La Dra. Eugenia Corrales Aguilar recuerda muy bien su niñez y, por supuesto, su primer sueño: ser astronauta. Desde ese momento, las estrellas, la galaxia y la inmensidad de lo desconocido empezaron a despertar en ella el anhelo de ser científica. Era algo, prácticamente, seguro.
Pero, como suele suceder algunas veces en la vida, los planes no salen como los pensamos y justo esto le sucedió a la Eugenia de ochos años de edad, el martes 28 de enero de 1986.
Ese día, ella se sentó en la sala de su casa para ver el ansiado despegue del Challenger liderado por la Nasa, con la ilusión usual de una niña que aspiraba llegar a las estrellas, pero con la poca suerte de que también vio cómo explotaba el transportador en vivo. Para Eugenia, ese hecho lo cambió todo y, afortunadamente, para Costa Rica también.
Gracias a ese evento, Eugenia decidió cambiar la inmensidad del espacio por el de los virus, lo que le permite hoy al país contar con una de sus científicas más prestigiosas en el campo de la virología y quien es, a su vez, todo un referente a nivel nacional e internacional.
Por eso, no es extraño que en la noche del sábado 19 de octubre del 2024, el Hotel Radisson se adornara con sus mejores galas para rendir homenaje a esta prestigiosa científica, quien recibió el máximo reconocimiento de la empresa Biocientífica Internacional 2024 por su excelencia profesional.
De los cuatro premios entregados, Eugenia fue la única mujer reconocida con uno de ellos y, además, el de más alta remuneración económica. Las palabras del jurado fueron contundentes.
El reconocimiento se le otorga a la Dra. Eugenia Corrales Aguilar, “dada su sensibilidad y compromiso inquebrantables por el bienestar integral de la comunidad. Doctora, usted es inspiración para las mujeres en el posicionamiento femenino en la ciencia y, por eso, hoy le rendimos homenaje por su liderazgo, innovación, constante compromiso académico y social que la hacen un referente de excelencia profesional”, destacó la empresa.
Sin duda alguna. En sus casi 20 años de ejercicio profesional, el compromiso de Eugenia ha permitido debilitar las barreras que históricamente han tenido las mujeres en la ciencia y abrir nuevos caminos para las futuras generaciones de investigadoras que, como ella, buscan mejorar la realidad de todo un país.
Desde el criterio del Dr. Steve Quirós Barrantes, decano de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR), si en este momento se necesitara seleccionar cuatro palabras para describir a la Dra. Corrales Aguilar serían: excelencia, referente, colaborativa e inspiradora.
“Excelencia, por la rigurosidad científica excepcional de su trabajo, con contribuciones significativas y de vanguardia en su campo de investigación. Referente, porque ella ha sido una figura clave a nivel nacional en temáticas de infecciones virales de importancia en salud humana, ejemplificado con su rol tanto como asesora en la toma de decisiones, como en la comunicación y divulgación científica durante la pandemia del COVID-19”, mencionó el Dr. Quirós.
También “colaborativa porque, desde sus proyectos, ha venido fomentando la creación de redes de trabajo interdisciplinarias a nivel nacional e internacional, impulsando de esta manera avances significativos en su campo. Finalmente, es inspiradora dada su trayectoria como académica que motiva a las nuevas generaciones a seguir una carrera en ciencia. Su resilencia y capacidad para enfrentar tanto los desafíos propios de la academia, como otros impuestos por los sesgos sociales de género, sin duda motivará a toda una nueva generación de científicas”, agregó el Dr. Quirós.
De esta manera, entre aplausos y ovaciones, cerca de las 7:00 p. m. de ese sábado 19 de octubre del 2024, la Dra. Eugenia recibió el reconocimiento que casi ninguna mujer posee la oportunidad de tener en sus manos.
“El premio da un valor a todo lo que hice durante la pandemia. Pero, más allá del premio, lo que más me emocionó fue ver el cariño y el apoyo de la gente y cómo todos manifestaban que lo merecía. Yo también pude haber tomado la decisión de no tomar ese rol durante la pandemia y, al final, lo hice. Entonces, ese reconocimiento siempre es bueno”, afirmó la científica.
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