Los niños y las niñas de Costa Rica que requieran algún tipo de procedimiento quirúrgico, a partir de ahora tienen a su disposición nuevos cirujanos pediatras formados en un tipo de abordaje que disminuye, de manera considerable, su dolor postoperatorio e incentiva una recuperación más rápida.
Se trata de profesionales expertos en laparoscopía, una técnica también conocida como cirugía mínimamente invasiva, la cual permite que el médico lleve a cabo los mismos procedimientos propios de una cirugía abierta convencional, pero con incisiones más pequeñas. Además, reduce el uso de medicamentos, la estancia hospitalaria y el riesgo de una infección.
Los especialistas, que hoy están al servicio de la población infantil costarricense, se lograron capacitar gracias a los esfuerzos realizados por el Laboratorio de Docencia en Cirugía y Cáncer de la Universidad de Costa Rica (DCLab-UCR), único en la región centroamericana.
En total se prepararon siete cirujanos pediátricos y dos residentes. Todos ellos decidieron inscribirse y participar de forma activa en el aprendizaje, después de que la UCR hiciera una convocatoria masiva a diferentes hospitales públicos del país.
"Esto, que la UCR está haciendo hoy, es muy importante para el cirujano pediatra. La UCR es la única que está impulsando este tipo de formación”, afirmó la Dra. Beauchamp, también cirujana del Hospital Nacional de Niños.
De acuerdo con la Dra. Deborah Beauchamp Carvajal, a cargo del área de cirugía pediátrica del DCLab, lo que aspira la UCR es expandir y generalizar este tipo de técnica quirúrgica para beneficiar a todos los pacientes menores de edad del país.
El objetivo principal es que los niños y niñas de áreas rurales no tengan la necesidad de desplazarse hasta el Hospital Nacional de Niños (HNN) para ser tratados con esta técnica de vanguardia. Dicha meta avanza positivamente. Tan solo en esta etapa de formación, los médicos recibidos, además de venir del HNN, también procedían de centros hospitalarios de Guápiles, Nicoya, San Carlos, Cartago y Alajuela.
“Este es el segundo curso que brinda la UCR tanto a residentes como a cirujanos pediátricos ya formados en su área, pero que requieren más práctica. En la primera parte del curso, proporcionada en el 2018, los cirujanos conocieron los procedimientos básicos para realizar esta técnica y practicaron con materiales orgánicos e inorgánicos. En cuanto a esta segunda etapa de preparación, los médicos ampliaron aún más sus conocimientos en abordajes de mediana y alta complejidad”, manifestó la Dra. Beauchamp.
Para lograr este propósito, la UCR trajo al país a tres doctores chilenos de reconocido prestigio a nivel mundial. Los profesionales fueron el Dr. Miguel Guelfand, laparoscopista internacional con más de 20 años de experiencia; la Dra. Silvana Cavallieri, anestesióloga, y el Lic. Sergio Valdivia, un enfermero instrumentista experto en laparoscopía, quien también capacitó a enfermeros costarricenses.
“Con el procedimiento mínimamente invasivo, la cirugía en sí no cambia, lo que cambia es cómo accedes al paciente. En vez de hacer una incisión de 10 a 15 cm en el abdomen o en el tórax de un niño, solo se requieren de tres o cuatro incisiones de 3 mm. Los riesgos de generar una infección, un absceso, o que la herida se abra, son mínimos. Para los niños, este tipo de cirugía les genera un beneficio inimaginable”, explicó el Dr. Guelfand.
Cirugías complejas
Los médicos en cirugía prediátrica y los residentes aprendieron cuatro tipo de abordajes. Entre los procedimientos están la apendicectomía -extracción del apéndice- y la hernioplastía -extirpación de una hernia-.
De igual forma, aprendieron a realizar una funduplicatura de Nissen, que se practica para tratar el reflujo gastroesofágico, y otro de diagnóstico en casos de criptorquidia; necesaria para ubicar dónde están los testículos de un niño cuando estos no descendieron de la forma debida.
“En esta segunda etapa del curso tuvimos una gran ventaja: implementar los procedimientos directamente en los niños. El Dr. Guelfand fue a operar al Hospital Max Peralta (HMPJ) de Cartago a fin de integrar todos los conocimientos y que los médicos vieran los procedimientos ya aplicados en los menores. Si bien, practicar en el laboratorio es muy parecido a la vida real, no es lo mismo. Por lo tanto, esta parte era crucial en el aprendizaje”, afirmó la Dra. Beauchamp.
Cuatro niños beneficiados
El vínculo entre dos instituciones públicas, como la UCR y la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), proporciona aportes invaluables a la seguridad social del país.
Mediante este curso de preparación y la llegada del Dr. Guelfand, cuatro niños de un hospital periférico, como el Hospital Max Peralta, lograron tener abordajes mínimamente invasivos. El primero se realizó a las 8:00 a.m. y fue la fundiplicatura de Nissen.
Si bien, las cirugías laparoscópicas se hacen desde el 2007 en ese centro de salud, para la Dra. Noelia Quesada, la visita del médico chileno fue “una oportunidad invaluable para compartir conocimientos, tener oportunidades de mejora e, incluso, comparar lo que estamos acostumbrados a hacer con la innovación que trae el colega”, destacó.
“Es una gran oportunidad para el hospital, y para el país en general, contar con las últimas técnicas no invasivas. Se dio una primera fase experimental y teórica en la Universidad de Costa Rica y completamos acá en el hospital Max Peralta con cuatro cirugías mínimamente invasivas donde participaron los colegas de cirugía pediátrica”, compartió el Dr. Rodolfo Fernández Flores, médico cirujano HMPJ.
La Universidad de Costa Rica impulsa este tipo de formación desde hace seis años, cuando en el 2012 se fundó, por primera vez, el Laboratorio de Entrenamiento e Investigación en Cirugía Mínimamente Invasiva (Leicimi), hoy parte del DCLab-UCR. En ese tiempo, se han aportado al país la formación de aproximadamente 564 médicos especialistas expertos en cirugía mínimamente invasiva.
“La idea es continuar con esta formación. La preocupación de la UCR siempre ha sido proyectar cursos de educación continua, con técnicas de última generación, en beneficio de la sociedad costarricense. El cirujano es el que llevará ese fin último al paciente”, concluyó el Dr. Marco Antonio Zúñiga, coordinador de los cursos en cirugía mínimamente invasivos.
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