La variante ómicron ha provocado una explosiva ola de contagios de covid-19, no solo en El Salvador, sino a nivel global. Pero cuando pase esta ola, existe la posibilidad de que se llegue, por primera vez desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, a una situación ya no tan crítica, donde la enfermedad se vuelva un mal estacional, que se repetirá año con año pero ya sin la alta cantidad de infecciones o fallecidos.
Sobre este escenario posible y cómo se comporta ómicron, El Diario de Hoy conversó con el doctor Carlos Ortega, docente e investigador del Laboratorio de Virología de la Facultad de Medicina de la Universidad de El Salvador.
Hay optimismo en el especialista, pero también advierte que el nuevo Coronavirus ya demostró que es “impredecible”, por lo que no hay que bajar la guardia y vacunarse.
Además de ómicron, ¿continúan circulando las otras variantes que estaban en el país, como delta?
Es muy probable, incluyendo delta y las demás, que habían estado prevaleciendo. Incluso en presencia de la delta, hubo variantes que estaban prevaleciendo, como la California. Aunque con la presencia de ómicron podrían haberse dado un poco a la baja, y ser ómicron la que está prevaleciendo.
Aún no hay certeza científica de que hay ómicron en El Salvador, pero sí se puede concluir eso por los síntomas que presenta la población a nivel clínico. Eso dijeron médicos del país y también el ministro de Salud.
Por el espectro clínico que están presentando los pacientes por covid, tampoco es 100% seguro que uno diga si este es o no ómicron. La sintomatología anterior que veíamos es probable que se deba a las variantes que nos estaban afectando, y el cuadro que estamos viendo hoy es probable que esté causado por ómicron. Por epidemiología, viendo que ómicron ya estaba en Guatemala y en otros países, y por el cuadro clínico que se está presentando, probablemente estemos infectados de ómicron.
¿Cuáles son esos síntomas correspondientes a ómicron?
Doctor Carlos Ortega parte del equipo de trabajo en el laboratorio de virologia de la UES donde se secuenció el virus SARS-coV-2 durante la pandemia.
La gente está con afección respiratoria de leve a moderada, dolor de garganta persistente, trastornos gastroinestinaltes, especialmente diarrea, dolores musculo-esqueléticos articulares. La gente dice que se cansa, que le duelen los músculos o se siente débil al caminar. Un poco de fiebre, un poco de cefalea (dolor de cabeza). Hay un grupo de pacientes que de repente inician con tos, mayor secreción, cansancio, pérdida del aliento, dificultad para respirar, y son los que están requiriendo ingreso hospitalario. Y ya no es tan frecuente la pérdida de olfato y de gusto.
Algunos reportes científicos plantean incluso subvariantes de la ómicron, como la BA1 y BA2. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Todas las variantes, en cuanto se distribuyen por todo el mundo, en distintos lugares y cuando infectan en distintas poblaciones, comienzan a generar distintas subvariantes. Algunas a veces han generado alarma, que pueden provocar cuadros graves; pero la realidad ha demostrado que las subvariantes muchas veces provocan cuadros más indolentes que la original.
Ómicron no solo va a tener estas, sino un montón alrededor del mundo, pero van a tener la característica principal de ómicron, que es esa gran cantidad de mutaciones en el gen de la proteína espícula, y ser más transmisible e infectante, y mayor capacidad de reinfectar tanto a personas que ya padecieron de covid o con vacunación completa.
“Ya quedó demostrado que las personas que tienen dos a tres dosis de vacunas tienen más dificultad para infectarse con ómicron, y si se reinfecta, presenta un cuadro más leve”.
Carlos Ortega, .
¿Por qué ómicron puede reinfectar?
Por la característica en el gen de la proteína espícula (una especie de pico en el virus, que ocupa para adherirse a las células que invade). Eso dificulta el reconocimiento de los anticuerpos que se generaron para las otras variantes o para las vacunas. Las vacunas nos generan inmunidad humoral, es decir anticuerpos protectores; pero también nos generan inmunidad celular. Igualmente la inmunidad natural por haber tenido covid. Pero como esta variante tiene mucha mutación en el gen de la proteína espícula y otras regiones de su genoma, a esos anticuerpos se le hace más difícil reconocer esa proteína de la variante ómicron, y sí existe mayor probabilidad de que ómicron nos pueda reinfectar.
Entonces, es válido preguntar: ¿de qué nos sirve la vacuna?
Resulta que la infección natural, pero principalmente las vacunas, nos genera una inmunidad celular de memoria, que aunque estos anticuerpos no funcionan adecuadamente ante ómicron y nos podemos reinfectar, esta inmunidad se activa inmediatamente y hace la diferencia entre tener un cuadro leve o una enfermedad grave. El que está vacunado puede cursar un cuadro que puede ir desde asintomático a leve o quizá moderado, pero nos protege contra la enfermedad grave. Estamos viendo muchos casos, incluso familias, que no se quisieron vacunar y hoy todos están graves, por la variante ómicron.
Pero, ¿Qué tipo de inmunidad nos genera ómicron?
La misma inmunidad de anticuerpos y celular, con células T de memoria, pero tendrá en su memoria inmunológica a la variante ómicron, y por tanto pueda estar protegido para esa variante. Pero esta variante tampoco se va a quedar estática, va a seguir generando mutaciones, y es probable que en un año podamos ser susceptibles a esas subvariantes que van a ir surgiendo, o a otra variante de covid-19, que no sea ómicron, pero que tenga suficientes diferencias para que nuestra sistema inmunológico pueda reconocerlo, y vuelva a reinfectarnos.
Es lo que sucede con el virus de la influenza, por eso año con año nos tenemos que vacunar contra ella.
¿Es cierto que ómicron incuba más rápido que las variantes anteriores, o sea, que al contagiarse de esta variante se desarrolla síntomas más rápido?
Sí. Antes teníamos periodos de incubación que iban de siete a 14 días, hoy se está viendo que a los 5 a 6 días ya están presentando síntomas, aunque sea leves o un proceso febril. Y la gente se está recuperando un poco rápido del proceso, a los cinco o seis dice ‘mire, ya me siento bien’. Pero eso no quiere decir que hay personas que sí se van a complicar, está pasando. Puede haber personas que aunque están vacunadas tienen una enfermedad de base, o son adultos mayores, o con desnutrición, o con cáncer, o que tienen alguna predisposición o deficiencia en su sistema inmunológico.
Cuando una persona tuvo ómicron y se recupera, ¿en cuánto tiempo deja de ser un factor de contagio para los demás?
Antes se decía que había que esperar hasta 30 a 40 días, o hasta que la PCR -RT diera negativa. Eso ya no es así. Una persona cuando inicia los síntomas, ya 7 a 15 días después tiene muy poca posibilidad de transmitir el virus. Por eso la recomendación que la autocuarentena tiene que ser de una a dos semanas. Ahora bien, una persona después que se ha recuperado tiene que seguir usando mascarilla en su lugar de trabajo, con su familia, para evitar esa posibilidad de poder transmitir el virus. Pero no es necesario realizarse una prueba PCR-RT y que le debe salir negativa para uno poder regresar al trabajo. Basta con que pase el tiempo y lógicamente que sea una persona que se ha recuperado.
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Pero hay personas que, como tienen covid-19 leve, deciden no aislarse…
Debe haber responsabilidad de los infectados, porque hay muchos que como les da el cuadro leve ahí andan, para arriba y para abajo. La población debe ser responsable: si sabe que es covid positiva, debe quedarse en casa sus dos semanas. Y cuando reinicie sus labores u otra actividad, tiene que seguir usando su mascarilla para proteger al resto de la población.
El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Ghebreyesus, dijo que ya se vislumbra el final de la etapa de emergencia de la pandemia por covid-19. ¿Qué opina?
He estado mencionando esto desde hace varias meses. Yo tengo esta frase: vamos a tener que aprender a vivir con SARS-CoV-2. Y la variante ómicron vino a reconfirmar eso, probablemente va a venir a infectar más del 50% de la población, incluso en proyecciones nacionales del profesor (Óscar) Picardo (UFG), hacía unas estimaciones arriba del 80%. Es una realidad, es posible que se extienda bastante y que el resto de variantes vayan a la baja, y que ómicron termine prevaleciendo, y que las subvariantes mantengan esa característica de generar cuadro leve, pero con capacidad de reinfectar. Es probable que pase a ser endémica en todas las regiones y países, y que se quede con nosotros ya no como esa emergencia, lo que plantea el representante de OMS. Pero sí creemos que será necesaria una actualización cada año o dos años de la vacuna, similar a lo que sucede con el virus de la influenza.
¿Hay similitudes con la vacuna para la influenza, entonces?
Hemos aprendido a vivir con el virus de la influenza desde hace casi un siglo. La vacuna contra la influenza se ha venido actualizando año con año, y se provee a la población, a las personas de riesgo, adultos mayores, para que se reduzca la posibilidad de infectarse y previene la enfermedad grave de la influenza. Entonces, ese es el escenario que se vislumbra con la pandemia de covid-19.
Entonces, el panorama es optimista.
Sí, pero ¿qué puede venir a cambiar eso? Una de dos: uno: que aparezca una variante distinta, que mantenga la capacidad de infectarse, transmitirse y reinfectar, como ómicron, pero que provoque cuadros más graves. Eso vendría a echar al traste todo lo que se ha hecho; pero la tendencia es al contrario, a bajar la gravedad de la enfermedad. El virus está buscando mantenerse a la población. Mientras menos síntomas graves provoca, más posibilidades tiene de mantenerse en la población. Quisiéramos que así pasara, sería como ver la luz al final del túnel, pero habrá que esperar el comportamiento en los próximos meses. Estamos optimistas, pero SARS-CoV-2 es impredecible, lo hemos comprobado durante la pandemia.
¿Y cuál es la opción dos que mencionaba a futuro?
Lo segundo, pero no va a suceder, es que consiguiéramos una vacuna que nos provea de una inmunidad de por vida contra la covid-19. No será así.
En este momento, ¿Cuál cree usted que es la mayor preocupación que tiene la comunidad científica sobre el SARS-CoV-2?
Cuando apareció en Sudáfrica, pensamos que con esa gran cantidad de mutaciones, iba a poder escapar de los anticuerpos neutralizantes más que las otras variantes, pero también recordemos que la proteína espícula tiene un anclaje específico al receptor, y las variaciones también afectan esa afinidad al receptor o tipo de receptores. Así, algunas de esas variaciones hacen que una variante sea más afín a mucosa respiratoria superior, media o inferior, o tejido pulmonar. Esta cantidad de variaciones va a afectar la capacidad del virus de afectar algunos sistemas. Siempre habrá excepciones, pero esto pudo haber derivado en el cuadro más leve (que se ha visto con ómicron), aunado a que mucha población está vacunada y tiene cierto grado de inmunidad.
Cuando uno ve ese escenario, comienza a saborear la posibilidad de que esta sea la salida, para que covid se quede endémico, baje la cantidad de cuadros graves y baje ese impacto que está teniendo sobre la salud de la población.
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