En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha avanzado significativamente, transformando sectores como la medicina, la educación y los servicios públicos. Sin embargo, mientras las potencias tecnológicas globales lideran esta revolución, América Latina, y especialmente América Central, se está quedando atrás debido a desafíos económicos, sociales y políticos que han limitado la adopción de la IA.
En un mundo cada vez más digitalizado, es crucial que gobiernos, academia y sector privado trabajen juntos para desarrollar políticas y estrategias que impulsen la adopción de tecnologías emergentes. La implementación de la IA en la administración pública no solo es una oportunidad, sino una necesidad urgente para mejorar la eficiencia y la calidad de los servicios en la región.
Para superar en alguna medida estas brechas, se aprobó el 20 de noviembre del 2023, en Varadero Cuba, la Carta Iberoamericana de Inteligencia Artificial en la Administración Pública, por unanimidad de los 23 estados miembros del comité directivo del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) y respaldada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Esta constituye un hito en el establecimiento de un marco común para la adopción ética y efectiva de la IA en las instituciones de la región. El contenido de la carta incluye una descripción de fuentes que han influido en la elaboración del documento, entre ellas la Declaración de Buenos Aires del CLAD de 2019, donde se mencionaron "por primera vez las oportunidades asociadas a la IA en el sector público de los países de la región".
Además, se citan otros referentes importantes, como la iniciativa de Naciones Unidas que promueve "una IA para el Bien", alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Recomendación del Consejo sobre IA de la OCDE de 2022 y los esfuerzos de la Unión Europea, como el Libro Blanco, que busca situar a las personas en el centro de la IA. Estos hitos proporcionan un marco contextual para el documento, con un enfoque claro en la aplicación de la IA en las administraciones públicas.
La Carta aboga por un abordaje colaborativo y ético en la implementación de la IA en la administración pública, destacando los siguientes principios:
- Transparencia y rendición de cuentas: se enfatiza la necesidad de sistemas de IA que operen de manera transparente, permitiendo a la ciudadanía entender cómo se toman las decisiones y garantizando mecanismos de rendición de cuentas.
- Ética y derechos humanos: la IA debe ser desarrollada y utilizada de acuerdo con principios éticos y el respeto a los derechos humanos, evitando cualquier forma de discriminación y garantizando la equidad.
- Acceso y participación: se promueve el acceso universal a las tecnologías de IA y la participación activa de la sociedad en su desarrollo y supervisión.
- Seguridad y privacidad: la protección de datos personales y la seguridad de los sistemas son prioritarias para evitar abusos y garantizar la confianza de la población.
- Innovación y desarrollo sostenible: la IA debe ser un motor para la innovación y el desarrollo sostenible, contribuyendo al bienestar social y económico.
- Cooperación internacional: fomentar la cooperación entre los países iberoamericanos para compartir conocimientos, recursos y mejores prácticas en el uso de la IA en la administración pública.
Recomendaciones para Costa Rica
Para alinear las políticas venideras de IA en Costa Rica con la Carta, y con ello mejorar la gobernanza de esta tendencia, se plantea a continuación una serie de factores clave y acciones que las autoridades deben tomar en cuenta:
- Desarrollar un marco normativo integral que regule el uso de la IA, garantice la transparencia, la ética y la protección de los derechos humanos. Para ello se requiere elaborar leyes específicas que aborden la privacidad, la seguridad y la rendición de cuentas en los sistemas de IA.
- Fomentar la transparencia y la participación ciudadana: es esencial implementar mecanismos que permitan a la ciudadanía comprender cómo se utilizan sus datos, cómo se generan los algoritmos y cómo pueden participar en la toma de decisiones relacionadas con la IA, ya que la transparencia en los algoritmos y decisiones automatizadas es crucial para construir confianza.
- Invertir en programas de educación y capacitación para personas funcionarias públicas y ciudadanía, enfocados en competencias digitales y entendimiento de la IA. Esto empoderará a la población para participar activamente en la supervisión del uso de la IA en la administración pública.
- Promoción de la innovación responsable: crear incentivos y programas que fomenten la innovación en IA, asegurando que los desarrollos tecnológicos sean éticos y beneficiosos para la sociedad. Esto puede incluir financiamiento para proyectos de IA con impacto social positivo y sostenible.
- Fortalecimiento de la cooperación internacional: participar activamente en foros y redes internacionales dedicados a la IA, compartiendo experiencias y aprendiendo de las mejores prácticas de otros países. La colaboración regional puede ser clave para enfrentar desafíos comunes y aprovechar oportunidades conjuntas.
- Protección de datos y seguridad: establecer políticas y tecnologías robustas para la protección de datos personales y la seguridad cibernética. La confianza del público en los sistemas de IA depende, en gran medida, de cómo se manejen y protejan sus datos.
La Carta Iberoamericana de Inteligencia Artificial en la Administración Pública proporciona una guía valiosa para la adopción ética y efectiva de la IA en nuestras instituciones. Costa Rica tiene la oportunidad de liderar en la región implementando estas recomendaciones y desarrollando una gobernanza de IA que sea transparente, inclusiva y responsable. La integración adecuada de la IA en la administración pública no solo mejorará la eficiencia de los servicios, sino que también fortalecerá la confianza de la ciudadanía en nuestras instituciones, impulsando un desarrollo sostenible y equitativo para todos.
Comentarios