La transformación de un cuarto en un área luminosa, agradable y fresca, puede ser uno de los principales incentivos para que un bebé crezca de la manera más óptima posible. Esto, mediante el proceso de lactancia materna, que se facilita si las madres tienen a su disposición un espacio para fortalecer el vínculo físico-afectivo con su hijo desde su lugar de trabajo.
Un espacio como este, conocido como sala de lactancia, fue inaugurado en el Instituto de Investigaciones en Salud de la Universidad de Costa Rica (Inisa-UCR), ubicado en finca 2 de la sede Rodrigo Facio.
Las salas de lactancia son obligatorias para los patronos costarricenses desde mayo del 2019. Su necesidad responde a la importancia que tiene la lactancia materna para el desarrollo físico y cognitivo del recién nacido, pero también porque fomentan esta práctica entre las madres por comodidad y alcance.
“La leche materna ha dejado de ser el alimento más importante para nuestros niños. La disminución en la lactancia ocurre con las mujeres de mayores ingresos según la Encuesta de Mujeres, Niñez y Adolescencia (EMNA 2018). Por eso, la creación de ambientes laborales sanos debe favorecer prácticas saludables, en las que se encuentra la lactancia materna”, indicó la Dra. Carolina Santamaría, directora del Inisa-UCR.
Las cifras de las madres que realizan la lactancia materna es realmente baja en el país. Solo 8 000 de los niños y niñas menores de seis meses reciben leche materna exclusivamente, es decir, menos de un tercio de esta población y 10 000 no son amamantados del todo. Que un bebé se alimente de esta forma es una recomendación reiterada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De manera alterna a la leche materna, más de 12 000 niños y niñas reciben otro tipo de alimento en sus primeros seis meses de vida. Estos datos los revela la EMNA 2018 realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) y publicada en el pasado mes de julio.
“Este es un beneficio no solo de las madres que ya están acá, sino para todas las que están por venir. De esta manera, el Inisa-UCR pasa del dicho al hecho, acorde a que cualquier persona tiene el derecho de tener un proceso de lactancia materna adecuado”
Dra. Carolina Santamaría, directora del Inisa-UCR.
Un derecho de las madres
Las madres suelen enfrentar presiones para cambiar la alimentación de su bebé a fórmula infantil, en lugar de la leche materna. Esta sustancia se considera como un oro líquido por todos sus beneficios en los primeros meses de vida del pequeño y, por lo tanto, es un derecho de la madre y de su hijo participar de la lactancia materna.
En algunos casos, la fórmula para bebés y otros sustitutos de la leche materna pueden poner en peligro la vida en entornos donde las condiciones higiénicas y el agua potable no están fácilmente disponibles, así lo aclara el estudio del INEC.
“Es un tema de salud pública, porque favorece al crecimiento y el desarrollo de vínculos afectivos, que por experiencia personal puedo decir que es un proceso hermoso, pero también puede ser complicado mantener la lactancia durante seis meses y más, si el ambiente laboral no tiene las condiciones”, señaló Ruth de la Asunción Romero, de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil de la UCR.
Las salas de lactancia de la UCR están a disposición de funcionarias, estudiantes y madres ajenas al campus de la universidad que tengan la necesidad de utilizar estas instalaciones. Actualmente, la Institución cuenta con 13 salas de lactancia y trabaja para fortalecerlas.
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