La información que proporcionan las investigaciones en relación con la geomorfología litoral, efectuada por el geógrafo de la Universidad de Panamá, Jaime Alberto Rivera Solís, ayudan a orientar a las autoridades en la elaboración de los planes de ordenamiento territorial ambiental. También, a propietarios de terrenos y posibles compradores.
Explica Rivera que los interesados en adquirir lotes en la franja litoral costera, previamente pueden conocer qué medidas adoptar desde el punto de vista ambiental, y las restricciones legales que existen sobre esos sitios. Esto también se traduce en evitar que las personas malgasten dinero por adquirir o comprar propiedades inadjudicables, o de uso restringido ambientalmente, es decir, que no son objeto de compra.
La geomorfología climática, como herramienta de gestión ambiental, coadyuva con el ordenamiento territorial. información ambiental obtenida permite deducir y delimitar las áreas susceptibles a sufrir los efectos de los procesos erosivos, gravitacionales, y avenidas fluviales; causantes de los desastres naturales en todo el país que en ocasiones provocan la pérdida de vidas humanas y cuantiosas pérdidas materiales y económicas.
Para ampliar la idea de los beneficios que ofrece la geomorfología climática Rivera Solís cita un estudio. Se refiere al relacionado con la caracterización geomorfológica de la franja marino costera realizado en “Los Pocitos”, ubicado en el Área Protegida Ciénaga del Mangle, en Herrera. La investigación tuvo por objeto caracterizar las geoformas del paisaje para documentar científicamente las características ambientales del área protegida. Además, determinar el origen de los denominados “pocitos” (geoformas negativas del relieve); y el origen de sus aguas.
En resumen, argumenta que las aguas de los Pocitos no son termales, sino, generadas por intrusión de agua salobre. Que el sitio ha experimentado procesos de salinización y karstificación de sus suelos, lo cual los torna alcalinos, provocando la pérdida de gran parte de la vegetación dentro del perímetro.
Consultado sobre qué instancias del Gobierno les piden orientación, el académico mencionó al Ministerio de Ambiente y a la Procuraduría de la Administración. Estas instituciones a través de la realización de conferencias también solicitan información que permite discutir asuntos relacionados con el ordenamiento territorial ambiental.
Gracias a estos acercamientos las instituciones estatales vinculadas con los temas territoriales, pueden constatar que no es sencillo determinar el tipo de terreno, y el grado de vulnerabilidad que presentan, sin tomar en cuenta los estudios que se tienen sobre la geomorfología litoral y morfometría de cuencas.
Rivera destaca que los estudios de la geomorfología marino-costera son fundamentales para que el Estado tome decisiones al momento de otorgar los títulos de propiedad en esas zonas.
El investigador del Centro Regional Universitario de Veraguas (Cruv) revela que la simbología que se emplea en Panamá es diferente a la practicada en otros países. En otros términos, advierte que la utilizada acá no coincide con la codificación internacional, de acuerdo a las recomendaciones científicas y académicas.
La simbología geomorfológica tiene que ver con los símbolos oficiales que tiene cada unidad del espacio natural. En el libro hemos uniformado los criterios de la mencionada simbología, de forma tal que los productos nacionales que salgan al ámbito internacional puedan ser entendibles, y compatibles, comenta el experto.
Sobre el libro
Reconoce el valor de la Geografía Física como ciencia de la Tierra, y ofrece una amena lectura a investigadores y estudiantes interesados en la ordenación ambiental, geomorfología litoral y geoecología tropical.
Esta edición a color está ilustrada con 84 figuras (fotos de campo, gráficas, imágenes satelitales y planos), y 43 tablas (resultados cuantitativos y cualitativos), que explican el muestreo y clasificación de las geofacies y geotopos durante el trabajo de campo y en el laboratorio de las áreas de estudio (cuenca baja de los ríos Caté, San Andrés, Cañazas, Pixvae, de Mona, Santa María, Mensabé y Purio).
En esta primera edición se imprimieron 21 ejemplares, 6 de estos reposan en la Biblioteca Nacional de Panamá, el Sistema de Bibliotecas Interamericana Simón Bolívar, en la Biblioteca del Cruv, en el laboratorio de investigaciones CCIMBIO – CRUV. El resto para la venta en la Librería de la Universidad de Panamá a $200.00 cada uno.
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