Médicos de la UCR logran notas superiores al promedio mundial en reconocida prueba europea de cardiología
Foto de cortesía.

Con un desempeño académico destacado, tres residentes y tres jóvenes especialistas en Cardiología, de la Universidad de Costa Rica (UCR), dejaron en alto el talento costarricense al sobresalir en una de las pruebas más respetadas del mundo en esta especialidad: el Examen Europeo de Cardiología Básica (EECC).

Este examen, que es realizado cada año por la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), tiene como objetivo evaluar si las y los médicos poseen los conocimientos básicos necesarios en el campo de la cardiología. Lo anterior, con base en las más recientes prácticas clínicas y de investigación de vanguardia en el mundo.

La constante actualización exigida por la prueba obliga a que la persona postulante estudie de manera permanente. Por esta razón, al EECC se le percibe como uno de los exámenes más rigurosos en esta especialidad y solo quienes poseen una formación de excelencia pueden aprobarlo. Las y los médicos costarricenses lo lograron con éxito e, incluso, con calificaciones que sobrepasaron los estándares.

De acuerdo con la información enviada por la Sociedad Europea de Cardiología, este 2022 la nota mínima mundial de aprobación se estableció en un 55.8 para las 729 personas candidatas de los 30 países participantes. Costa Rica, en cambio, alcanzó un promedio de 69, muy por encima de esa nota mínima e, incluso, arriba del puntaje ideal sugerido de aprobación para los médicos europeos el cual se estableció en 67.

Pero eso no es todo. Las y los costarricenses también rebasaron el promedio mundial de los 729 candidatos que, en esta ocasión, fue cercano a 67, según se constata en el gráfico compartido por la ESC.

“Quedamos muy contentos con los resultados. Esta es la primera vez en la que nuestros estudiantes del posgrado en Cardiología de la UCR estuvieron expuestos a estándares internacionales dirigidos por la comunidad europea. Por eso, cuando recibimos las calificaciones, y vimos que todos habían pasado el examen (un 100 % de promoción), tuvimos un sentimiento maravilloso. Estamos hablando de residentes y futuros especialistas del país que se están formando con conocimientos de primer mundo. Antes existían muchas gaps (brechas de conocimiento) entre los países. Afortunadamente, esos gaps se van haciendo cada vez más estrechos”, mencionó el Dr. Andrés Benavides Santos, excoordinador de la especialidad y pionero de la iniciativa.

Con el examen de acreditación aprobado, Costa Rica no solo garantiza la formación de profesionales de alta calidad al servicio de la población, capaces de responder a los más altos estándares internacionales, sino que también los residentes de la UCR están facultados para trabajar en otros países del continente europeo, recibir becas de estudios de posgrado y hasta tener más posibilidades de ganar premios vinculados con la investigación. Lo más difícil ya lo superaron: vencer el filtro de la comunidad internacional.

“El logro es algo muy emocionante, porque nos ayuda a tener una equiparación con el conocimiento a nivel mundial y pone a Costa Rica en el mapa de la cardiología internacional. Si bien nosotros somos muy nuevos dentro de la sociedad europea, logramos posicionarnos bien, que el país quedara bien representado con los resultados y abrir muchas puertas para nosotros como grupo, para las generaciones que vienen y, también, a nivel individual. En mi caso, aspiro a una subespecialidad y la acreditación me ayuda como carta de presentación para seguir llevando el nombre del país en alto y, por supuesto, siempre en pro de dar una mejor atención a los pacientes”, compartió la Dra. Kirsten María Alvarado Rodríguez, residente de quinto año de cardiología de la UCR y la estudiante con el mejor promedio del examen.

La prueba

El examen consistió en un total de 120 preguntas de selección única realizadas por un comité multinacional de médicos de prestigio internacional.

Los ítems debían ser contestados en tres horas y dentro de los parámetros evaluados se contempló los componentes de: valoración de imágenes y enfermedades de la válvula cardíaca, análisis sobre desórdenes del ritmo cardíaco, enfermedades en la arteria coronaria, rehabilitación, deportes, atención y prevención cardiovascular aguda, así como fallas en el corazón y pacientes cardíacos en distintos contextos.

La prueba se basó en tres tipos de preguntas: análisis de imágenes, interpretación de videos y, el elemento más fuerte de todos, la correcta interpretación de casos clínicos.

En cada caso de análisis, las y los residentes debían hacer uso de sus habilidades de discernimiento para interpretar de forma objetiva y correcta gran variedad de datos proporcionados, con el fin de seleccionar el mejor diagnóstico o terapia farmacológica. Tan solo con que no lograran comprender la relación de uno de los síntomas con el curso de la enfermedad, era suficiente para llegar a conclusiones erróneas y perder el puntaje.

“Lo más retador de la prueba fueron las preguntas que requieren el uso habitual de la alta tecnología, algo a lo que no estamos acostumbrados a trabajar aquí. Sin embargo, igual nos preparamos y fue suficiente para afrontar un examen muy completo y que cubre los grandes temas que se deben abarcar en la cardiología. Considero que el examen fue una buena experiencia y uno se da cuenta de que está siendo preparado de manera similar a otros residentes de Europa o Estados Unidos”, expresó la Dra. Ana Beatriz Argüelles Argüello, otra de las estudiantes destacadas.

La prueba se aplicó de manera virtual mediante un riguroso proceso de fiscalización por parte del ente europeo. Para ello, se acordó que cada estudiante debía realizar el examen con la cámara encendida a fin de ser vigilado durante las tres horas.

“El momento del examen fue bastante tenso pero, en realidad, confiamos mucho en lo que habíamos estudiado y en el aprendizaje recibido en nuestras clases. Esto me permitió tener confianza en mí mismo para afrontarlo. Creo que el posgrado nos ha ayudado mucho a tener conocimientos actuales y basados en la evidencia para aplicarlos en nuestra atención diaria a los pacientes. Por eso, el aprobar esta prueba de prestigio a nivel mundial es una buena forma para darse cuenta de que la formación que estamos recibiendo en cardiología es de buena calidad”, expresó el Dr. Carlos Eduardo Bolaños Gómez, otro de los residentes que tomó el examen.

Lo que viene

Los excelentes resultados obtenidos en la EECC como prueba piloto hacen que hoy la especialidad de Cardiología de la UCR valore su aplicación como un requisito permanente. En otras palabras, las y los residentes deberán aprobar dicho examen si desean alcanzar la titulación de la UCR. Esto sería una garantía adicional de la calidad que ya ha demostrado la enseñanza en la Universidad de Costa Rica y que, incluso, ya ha sido antes respaldada en el ámbito internacional.

El Dr. Benavides reveló que desde años atrás las y los residentes de la Universidad de Costa Rica se presentaban a realizar los exámenes de cardiología de los Estados Unidos con grandes resultados. Sin embargo, esto lo hacían como una acción individual y por iniciativa de cada uno. Ahora, el objetivo es que todas las futuras generaciones de la UCR salgan acreditados por la Sociedad Europea de Cardiología, sin excepción.

“¿Por qué queremos que nuestros residentes se acrediten por la ESC? El motivo es por el abordaje integral de la prueba. Algunas pruebas olvidan las raíces de la medicina y priorizan los avances tecnológicos. Esta prueba europea no, es más integral y contempla los avances sin dejar de lado las bases que todo médico debe tener”, afirmó el Dr. Benavides. En efecto.

Si bien desde el proceso de selección el Posgrado en Especialidades Médicas de la UCR escoge a las y los candidatos más sobresalientes y, por lo tanto se asegura que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) obtenga el mejor talento humano, que el examen sea un elemento más de la malla curricular le permitirá a Costa Rica oficializar, todavía más, la calidad de la educación proporcionada.

Esta garantía de excelencia impactará, directamente, la salud de cada costarricense que será atendido por estos futuros especialistas cuando concluyan su formación y tengan en sus manos la enorme responsabilidad de salvar vidas.

“En el futuro cercano queremos que los residentes opten por hacer la acreditación europea y se les tome como un requisito para la graduación. No cualquier cardiólogo puede hacer este examen, porque la medicina es dinámica. Todos los años hay cosas nuevas y, si no seguimos estudiando, nos vamos a ir debilitando. Nuestro fin es que todas las personas de Costa Rica, mediante la CCSS, tengan profesionales de élite, bien preparados y que la señora que venga a la Caja tenga la misma atención que podría recibir en Amsterdam a nivel de recurso humano. Con la promoción del 100 % de nuestros estudiantes, Costa Rica puede estar segura de que tiene cardiólogos de calidad mundial”, resaltó el Dr. Manuel Antonio Vindas Villarreal, actual coordinador de la especialidad de Cardiología en la UCR.

En pocos meses las y los residentes dejarán de ser estudiantes y obtendrán su título como cardiólogos y comenzarán su servicio social. Por lo tanto, irán a aportar sus conocimientos a zonas alejadas del país que en la actualidad requieren de su apoyo como Nicoya, San Carlos y la zona sur.