Estudiante y paratleta transcribe Código Familiar al braille, promoviendo inclusión en la Universidad de El Salvador
Foto de cortesía

A sus 21 años, Sandra Georgina Flores Chávez ejemplifica la determinación y el espíritu innovador que caracteriza a la comunidad estudiantil de la Universidad de El Salvador (UES). Estudiante de tercer año de la Licenciatura en Ciencias Jurídicas, a la que ingresó en 2022, Sandra no solo destaca en las aulas, sino también en las pistas de atletismo como paratleta T13, categoría para personas con baja visión en las pruebas de 100, 200, y 400 metros.

Su trayectoria deportiva, iniciada en 2015, la ha llevado a competir internacionalmente, cosechando medallas en México, Perú y Chile. «He ganado medallas en México una de plata y una de bronce, en Perú una de oro y una de bronce y una de plata», comparte Sandra con orgullo, demostrando que la discapacidad no es un obstáculo para alcanzar la excelencia.

Pero el compromiso de Sandra va más allá del deporte. Ha transcrito el Código de Familia al sistema braille, abriendo nuevas puertas de accesibilidad para estudiantes y profesionales con discapacidad visual en el campo del derecho.

Sandra identificó una oportunidad en la falta de recursos accesibles en su campo de estudio, emprendió un proyecto pionero: «Yo estaba buscando de hecho el código en braille porque no estaba en la biblioteca y yo vi esa falta de información sobre el código y se me dio a bien empezar a escribirlo para mí y para futuros estudiantes«, explicó.

Este proyecto le tomó desde febrero hasta principios de marzo para completar el primer tomo que abarca temas fundamentales como el matrimonio. «Este es el primer tomo que cubre hasta el artículo 118 hasta donde termina lo del matrimonio y empieza la unión no matrimonial y eso me ha tomado casi 110 páginas», detalla, resaltando la magnitud de su labor.

Esta iniciativa no solo beneficia a Sandra en sus estudios actuales, sino que sienta un precedente importante para futuros estudiantes y profesionales del derecho con discapacidad visual, demuestra cómo la determinación individual puede generar cambios significativos en la accesibilidad educativa, refleja su dedicación y visión inclusiva.

«Para la discapacidad no hay límites. Podemos hacer todo lo que nos propongamos y, como personas con discapacidad, siempre tenemos ese impulso de seguir más allá de nuestras dificultades y demostrar lo que podemos hacer», destacó Sandra.