Las cuatro propuestas de investigación de alto nivel que este año resultaron ganadoras de la convocatoria realizada en marzo por parte del Espacio Universitario de Estudios Avanzados (Ucrea-UCR) se distinguen por la interdisciplinariedad y transdisciplinariedad que debe promover la universidad, así como por la transferencia del conocimiento que se generará desde esas perspectivas hacia la sociedad. Así lo destacó la vicerrectora de investigación de la UCR, María Laura Arias Echandi, durante el acto de premiación.
Investigación de alto nivel con un fuerte compromiso social
El proyecto “Agua potable para las comunidades indígenas de la Zona Sur: desde la cosmovisión hasta su uso seguro”, coordinado por la Dra. Luz Chacón Jiménez, de la Facultad de Farmacia, aborda el retroceso en el acceso al agua potable en Costa Rica, que pasó de una cobertura del 95.7 % en 2021 al 89.9 % en el 2023, afectando principalmente a los acueductos comunales.
Mediante este proyecto, se desarrollará un plan integral de gestión del recurso hídrico que no solo mejorará el acceso al agua, sino también su calidad y seguridad, además de fortalecer la conservación de recursos hídricos. Las comunidades de pueblos originarios beneficiadas serán Boruca, Salitre y Térraba. El proyecto denota también subraya cómo las políticas públicas ineficientes, junto con prácticas agrícolas, la deforestación y la usurpación de tierras, entre otros tantos factores, están debilitando cada día más el derecho humano al acceso a agua potable.
Por su parte el proyecto "Domesticando la inteligencia artificial: la reconfiguración contemporánea de los ´hechos´ en Costa Rica", coordinado por el Dr. Ignacio Siles González, profesor de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la UCR (ECCC), pretende analizar la integración cotidiana de tecnologías de inteligencia artificial. El objetivo es comprender mejor cómo la relación de las personas con las opciones que ofrece la inteligencia artificial influye en la reconfiguración contemporánea de los “hechos” en nuestro país, en áreas como la desinformación, la salud, e incluso su papel en los flujos migratorios.
Sin duda, el proyecto “Hongos psicoactivos: desde la biología hasta su potencial uso en salud mental”, coordinado por la Dra. Andrea Vincent Rossi, del Centro de Investigaciones en Productos Naturales (CIPRONA), ofrece una perspectiva innovadora sobre el uso y las aplicaciones de los compuestos psicodélicos en el tratamiento de trastornos mentales, como la ansiedad y la depresión, entre otros trastornos.
Este proyecto propone un enfoque integral que permita llenar algunos vacíos en torno a los hongos psicoactivos, abordando aspectos como su composición química, su mecanismo de acción y sus posibilidades terapéuticas. También busca explorar la aceptación de estos compuestos por parte de especialistas en la atención de la salud mental.
Según los resultados que arroje este proyecto, se prevé la propuesta de un proyecto de ley en nuestro país que establezca una regulación, normas claras, y la legalidad necesaria para una posible producción de estos hongos psicoactivos, como una opción más para el tratamiento de personas con trantornos mentales. Este tema ha sido poco abordado por los sistemas de salud y las políticas públicas del país.
El tema de la contaminación en zonas del país dedicadas a la producción de piña ha estado en el foco de la discusión pública durante varios años, debido a los efectos negativos sobre el ambiente, el uso de plaguicidas y la contaminación de fuentes de agua. El proyecto “Análisis de riesgo ambiental y toxicológico por contaminantes orgánicos y diseño de un sistema de biodegradación para plaguicidas en zonas piñeras de Costa Rica”, coordinado por el Dr. Carlos Rodríguez Rodríguez, del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental de la UCR, busca ofrecer respuestas más concretas a esta problemática de larga data.
Entre 2015 y 2018, el Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) de la UCR llevó a cabo un monitoreo de aguas superficiales y subterráneas en la zona de influencia de la producción de piña en la región Huetar Norte, revelando la presencia de 28 plaguicidas.
El proyecto persigue, en una primera etapa, aplicar análisis de riesgo ambiental y toxicológico humano, además de identificar los compuestos de mayor peligro, para priorizar medidas de protección ambiental y manejo de residuos agrícolas en la zona.
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