Tiene 22 años, es originario de San Ramón (Alajuela) y, al preguntarle sobre qué es lo que más lo motiva de la medicina su respuesta es clara: “lo que más me satisface es llegar al paciente y aplicar todo lo que sé de manera perfecta, coherente y empática para poder beneficiar a la persona lo más posible”.
Así lo dijo Akira Osawa Pivovarov, el estudiante de Medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR) que obtuvo la nota más sobresaliente del país —y entre las mejores del mundo— en una de las pruebas de comprobación médica de mayor prestigio mundial: el International Foundations of Medicine (IFOM).
El IFOM es una prueba médica de alta rigurosidad académica, la cual es aplicada por el National Board of Medical Examiners (NBME) en cuatro continentes: Asia, América, Oceanía y Europa.
Este examen es únicamente aprobado por las y los estudiantes de mayor excelencia que demuestran, de manera contundente, que poseen el conocimiento médico y científico necesario para apoyar en la atención directa de las y los pacientes. En esta ocasión, el joven costarricense lo confirmó de manera ejemplar.
Él obtuvo una nota de 84, que lo coloca como el mejor de Costa Rica —de todas las casas de educación superior que imparte la carrera de Medicina en el país— y entre el 4 % de las y los mejores del mundo, una posición que muy pocos alcanzan.
De acuerdo con los informes del NBME, Akira hoy es parte de los 161 estudiantes más ejemplares a nivel mundial. Además, con base en los registros de la UCR, ahora este joven también integra la lista de los estudiantes más sobresalientes de Medicina de la UCR que han conseguido posicionarse como los mejores del mundo. El primero fue Diego Azúa Morera, en el 2019, seguido por David Villafranco Peña en el 2021.
“Estoy muy contento con este logro. Es importante tener buenas bases para muchos de los conceptos que entran en el examen y, desde el segundo año, en la UCR nos dan las ciencias básicas de medicina que ayudan mucho a reforzar esas bases. Más adelante en la carrera, con los cursos clínicos, siento que uno va reforzando todavía más la habilidad clínica. Finalmente, la Escuela de Medicina nos ofrece un programa de educación virtual que considero como una de las principales herramientas que nos ofrece la UCR. Empecé a prepararme un año antes, pero creo que uno se prepara desde que se ingresa a la carrera”, comentó Akira.
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