Los grupos artísticos de la Universidad de Costa Rica (UCR) tuvieron una participación exitosa el tercer día del Festival Interuniversitario Centroamericano de la Cultura y el Arte (Ficcua).
Durante la mañana, el Grupo Musical Experimental Universitario (GMEU) se presentó en el Aula Magna de la UCR, donde interpretaron un repertorio latinoamericano. En esta oportunidad, dos de las canciones mostraron el legado musical de la mujer en la región.
El grupo trabaja con voces corales e instrumentos de cuerdas, de percusión, de viento, entre otros.
El Teatro Girasol también estuvo presente en esa sede y, más tarde, en el Teatro 1887. Allí presentaron un extracto del montaje Como el ave Fénix, que habla sobre el tema de las personas transexuales.
El Grupo Musical Experimental Universitario (GMEU) se presentó en el Aula Magna. Foto: Anel Kenjekeeva.
Rebeca Montero, directora del Teatro Girasol, comentó que los temas son escogidos por los estudiantes. En este caso se trabajó con testimonios de vida, investigación y talleres con personas trans.
Para Mariano Barrena, estudiante de Filología Española, y Esteban Castro, estudiante de Administración Aduanera, esta es su segunda participación en el Ficcua. Ellos resaltaron la posibilidad de compartir desde el arte la perspectiva costarricense con otras personas de Centroamérica y viceversa. Además, el mensaje de sus obras va a ser visto por otra gente de la región y se va a difundir más allá de nuestras fronteras.
Ambiente movido
Las presentaciones en el Parqueo de Educación estuvieron muy movidas con espectáculos de danza y de música, las cuales ofrecieron un ambiente alegre que invitó a los presentes a unirse a los diferentes espectáculos.
Durante la tarde, por ejemplo, se presentó la obra de danza Aunque no haya sitio donde ir. Esta representó el tema de la migración de las personas y lo que esto significa para sí mismas y sus familias.
El grupo Danzú, de la UCR, interpretó una obra relacionada con la temática de las migraciones. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
Este espectáculo del grupo Danzú buscaba llamar a la reflexión sobre esta temática. Paola Paniagua Murillo, una de las integrantes del grupo, cuenta: “nosotros hablamos de la migración, que es un tema muy fuerte; queríamos tocarlo mediante la danza, que es la expresión que a mí me llega mucho y a mis compañeros”.
Posteriormente, el grupo Barbac, de la Universidad Nacional (UNA), imprimió el color y la música folclórica costarricense con la obra Labriega valiente. Este espectáculo buscaba representar la proyección de la mujer en algunos de los roles de las tradiciones de Costa Rica, los cuales podrían revalorarse.
La Universidad Técnica Nacional (UTN) se lució con su grupo de floreo. En él, participan tanto hombres como mujeres, quienes hicieron diversas maniobras con la soga, primero de forma individual y luego de manera grupal.
La tarde empezó a moverse con la música panameña del grupo Fusión Musical Folclórica Attitudes, de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), el cual incluyó baile, canto y mucha alegría de parte de los participantes y de la audiencia.
Además, el grupo Yancunu llevó color y energía con su presentación Dibiguidauuamen Wuafandira, que significa 'flameemos la bandera'. Este conjunto de danzas garífunas está conformado por estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), quienes son de origen afrohondureño y provienen de diferentes comunidades de la costa caribeña de ese país.
Durante el espectáculo, interpretaron una serie de ritmos utilizados en diferentes celebraciones de su cultura, acompañados de tambores.
Precisamente, Ana Cecilia García Chimilio, estudiante de Enfermería e integrante de este grupo, expresó que desea continuar desarrollando actividades artísticas aun después de que termine sus estudios. “Uno realiza esta actividad porque a uno le nace, uno escucha ese tambor y le da picazón en los pies. Creo que cuando termine mi período dentro de la universidad, yo continuaré bailando, porque esto es amor a la cultura de uno. No se trata de terminar la universidad y ya; no, esto tiene que continuar”.
Experiencia importante
Sobre su participación en el Ficcua, García manifestó que su grupo se lleva una bonita experiencia, porque conocieron y aprendieron acerca de las demás culturas y de las otras personas. "Creo que es algo único que cada quien lleva como experiencia”.
El Teatro Girasol presentó un extracto de Como el ave fénix, que toca el tema de las personas transexuales.Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
Una opinión similar tiene Reynaldo Pino Murillo, de la Universidad de Panamá (UP), quien afirma que “la experiencia del Ficcua ha sido increíble, porque cada día hemos ido aprendiendo en los talleres y hemos visto el arte de las personas y eso es algo que llena mucho, ver lo que las demás personas expresan”.
Este estudiante de Ingeniería expone que, al encontrarse con otras personas, ellos enriquecen lo que ya sabían y establecen un crisol de etnias y de hermandad centroamericana.
El Teatro Popular Melico Salazar fue otro de los escenarios del Ficcua. Allí, la Compañía Folclórica de la UCRofreció una presentación con un fuerte llamado a la conciencia social sobre la violencia de género, que se refuerza desde el lenguaje folclórico como forma de expresión.
La compañía abrió la noche con una mezcla de música y baile. Su canción principal, la conocida “Ticas lindas”, traía inserciones de estadísticas sobre este tipo de violencia. Al final del espectáculo, los aplausos de un vasto público presente se hicieron sentir.
La Universidad de El Salvador se ganó los aplausos del público con la puesta en escena de la obra Niños culpables, testimonios prohibidos. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
En palabras de la directora Aysha Morales, “la Compañía Folclórica no es solo un grupo que se preocupa por montar coreografías y ya, sino que busca generar investigaciones sobre un tema. Hay también todo un proceso de sensibilización en los estudiantes y a partir de ahí se tiene un posicionamiento”.
Además, en el Melico Salazar se pudo disfrutar del talento de las otras universidades nacionales. La UNED exhibió danza con Así es nuestro Pérez Zeledón y teatro con El sonido de las cosas. La UTN mostró la coreografía Afroraíces y El diario de la vida, una obra teatral. Mientras que la UNA se presentó con el grupo Coro de la Sierra.
Del mismo modo, se contó con la presencia de universidades de la región centroamericana. Desde León, la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) hizo su presentación con el baile Linda y bella Masaya en mi tierra. Igualmente, desde Nicaragua, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) expuso la danza El espíritu del caribe en Nicaragua.
Para cerrar la participación internacional, la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) de Honduras presentó Welcome to Centroamerica, un montaje interdisciplinario.
Como parte de las puestas en escena que se realizaron en el Teatro 1887, el grupo de teatro de la Universidad de El Salvador presentó “Niños culpables, testimonios prohibidos”. La obra cuenta las historias sobre algunos de los niños y adolescentes más vulnerables de Latinoamérica, quienes han sido sentenciados por la sociedad a través de la doble moral que esta presenta. De este modo, se muestra cuánto trabajo falta por hacer en temas de inclusión, equidad y diversidad para estas poblaciones. Para realizar el montaje, se llevó a cabo una investigación documental, con el objetivo de lograr ser fiel a la realidad misma y mostrar un trabajo más orgánico.
La dureza del tema y la excelente interpretación de los jóvenes actores y actrices les valió una merecida ovación por parte del público presente.
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