Los últimos cinco meses se han definido en el plano internacional por la pandemia que ha provocado el COVID-19.
La tendencia en la primera mitad del presente año, se ha caracterizado por crear alternativas para hacerle frente a este virus; que ha cambiado el comportamiento social en todo el mundo.
A causa de la pandemia nuestro país fue sorprendido cuando en marzo pasado las autoridades nacionales impusieron; una cuarentena total para salvaguardar la salud de nuestra población.
Es en medio de situaciones difíciles como estas en el cual, las instituciones que trabajan por el engreimiento de la sociedad; se aferran a la idea de continuar expandiendo sus operaciones para beneficiar el país.
La Universidad de Panamá como pionera de grandes resultados entendió que esta pandemia representaba un reto que debía superar.
Las soluciones no podían esperar porque la educación superior se advertía amenazada por el virus que nos encerró en casa.
El entorno de las clases no presenciales, mostró que pueden surgir nuevas alternativas para mantener la formación continua en los estudios superiores.
La educación no podía detenerse y una pandemia mundial no era suficiente, para contener las intenciones de las autoridades de la Primera casa de Estudios Superiores de continuar preparando los mejores profesionales de Panamá.
La cascada de incomodidades causas por el COVID-19, estableció que la Universidad de Panamá reorganizara sus prioridades.
Dando un giro espectacular por medio de la educación virtual estableció utilizar el internet como herramienta principal para la enseñanza- aprendizaje.
Esta realidad que se presenta de manera inesperada oprime la educación superior, pero con ello, se establecen los fundamentos para que la Dirección de Tecnología de la Información y Comunicación capacite los profesores en el uso de plataformas virtuales.
Pero una parte de la población estudiantil de la provincia de Bocas del Toro, aún se mantenía separada de las clases por la falta de conectividad en el uso del internet.
Esto representaba otro de los retos que tenían que superarse porque dejaba por fuera un número importante de estudiantes de esta provincia.
Es justo allí, donde las autoridades del Centro Regional Universitario de Bocas del Toro, inician una revolución en la enseñanza – aprendizaje para continuar con la educación superior.
Estableciendo que los estudiantes de áreas de difícil acceso trabajen por medio de módulos, sin embargo, aún faltaba otra parte de la población estudiantil; sin acceso al internet.
El costo semanal para estos estudiantes de escasos recursos era muy alto para continuar sus estudios y debían comprar una tarjeta diaria para tener acceso a la red.
Sin embargo, el brazo solidario del Eduardo Flores Castro rector de la Universidad de Panamá, se extendió realizando una importante donación de tarjetas pre pago para estos estudiantes.
El apoyo que brindaron los profesores de este centro regional a los estudiantes fue impresionante; despojándose de sus intereses personales donaron otro número significativo de tarjetas prepago.
El mundo cambia constantemente y con ello se presentan nuevos retos que en ocasiones son difíciles de solucionar por la complejidad del problema que presentan.
Pero mientras la Universidad de Panamá, se mantenga los problemas que puedan venir en cuanto a la educación superior no permanecerán por mucho tiempo siendo un obstáculo.
Porque las mentes brillantes que aquí trabajan y los brazos solidarios que se extienden para brindarte un apoyo cuando lo necesitas. Sacarán ventaja de estos problemas y una mano se extenderán para traer soluciones.
No importa si estudias en áreas de difícil acceso o en alguna zona con mayor comodidad. Solo debes tener en cuenta que la Universidad de Panamá, si quieres prepararte llegará allí donde estás.
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