En los últimos días, los medios de comunicación han dado a conocer algunos casos de personas víctimas de mordeduras de serpientes.
Lamentablemente, esas situaciones no son nuevas y alimentan la cifra de los casi 600 envenenamientos ofídicos que ocurren cada año en el país, según calcula el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR).
De acuerdo con la Dra. Alexandra Rucavado Romero, una de las encargadas del ICP-UCR que da las charlas educativas sobre prevención y tratamiento de mordeduras de serpiente a comunidades y a personal médico, los accidentes ofídicos son esperables debido a la vasta diversidad en flora y fauna de Costa Rica, así como por tener comunidades cercanas a las zonas donde suelen habitar las serpientes venenosas.
¿Los lugares con mayor incidencia? Las costas del caribe, el pacífico central, pacífico sur, la zona norte y el caribe sur.
La Dra. Rucavado explicó que en estos territorios es usual que las personas ya vean a las serpientes como habitantes normales de su entorno. Por ese motivo, no es raro que el 50 % de los accidentes por serpientes ocurren en la zona periférica de los domicilios, como el patio de la casa.
“Costa Rica, por tener una alta biodiversidad, también tiene una gran variedad de reptiles y de serpientes, específicamente. En el país hay alrededor de 143 especies distintas, de las cuales solo cerca de 23, actualmente descritas, son venenosas. Aunque el número de serpientes venenosas es menor a las que no lo son, hay zonas rojas del país en cuanto a la incidencia por mordeduras”, manifestó la Dra. Rucavado.
La especialista detalló que la serpiente terciopelo es la que en estos momentos causa el mayor número de envenenamientos en el país, pues se ha adaptado a los ambientes alterados por el hombre y vive muy cerca de las casas de las personas.
La Dra. Rucavado habla sobre cómo las serpientes se han adaptado al ser humano
¡Tome nota!
Pero, ¿qué se debe hacer si alguien sufre un accidente ofídico? Debido a los casos presentados, la Dra. Rucavado decidió brindar las siguientes recomendaciones.
A continuación, se comenzará primero por lo que usted jamás debe hacer en caso de ser víctima de envenenamiento por una serpiente o al momento de ayudar a alguien.
1. Jamás succione el veneno.
Dra. Alexandra Rucavado Romero (ARR): “No se recomienda, para nada, succionar el veneno de la herida causada por los colmillos de la serpiente. La primera razón se debe a que no se va a lograr extraer nada de veneno. Es como si usted, solo succionando, tratara de extraer de una esponja muy densa algo de líquido. Claramente, no lo va a lograr porque el veneno que la serpiente inyecta por vía subcutánea se disemina rápido por el sitio de la mordedura y, por lo tanto, ya no queda nada por succionar.
La segunda razón es que, en caso de succionar y lograr extraer algo de veneno, la persona que está haciendo la succión puede resultar envenenada si tiene alguna lesión en la boca. Esto es menos probable, pero podría ocurrir”.
2. No use torniquetes.
ARR: “Desde el punto de vista de salud pública en el país, las especies más importantes son la terciopelo y sus parientes cercanos (viperidae) que tiene venenos hemotóxicos (destruyen los glóbulos rojos) y hemorrágicos (pérdida de sangre).
Cuando alguna de esas serpientes inyecta el veneno a nivel local en un brazo, o en una pierna, el primer evento patológico que ocurre minutos después de la mordedura es la hemorragia. Esta, eventualmente, termina en isquemia (falta de irrigación sanguínea en ese tejido), que provoca necrosis; es decir, muerte del tejido muscular.
Entonces, ya el veneno está causando una destrucción masiva de los vasos sanguíneos y del tejido en el lugar de la mordedura. Si a esto le ponemos un torniquete que evita que la sangre llegue a esa zona, lo que vamos a hacer es potenciar la destrucción del tejido muscular en la extremidad mordida.
En internet algunos países recomiendan el uso de torniquete y aquí hay que leer con cautela esa información y explorarla muy bien. Algunos países, como Australia, tienen serpientes cuyo veneno no causa destrucción del tejido. Entonces, en esas especies se recomendaría el uso de torniquete. Pero, para las especies de Costa Rica, esto no se recomienda por las razones que ya expliqué”.
3. Evite las compresas frías y no aplique sustancias químicas o naturales.
ARR: “Una compresa fría no va a causar ningún problema adicional a la mordedura. Pero lo que sí va a pasar es que la persona va a perder el tiempo mientras alguien sale corriendo a la nevera para buscar hielo y tratar de poner compresas frías sobre la mordedura.
La principal recomendación es trasladar a la persona afectada lo más rápido posible a un hospital. Ahí está el suero antiofídico, que es el único tratamiento que va a salvarle la vida y el tejido dañado. Por eso tampoco se recomienda aplicar sustancias químicas o naturales.
Eso sí, el suero antiofídico es solo de uso hospitalario. Por lo tanto, entre más tiempo se pierda haciendo cosas que no van a servir, peor le irá al paciente. Es mejor calmarlo, ponerlo en una camilla y llevarlo al hospital”.
4. No haga cortes cerca de la mordedura.
ARR: “El mayor número de mordeduras en el país son causados por venenos hemotóxicos de la familia viperidae, como la terciopelo. Como dije, la hemorragia es uno de los primeros efectos patológicos que produce el veneno inmediatamente después de la mordedura.
Así que usted no va a querer hacer un corte con un cuchillo en un sitio anatómico en donde, ya de por sí, el veneno está produciendo una hemorragia. Otro problema que producen estos venenos hemotóxicos es que alteran los factores de coagulación. En una persona no coagulada, con tendencia a sufrir hemorragias, hacer un corte de este tipo potenciará el daño que el veneno ya está causando en esa persona”.
¿Qué sí hacer?
Lo que sí se debe hacer en caso de envenenamiento ofídico es llevar a la persona, de manera inmediata, al centro de salud más cercano. Asimismo, el paciente debe evitar mover el lugar donde fue mordido y tratar de mantenerse en calma para no elevar las pulsaciones, pues esto último ayuda a que el veneno se distribuya más rápido en el organismo.
La Dra. Rucavado enfatizó que también es indispensable que las personas averigüen en cuáles establecimientos de salud hay sueros antiofídicos disponibles, para así trasladar a la persona mordida directamente a ese lugar y no perder el tiempo.
“Dependiendo de la región, solo algunos Ebáis tienen las capacidades para manejar suero antiofídico. Esto se debe a que deben cumplir con tres requisitos indispensables para poner medicamentos intravenosos que son: tener un médico, contar con personal de enfermería y poseer la infraestructura necesaria para aplicar el suero”, manifestó.
Asimismo, la especialista indicó que no es indispensable que la persona sepa qué serpiente lo mordió o que mate al animal para llevarlo al hospital.
“En Costa Rica solo tenemos dos grandes grupos de serpientes: la viperidae (terciopelo) y a la elapidae que son las corales. Para un médico formado le es sencillo decidir cuál suero antiofídico poner, porque tenemos uno que cubre todos los venenos de la familia viperidae y otro que cubre todos los venenos de las corales de tres colores. El médico solo observa y si ve que la persona presenta dolor, edema en la extremidad mordida y las pruebas de coagulación están alteradas, ya sabe que tiene que aplicar el suero antiofídico polivalente porque el paciente fue mordido por una terciopelo. En cambio, si no hay edema, dolor o marca de colmillo, el médico podría decidir aplicar el suero antiofídico anticoral”, puntualizó la Dra. Rucavado.
La Dra. Rucavado da algunos consejos adicionales a las personas que trabajan en el campo
De igual forma, a fin de evitar ese tipo de incidentes, se recomienda que las personas que comparten hábitat con serpientes venenosas vistan botas altas, eviten usar las manos y los pies para mover objetos sobre el suelo y, si necesitan adentrarse a una lugar con mucha vegetación (como cañales), se abran paso con un gancho o machete. Esto les permitirá tener visibilidad y reaccionar a tiempo.
Otro consejo es no introducir las manos y los pies en huecos, ser cuidadosos en lugares oscuros y no intentar capturar o matar a una serpiente. Si el animal ingresó a la casa, lo mejor es llamar a los Bomberos al 911 para que se encarguen del animal.
Más de 50 años de esfuerzo
Anualmente, el Instituto Clodomiro Picado de la UCR produce entre 120 000 y 130 000 antivenenos cada año para atender a las víctimas de accidentes ofídicos.
Dicha contribución permite que muchas familias campesinas que trabajan de manera independiente, o bien como trabajadores ocasionales, puedan recibir un fármaco capaz de salvar vidas.
En la actualidad, el suero producido por la UCR es dado a hospitales privados y a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), así como a países en vías de desarrollo en África, Asia, Oceanía y América Latina. Sin el apoyo de la UCR, estas regiones carecerían del acceso a un fármaco vital, pues es considerado un medicamento poco rentable y que, en su gran mayoría, solo lo requieren las personas en condición de pobreza.
De la mano con la acción anterior, desde 1970 el ICP-UCR brinda charlas educativas sobre mordeduras de serpiente en las comunidades y centros de salud, a fin de disminuir los casos.
Las capacitaciones son dirigidas a grupos en comunidades con alta incidencia de mordeduras de serpiente o a personal de salud. También se ofrecen capacitaciones a grupos de instituciones privadas, pero en este caso se les cobra un monto simbólico.
Ese dinero se utiliza para financiar las charlas de aquellos grupos con bajos recursos económicos que no pueden financiarlas, como las asociaciones comunales, escuelas rurales, entre otros. A los centros de salud de la CCSS también se les otorga de forma gratuita.
Si está interesado en coordinar una capacitación para su comunidad o empresa, puede comunicarse con Fabián Bonilla al fabian.bonilla@ucr.ac.cr . También, puede llamar al 2511-7888
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