Compromiso y dedicación para aportar a la preservación de la Madre Tierra a través de la profesionalización
Roxana Macrea Flores, estudiante del curso propedéutico en URACCAN recinto Bluefields
Foto: URACCAN / Noel Aguilera

Roxana Macrea Flores, es una joven del pueblo Rama que aspira a profesionalizarse en URACCAN recinto Bluefields. Procedente de Indian River, ubicado en el municipio de San Juan de Nicaragua, departamento de Río San Juan; aspira a estudiar la carrera de Ingeniería Agroforestal, pues su deseo es aportar al cuido del medio ambiente, principalmente, en su comunidad, donde ha crecido amando la Madre Tierra, su interés por los recursos naturales surge a través de la necesidad de continuar preservando una de las reservas mas importantes del país y la cual es parte del territorio que la vio nacer y crecer, la Reserva Biológica Indio Maíz.

“Me nace la idea de venir a la URACCAN por que a mi comunidad han llegado gente de esta Universidad con proyectos en los que he participado, uno de ellos sobre un proyecto de estrategias de cómo cuidar la Reserva ante la deforestación, lo que nos llevó a tomar acciones de reforestación y plantamos mas de 250 árboles con cada familia que vive en esta Reserva”, relata Macrea.

Además, Roxana destaca que el amor por la Reserva es algo que le han inculcado sus padres y ancestros, por ello la necesidad de protegerla y trabajar en acciones que favorezcan y promuevan la importancia de mantenerla viva.

La unión de la comunidad por aportar a la preservación de su riqueza ambiental ha sido una fuente para que esta joven haya decidido emprender el propósito de profesionalizarse y continuar apoyando a su comunidad.

“Cuando en la comunidad vamos a plantar, nos reunimos entre varias personas, nos dividimos en grupos, pues nuestra comunidad es grande; entonces, desde el Municipio a la reserva son como 8 horas, por eso nos preparamos bien, planeamos las acciones que vamos a hacer, el recorrido y en ocasiones si nos toca hacer charlas con las personas, preparamos nuestro mensaje”, explica.

Convivencia con otras culturas
Antes de entrar a la Universidad, Roxana terminó su educación primaria y secundaria en la escuela Angélica Mongrío, del municipio de San Juan, es una joven que, además de amar la naturaleza, cree que los buenos valores inculcados por sus padres son fundamentales para salir adelante, “el respeto es algo que me enseñaron mis padres, por eso quiero fomentarlo también con quienes me rodean y en esta Universidad”, asegura.

Roxana comenta también, que en el tiempo que ha compartido en la Universidad, se ha sentido contenta porque se siente entendida, “somos de comunidades y culturas diferentes, y nos ayudan a adaptarnos, por ejemplo, con el idioma, casi no entendemos el español y los profesores tratan de explicarnos y ayudarnos de varias maneras para que nos sintamos cómodos”, resalta.

Asimismo, relata que el convivir con otras culturas ha sido una experiencia muy bonita, porque normalmente en su comunidad no conviven con misquitos o mestizos, “entonces es algo nuevo para mí, pero interesante, conocer y aprender de otras culturas; sobre su lengua, tradiciones, su manera de pensar y, a su vez, que ellos conozcan sobre mi cultura”, explica.

Conexión con la filosofía institucional de la URACCAN
Los estudiantes de nuevo ingreso de esta casa de estudios superiores interculturales, son preparados en el curso propedéutico, un espacio para refrescar lo aprendido en la secundaria y conocer aspectos fundamentales de esta institución.

En ese sentido, Roxana asegura que hay dos aspectos que le han llamado la atención sobre esta Universidad, “en el curso propedéutico vimos sobre la filosofía institucional y me parece interesante la misión de URACCAN, que es formar mujeres y hombres que sean amigables con el medio ambiente, y también que es una Universidad intercultural, donde podemos estudiar todos sin distinción racial”, concluye.