Los desafíos y oportunidades que se abren para la Universidad de Costa Rica (UCR) una vez que termine la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, específicamente en todo lo relativo a la Acción Social y la Investigación, conformaron la temática central de la primera jornada de los Encuentros Universidad Postpandemia, que se inauguraron de forma virtual este lunes 23 de noviembre y se extenderán hasta el miércoles de esta semana.
El foro de apertura contó con la participación del Rector de la UCR, Carlos Araya; y estuvo coordinado por los vicerrectores Adrián Pinto y Sandra Araya, de Investigación (VI) y Acción Social (VAS), respectivamente.
En su interlocución de inicio, el rector planteó la necesidad urgente de aprovechar las enseñanzas que ha dejado la pandemia durante estos casi ocho meses desde su ingreso al país. El Rector recalcó que el distanciamiento social ha sido el promotor de una serie de cambios que deberían llevar a la Institución a ser más flexible en su funcionamiento.
“Ya no somos ni los mismos ni las mismas que éramos en febrero. La UCR tampoco debe seguir igual. La virtualidad nos ha demostrado nuestra capacidad de adaptación a contextos extremos y a ser más flexibles en nuestra vida académica y laboral. Deberemos gestar una gran cantidad de variantes en nuestro Estatuto Orgánico y demás reglamentos internos para aplicar esta nueva realidad de manera completa e integral, pero este será un esfuerzo que nos llevará a ser una mejor y más moderna universidad”, señaló Araya.
Ya en la temática de los foros, el vicerrector de Investigación recordó que la Institución debe permanecer articulada y creativa, además de estar basada en el trabajo en equipo. Subrayó además la necesidad de vincularse con diferentes actores de la sociedad.
“Algunos grupos han logrado encontrar soluciones con productos concretos. Un ejemplo de esto son los hisopos que produjimos en conjunto con el sector privado, como un solo emprendimiento. Esto ocurrió en momentos en que el país reportaba carencia de estos dispositivos. La pandemia hace que tengamos menos recursos, pero por eso debemos ser más creativos”, destacó Pinto.
Por su parte, Sandra Araya avaló las bondades que tiene la virtualidad para el desempeño de funciones de una manera más ágil y flexible, aunque sí fue enfática en señalar a la brecha digital como un reto a vencer para que ninguna población quede excluida.
“No creo que al regresar la presencialidad olvidemos las grandes ventajas que nos dejó la virtualidad. Pero tenemos que poner atención a las condiciones de desigualdad social que limitan el acceso a la tecnología y al equipo. Debemos entender que somos una sola Universidad y por eso tenemos que creer en la articulación. Ya vimos que el trabajar en colectivo no solo tiene mayor aprovechamiento de recursos humanos y materiales, sino que también tiene un mayor impacto en las comunidades”, comentó la vicerrectora.
Araya también recordó que para la VAS, la pandemia fue una oportunidad de entender mejor la particularidad de las comunidades y de grupos específicos, lo cual debe potenciarse para respetar sus necesidades y comprender su realidad de un forma más cercana y asertiva.
El vicerrector criticó además la excesiva burocracia interna y externa de la Universidad y manifestó que muchas veces los trámites burocráticos son un freno que afectan significativamente los procesos y resultados de muchas investigaciones, algo que debe ser superado en un futuro cercano.
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