La reflexión sobre de la enseñanza de las diversas disciplinas al través de la historia ha sido un espacio de debate entre pensadores de diversas formaciones. De acuerdo a sus percepciones, los intelectuales han argumentado acerca de la mejor manera de transmitir y producir nuevo conocimiento. Los cambios económicos, políticos y sociales también inciden en cómo se conforman las disciplinas en si mismas así como en el entorno en que se desarrollan.
En ese contexto, la importancia del humanismo, las letras y las artes, en los razonamientos intelectuales, ha tenido altibajos. Al ser parte fundamental del “quadrivium” y del “trivium”, incidieron fuertemente en la conformación de la universidad humanista la cual defiende la universalidad del conocimiento, la búsqueda de la excelencia y el bien común. Dichosamente, desde la fundación de las universidades públicas de nuestro país, se tuvo claro la responsabilidad de preservar, crear y transmitir conocimiento en todas las disciplinas del saber.
En la actualidad, los términos eficacia y eficiencia han tomado gran importancia y, en algunos contextos, se señala que hay carreras que sería necesario revisar o ni siquiera impartir, porque son poco productivas. Aunque algunas veces no se mencionan explicitamente, se da por sobre entendido que son aquellas que llamamos AHSS, o sea, las carreras relacionadas con las artes, el humanismo y las ciencias sociales. En el contexto de cuestionamiento actual, es importante destacar los aportes de esas carreras a la sociedad costarricense y, dentro de ellas, las que ofrecen las unidades académicas de la Facultad de Artes: formación profesional en artes dramáticas, artes musicales y artes plásticas y el diseño gráfico.
Los seres humanos tenemos derecho a tiempo de descanso y a que ese lapso pueda ser aprovechado de manera sana y entretenida. Las personas profesionales del arte contribuimos de manera importante a este objetivo: conciertos y espectáculos escénicos en teatros, salas especializadas y en comunidades; performance en espacios públicos, producciones audiovisuales; exposiciones de pintura, escultura y otros productos audiovisuales en parques, avenidas, museos, salas de exposiciones, instituciones públicas y espacios privados, son algunas de esas situaciones que generamos con nuestras prácticas. Pero también participamos en muchos otros aspectos de la industria del entretenimiento, muchas veces no tan visibles y públicas.
Por ejemplo, las personas profesionales de teatro, música y artes plasticas y diseño pueden aportar a desarrollar nuevas tecnologías para la creación de espectáculos, a la locución comercial, al doblaje en la industria del cine y la televisión, a la simulación clínica para estudiantes de medicina, a crear estrategias publicitarias alternativas (BTL), entre otras. Igualmente importantes son los aportes a la industria gráfica, el campo editorial, el diseño de modas, la animación digital, los tatuajes, los videojuegos o la ilustración, entre muchos otros. Así mismo, recordemos que una de las maneras usuales de identificar a cada país es por medio de la música, de las danzas y tradiciones populares, así como de la identidad visual, presente en monedas, billetes, sellos, entre muchas otras. Sin duda, las artes han contribuido a la conformación de la identidad nacional costarricense, un papel que ha sido ampliamente estudiado por las personas graduadas de la carrera de historia del arte, así como de otras disciplinas de las ciencias sociales. Finalmente, la capacidad de éxtasis y de emoción en las personas muchas veces se desencadena gracias a la contemplación de obras de arte. Y esa capacidad de asombro del ser humano, al que todas las personas tenemos derecho, no es cuantificable.
Otro campo de acción importante para las personas profesionales del arte es la inserción en diversos niveles del sistema educativo. Por medio del arte, niñas, niños y adolescentes tienen la oportunidad de reforzar valores importantes para la vida en sociedad, como el trabajo en equipo, la colaboración, la responsabilidad, el respeto, entre muchos otros. Pero también tienen la posibilidad de contribuir a que expresen sus emociones por medio de las diversas manifestaciones artísticas así como de explorar y desarrollar la creatividad para producir, interpretar obras o resolver problemas complejos. Además, la relación entre la práctica artística y el buen desempeño en otras áreas del conocimiento son parte de estudios cada vez más numerosos y abre la posibilidad para asociaciones con disciplinas de otras áreas como las ciencias, las ingenierías, las matemáticas y la tecnología, entre otras.
En síntesis, las personas profesionales de las artes y el diseño somos fundamentales para las sociedades, puesto que contribuimos a que los seres humanos cuenten con espacios de sano entretenimiento; colaboramos con la expresión de sentimientos, así como con la explicación de lo real y de lo imaginado; favorecemos el disfrute y reforzamos valores fundamentales para las personas en sociedad y contribuimos a la identidad y el legado cultural del país. Pero sobre todo, potenciamos la creatividad, consustancial al trabajo en todas las disciplinas.
Comentarios