alimentación, entre otros, que afectan el desarrollo de su niñez e incluso su desarrollo psicológico y físico.


Esta situación tiene un fondo peligroso para estos menores, que, al estar solos en calles, muchos de ellos con poca vestimenta y sin calzados, son víctimas fáciles de personas del mal vivir, utilizándolos para la venta de drogas y en peores casos a la prostitución infantil o trata de blancas.


Pero ¿por qué están estos menores de edad trabajando? ¿por qué no estudian? ¿dónde están sus padres? Son preguntas que nos hacemos y que entre las respuestas más comunes están que: trabajan porque el adulto responsable de ellos ya sea mamá, papá o abuelo no tiene el sustento para llevar el alimento a la casa, ya sea por desempleo o por enfermedad; no estudian porque no tienen los elementos para asistir a un colegio, el dinero de las becas no alcanza para tres meses en las familias numerosas y que decir de los que no tienen contacto con familiares por motivos como maltrato físico o verbal.


Esta problemática aqueja a niños, niñas y adolescentes a nivel mundial, el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), publicaron en su informe 2016-2020, el incremento de la cifra de trabajo infantil a 8.4 millones en el mundo.


Panamá es uno de los países encaminados a erradicar el trabajo infantil, según publicaciones del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (MITRADEL), se está cerca de alcanzar la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que busca la eliminación del ejercicio laboral en menores en todas sus formas.

Para ello se trabaja junto a la OIT y la Iniciativa Regional de América Latina y el Caribe, Libre de Trabajo Infantil (Plataforma de acción intergubernamental, conformada por 30 países), cuyo fin es implementar acciones puntuales cómo: creación de centros comunitarios integrales; inclusión de adolescentes en cursos del Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (INADEH); aumento de multas a las empresas que respalden el trabajo infantil a B/700.00 por cada niño, entre otras.


El trabajo infantil es un mal que para ser eliminado debe participar toda la población y el apoyo del gobierno, asegurar la educación de los niños (as) y adolescentes es asegurar el futuro del país, del empeño y dedicación que se utilice dependerá que se llegue al objetivo.