Bienestar Estudiantil con coordinación con el Movimiento Estudiantil de URACCAN recinto Nueva Guinea y la secretaría académica del recinto, homenajearon la labor docente en este recinto universitario, en el marco de la celebración del Día Nacional del Maestro.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo, Katerinne Huete, representante estudiantil del recinto, en las cuales aseguró que “desde su quehacer, los maestros nos ayudan a ser mejores cada día”, expuso, agradeciendo a los docentes por compartir “el pan del saber”; asegurando, además, que la dedicación de cada uno de sus docentes es evidente en su trabajo.
De acuerdo con el PhD. Eugenio López, vicerrector de URACCAN recinto Nueva Guinea y docente de profesión, “es un grato placer y muy reconfortante ver que, por primera vez, el estudiantado se involucra directamente en a organización de esta fiesta”; expresó. En su intervención, el maestro, además recordó a esos maestros que han dejado huellas en la vida de los que los han conocido y se refirió, de manera particular, a la maestra Juliana Francis (Q.E.P.D) y el profesor Arsenio López (Q.E.P.D).
El evento, en el que participaron docentes de tiempo completo y docentes horarios del recinto, permitió el desarrollo de dinámicas, frases alentadoras y la dedicación de una emotiva canción por dos estudiantes de la carrera de Administración de Empresas.
Asimismo, Elíseo Dávila, mejor estudiante interno del recinto, quien además de hacer una reseña histórica de la celebración del Día del Maestro, aseguró sentirse honrado al ser parte de esta comunidad universitaria, agradeciendo la dedicación de sus docentes. “En nombre de la comunidad estudiantil, queremos hacer presente nuestra gratitud y, sobre todo, expresar nuestro sincero y grato agradecimiento por la forma tan eficiente y la labor tan fructífera que realizan cada día”, aseguró.
Conmemoración y rememoración
Esta festividad se conmemora en esta fecha, en reconocimiento al Maestro Emmanuel Mongalo y Rubio, quien tuvo un papel fundamental durante la primera batalla contra los filibusteros de William Walker, en Rivas, el 29 de junio de 1885.
En esta batalla, el Maestro Mongalo y Rubio se ofreció como voluntario y corrió con una antorcha encendida hacia la casa de Máximo Espinoza, donde estaban resguardados los filibusteros, causando un incendio que provocó la derrota del enemigo.
Comentarios