¿Qué pasaría en una casa sin Bernarda? Fue la interrogante que se planteó Luisa Pérez Wolter y de allí surgió todo un proceso de investigación escénica, que concluyó con el montaje del proyecto La casa sin Bernarda, que toma como referencia el clásico de Federico García Lorca, “La casa de Bernarda Alba”.

La puesta en escena es codirigida por Pérez y Grettel Méndez Ramírez, junto a ellas participan Tatiana Sobrado Lorenzo, Natalia Arias Mora y Liliana Biamonte Hidalgo, quienes dentro del escenario se interpretan a ellas mismas, a las actrices y también a Adela, la hija menor de Bernarda, que se suicida en la pieza original. Y a través de la música en vivo, Natalia Tapia Álvarez encarna a otra Adela.

Tras las investigación, se dieron cuenta que Bernarda no era la figura más importante, sino que lo son las mujeres de la casa y el personaje de Adela.

La propuesta se plantea a partir de tres ejes: la muerte como experiencia, la violencia de género y el préstamo de algunos elementos de la obra de Lorca. Con relación a la violencia de género, se tratan diversas situaciones que sufren las mujeres en la actualidad, llegando a la forma de manifestación más cruda: el feminicidio.

Según manifestaron las directoras, Luisa Pérez y Grettel Méndez, “se plantea no una única Adela, sino varias. Donde sus vidas les son arrebatadas por este sistema patriarcal, opresor. En el caso de la Adela de Lorca, la lleva al suicidio, en el caso de las Adelas de esta obra, se manifiesta en una práctica sistemática de violencia contra los cuerpos de las mujeres”.

En esta obra, las formas tradicionales del teatro quedan de lado. “La casa sin Bernarda” se desarrolla en un “no lugar” que se caracteriza por una gran mesa blanca a la que tanto las intérpretes como algunas personas del público son invitadas a sentarse y vivir la experiencia. Ahí las personas espectadoras activarán todos sus sentidos y vivirán una experiencia envolvente que le permitirá viajar por diversas emociones.

Iniciar la temporada 2024 con una pieza teatral de este tipo es una gran apuesta que hace el Teatro Universitario y que marca una tendencia importante sobre los espectáculos que mostrará a lo largo del año. Obras socialmente comprometidas, que abordan temáticas de gran actualidad y que apuestan por una teatralidad y una narrativa poco tradicional y muy contemporánea.

La Dra. Érika Rojas Barrantes, directora del Teatro Universitario y de la Escuela de Artes Dramáticas, señaló que como espectadora se hizo una serie de preguntas que le surgieron luego de ver la obra.

“La pieza me movilizó en diversos sentidos y me recordó que la muerte y la violencia es el pan diario de millones de mujeres en el mundo. ¿Cómo abordar entonces un asunto tan tremendo en escena, sin aleccionar, sin aburrir? La Casa sin Bernarda lo logra desde el juego y la frescura. Utiliza la música en vivo, la improvisación, el diálogo directo con los espectadores para invitarnos a sentir, saborear y también pensar esta realidad”.

El estreno se realizará el viernes 15 de marzo, a las 7:00 p. m., y la temporada se extiende por dos fines de semana, del 15 al 17 y del 22 al 24. Las funciones son los viernes y sábados a las 7:00 p. m. y los domingos a las 6:00 p. m. en el Teatro Universitario en San Pedro de Montes de Oca.

Las entradas tienen un precio de 6 000 colones para público general y 3 000 colones para estudiantes con carné y personas ciudadanas de oro y se adquieren mediante la boletería virtual en https://link.ucr.cr/8xME9s.