En un esfuerzo científico pionero, el Centro de Investigación en Cirugía de Cáncer de la Universidad de Costa Rica (Cicica-UCR) abre de manera oficial sus puertas para recibir a todas aquellas pacientes interesadas en el servicio diagnóstico de detección temprana de cáncer de cérvix.
Este nuevo servicio de vanguardia internacional, que detecta la presencia de la enfermedad antes de su aparición y logra diferenciarla de una infección benigna, se está dando a un precio accesible desde los ₡60 000 en adelante. La nueva opción en salud no solo posiciona a Costa Rica a la cabeza de la medicina preventiva, sino que también brinda una nueva esperanza a miles de mujeres costarricenses.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de cérvix, conocido como cáncer cervical, es una de las principales amenazas para la salud femenina a nivel mundial.
Cada año se diagnostican, aproximadamente, 604 000 nuevos casos de ese tipo de cáncer en el mundo y alrededor de 34 000 mujeres mueren por esta causa, indica la OMS. América Latina comparte un panorama similar, con una incidencia y mortalidad significativamente altas debido a la falta de detección temprana y tratamiento adecuado.
En este escenario Costa Rica no es la excepción. A pesar de que este cáncer es totalmente prevenible si se diagnostica a tiempo, la enfermedad sigue afectando, principalmente, a mujeres jóvenes a partir de los 30 años.
“Lamentablemente, de las pacientes que son diagnosticadas en Costa Rica, más de la mitad mueren cuando, en realidad, pudieron haber evitado ese tipo de desenlace. En el Centro ya hemos recibido pacientes con 30 años en las que se han diagnosticado lesiones premalignas”, comentó la Dra. Ana Cristina Castro Castro, microbióloga e inmunóloga del Cicica-UCR.
En efecto. Los últimos datos del Ministerio de Salud revelan que el cáncer de cérvix es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres ticas, con una tasa de incidencia que supera los 14 casos por cada 100 000 personas. Estas estadísticas subrayan la urgencia de mejorar los métodos de diagnóstico y de prevención en el país, para lo cual hoy el Cicica-UCR se convierte en un aliado más.
“El objetivo del centro no es hacer dinero, sino dar una atención de calidad en detección temprana de cáncer y brindar asesoría desde la parte ginecológica. Actualmente, estamos recibiendo a las pacientes para realizar tamizajes de detección de cáncer de cérvix, que es el fuerte en este momento”, comentó la Dra. Angie Mora Calderón, médica ginecóloga y oncóloga del Cicica-UCR.
Diversos análisis
Las pruebas de tamizaje no serían todo. Si bien el Cicica-UCR se enfoca en el diagnóstico temprano y en pruebas de detección del virus de papiloma humano (VPH) —el principal virus causante de cáncer de cérvix—, el Centro también le da seguimiento médico y clínico a las pacientes con pruebas alteradas para efectuar otros estudios de diagnóstico complementario.
Algunos de esos estudios son la colposcopía —procedimiento para ver el cuello uterino— y, desde el área de patología, la extracción y análisis de biopsias —muestra de un tejido para analizar presencia de células de cáncer—.
Del mismo modo, se llevan a cabo ultrasonidos para detectar un cáncer de endometrio o un cáncer de ovario, todo en un mismo lugar y apegado a la norma nacional de manejo de cáncer de cérvix.
Eso sí, dichas pruebas complementarias solo se le realizan a aquellas que obtuvieron una presencia positiva y persistente del virus del papiloma humano. También a quienes presenten sangrados durante las relaciones sexuales, un papanicolau alterado o una lesión altamente sospechosa de cáncer.
“Los beneficios para las pacientes en el Cicica-UCR es que, además de recibirlas con una tecnología de punta, una alta especialización en su recurso humano y a un bajo costo, nosotros —a diferencia del sector privado— tenemos todo lo que se necesita en un mismo centro. Además, contamos con una mayor rapidez que no se compara con el sector público y con una atención personalizada, humana, cálida y que tiene el respaldo de la UCR bajo un control riguroso y estricto”, enfatizó la Dra. Calderón.
¿Cómo lo hacen?
Por el momento, las citas se están programando para ser dadas en menos de tres meses desde el día en que la persona efectúa la solicitud, mediante el teléfono 2511-3322 o por correo recepcion.cicica@ucr.ac.cr. Los resultados se dan en un promedio de 20 días.
Las tecnologías de punta que fortalecen este servicio integral son la HPV OncoTect (por sus siglas en inglés). Esta prueba permite detectar tempranamente, y de manera directa, si existe una población de células en el cérvix que está sufriendo una transformación maligna que puede originar cáncer.
“Si hay una ausencia de esta población se puede descartar la transformación maligna, ya que la mujer tendrá una probabilidad muy alta de eliminar la infección aunque se trate de un genotipo de alto riesgo”, agregó el Dr. Rodrigo Mora Rodríguez, microbiólogo del Cicica-UCR.
La otra prueba es la de genotipos, orientada a identificar cambios celulares y moleculares precursores del cáncer de cérvix hasta cinco años antes de que las células cancerosas inicien su desarrollo.
La prueba de genotipo determina si el tipo de virus detectado es de alto riesgo y permite, además, conocer cuántas células están alteradas. De esta forma se le da a la paciente un valor de riesgo. Del mismo modo, el Cicia-UCR cuenta con la posibilidad de hacer estudios genéticos a pacientes con historial de cáncer familiar.
“Todavía está muy arraigado en la mente de las personas el papanicolaou cuando, a nivel mundial, ya sabemos que esta prueba por sí sola no es la mejor que se puede hacer, sino que se debe efectuarse en conjunto con la prueba del virus de papiloma de la cual disponemos en el Cicica-UCR. Aunque esta es una prueba un poco más costosa, vale mucho más la pena. El papanicolaou lo que ve es el hoy. Es como tomar una foto de lo que está pasando y es una foto borrosa. La prueba del virus, en cambio, detecta el riesgo de desarrollar una lesión precancerosa en el transcurso de los siguientes cinco años, que es lo que finalmente queremos detectar para ayudar a las mujeres”, detalló la Dra. Mora.
Esa capacidad de detección temprana es crucial. El identificar la enfermedad en sus etapas iniciales —o antes de que inicie su desarrollo— permite comenzar tratamientos preventivos que pueden detener la progresión de la enfermedad e incrementar la esperanza de vida.
“El Cicica-UCR posee todo lo necesario para solventar las necesidades actuales de diagnóstico, principalmente, las pruebas de laboratorio. Varias de estas pruebas a nivel privado son costosas tanto para las pacientes como para el público en general. Entonces, esto es una oportunidad más que la UCR brinda al país, al dar un servicio de calidad mucho más barato, acompañado de pruebas que poseen una mayor especificidad y sensibilidad”, mencionó la Dra. Castro.
Un beneficio país
La introducción de este servicio no solo tendrá un impacto directo en la salud de las mujeres, sino que también aliviará la carga económica sobre el sistema de salud pública.
El costo del tratamiento para abordar un cáncer avanzado es considerablemente mayor que el de las intervenciones preventivas. Además, la posibilidad de detectar y tratar la enfermedad en sus etapas iniciales mejorará considerablemente la calidad de vida de las pacientes y de sus familias, lo que reduce el sufrimiento y la ansiedad asociados al padecimiento.
“Una vez que se instaura un cáncer este avanza rapidísimo, pero antes de que se instaure tenemos bastante tiempo para detectarlo. Estas pruebas tienen la virtud de detectar algo cuando la paciente todavía no ha sentido absolutamente nada y darle un manejo bastante conservador para que siga su vida normal, sabiendo que ya le estamos cortando el camino al cáncer y sin que la paciente haya sentido algo. Es realmente gratificante, porque la sobrevida aumenta de un 95 % a un 100 % en cinco años”, manifestó la Dra. Mora.
Por otro lado, el poder descartar la presencia de transformación maligna tiene un impacto directo en evitar el sobretratamiento de lesiones benignas que, probablemente, desaparecerán en menos de un año. Esto dará mucha tranquilidad a las mujeres al saber que tienen una infección que no se transformará en cáncer.
Este nuevo servicio por parte del Centro de Investigación en Cirugía de Cáncer de la UCR se da en un momento en que la ciencia y la tecnología están transformando la manera en que se abordan las enfermedades.
Por eso, el Cicica se ha vinculado con otras entidades, como el Ciclotrón, para que las pacientes reciban, en casos específicos, estudios de TAC y de PET-CT que amplíen los abordajes terapéuticos.
“Cualquier mujer puede solicitar consulta en el Cicica-UCR aunque no tenga ningún síntoma. Ella puede realizarse un tamizaje preventivo. Jamás olvidemos que este es un cáncer de mujeres jóvenes que, entre más temprano se detecte, más posibilidades hay de permitirle a esa mujer que siga su vida normal”, agregó la Dra.
Lo que viene
Si bien el Centro realiza estas pruebas diagnósticas, también trabaja el eje de investigación.
En estos momentos el Cicica-UCR está desarrollando una nueva prueba citológica apoyada por la citometría de flujo que permita, aún más, bajar los costos mientras se aumenta la sensibilidad —mayor capacidad de detectar las células cancerosas— y la especificidad de los resultados —evitar que se entregue un resultado positivo a quienes no tienen células cancerosas—.
Asimismo, se desea estudiar la respuesta inmunológica del VPH. La Dra. Castro comentó que hay muchas pacientes con la infección que no desarrollan el cáncer. La razón es un aspecto aún desconocido y son pocos los centros de investigación en cáncer a nivel mundial que pueden estudiarlo.
“Como centro de investigación, la idea es hacer estudios —siempre con la aprobación de la paciente— para empezar a sistematizar datos propios. A nivel molecular, por ejemplo, nosotros manejamos los datos de países como Estados Unidos o Alemania. Hace poco nos dimos cuenta que la susceptibilidad del cáncer de cérvix en Costa Rica no sigue los mismos patrones usuales que la población mundial. Nuestra distribución es un poco diferente. ¿Por qué? Eso es lo que queremos saber”, complementó la Dra. Castro.
Con la implementación de este nuevo servicio diagnóstico, Costa Rica se erige como un faro de esperanza que no solo mejorará la salud de sus ciudadanas, sino que también se posiciona como un líder en la lucha global contra el cáncer.
Para obtener más información sobre el nuevo servicio diagnóstico y cómo acceder a él, visite el sitio web del Centro de Investigación en Cirugía de Cáncer de la UCR: https://cicica.ucr.ac.cr/. De igual forma, puede llamar al 2511-3322 o por correo recepcion.cicica@ucr.ac.cr.
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