“Desearíamos que en algún momento las Universidades ojalá intervinieran y poder ver reproducidos esos materiales in vitro o cosa por el estilo”, decía en el 2020, el viverista de San Marcos de Tarrazú, Francisco Fallas Serrano don "Chico", sin saber que su sueño ya estaba en camino de convertirse en realidad.
A mediados del 2020, mientras avanzaba la pandemia, en el Laboratorio de Biotecnología de Plantas del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA), el Dr. Arturo Brenes Angulo y su equipo comenzaron las investigaciones para tratar de clonar los portainjertos de aguacate que se usan en el país a partir de brotes de árboles seleccionados.
Tras varios meses de trabajo y gracias a la experiencia adquirida con otros frutales, lograron un gran avance científico: estandarizar un protocolo eficiente para la micropropagación de las variedades: Duke 7, Water-Hole, Toro Canyon, Booth 7, Thomas y algunos materiales criollos.
Esta innovación que se gestó silenciosamente en el Laboratorio significa un importante avance científico que pone a Costa Rica a la vanguardia de la industria aguacatera en la región y en el mundo. Esto no sólo resuelve la falta de semilla de aguacate para portainjertos en el país, sino que impulsaría la productividad del sector aguacatero nacional a otro nivel.
Ahora, gracias a este aporte de la Universidad de Costa Rica (UCR), es posible poner a disposición de los productores portainjertos de aguacate clonados, con los cuales, podrán acortar los tiempos de producción y aumentar el rendimiento de sus plantaciones para competir con mayor fuerza en el mercado nacional e internacional.
“Esto le va a dar un empuje muy grande a la industria del aguacate no solo a nivel de país, sino a nivel de Latinoamérica y a nivel mundial porque no existía a la fecha un protocolo de micropropagación para estos portainjertos. Este tipo de tecnología pone a Costa Rica a la vanguardia en la industria aguacatera a nivel mundial”, acotó el Dr. Arturo Brenes Angulo, investigador a cargo del proyecto.
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