40 aniversario de la Escuela de Nutrición de la UCR Para que la niñez venza el sobrepeso y la obesidad, sus docentes de escuela son aliados clave.
40 aniversario de la Escuela de Nutrición de la UC

Docentes son vitales, pero también se enfrentan a importantes barreras. Por eso, cuatro nutricionistas de la UCR evaluaron una propuesta que aporta una potencial solución.

El cuerpo docente de primaria y preescolar son la base, y parte de los actores claves más importantes, para prevenir el sobrepeso y la obesidad en escolares. Pero, al mismo tiempo, se enfrentan a importantes barreras para lograrlo.

Así lo revela un reciente artículo científico publicado en la revista “Población y Salud en Mesoamérica”, escrito por cuatro especialistas de la Escuela de Nutrición (ENU) de la Universidad de Costa Rica (UCR) en el marco del 40 aniversario de esta unidad académica.

Ellas son la Dra. Nadia Alvarado Molina, la Dra. Ivannia Ureña Retana y la Dra. Xinia Fernández Rojas, también profesoras de la ENU-UCR, junto con la ahora Dra. Diana Guzmán Sierra, quien como estudiante desarrolló su trabajo final de graduación en este tema.

Las especialistas de la UCR efectuaron (antes de la pandemia) una intervención educativa enfocada en fortalecer los conocimientos, así como las habilidades y destrezas, en 70 docentes de tres centros educativos públicos de Costa Rica para incentivar la alimentación saludable y la actividad física.

La idea era que el personal docente, al adoptar prácticas que mejoraran su salud, se reforzara su rol como modelos a seguir para sus estudiantes de primaria y preescolar en cuanto a la alimentación y hábitos de estilo de vida. Los resultados obtenidos fueron alentadores.

Posterior a la intervención, casi el 25 % del profesorado incrementó la práctica de ejercicio individual y también su propia capacidad para generar actividades físicas e incentivar el consumo de frutas y vegetales en sus alumnos.

Es decir, se alcanzó un ganar-ganar tanto para los menores como para los maestros, que pasan en el centro educativo alrededor de 6 horas diarias, 5 días a la semana y 200 días lectivos.

“En el caso del aula, la escuela y la comunidad, el rol del docente siempre ha sido clave. Son roles de autoridad y respeto. Muchas de sus conductas pueden ser asumidas por los estudiantes como conductas modelo, de tal forma que si esas conductas son inadecuadas, los estudiantes también podrían asumirlas. Dentro de la experiencia del Modelo Póngale Vida®, los docentes de educación primaria y preescolar que tenían mejores prácticas alimentarias y de actividad física, eran quienes cooperaban más en la instalación y promoción de prácticas saludables en los estudiantes”, afirmó la Dra. Xinia Fernández Rojas, investigadora de la ENU-UCR.

Lo anterior constituye una prometedora esperanza en medio de la epidemia de sobrepeso y obesidad que enfrenta el país.

El último estudio de Peso y Talla 2016 indicó que más de 118 000 escolares tienen sobrepeso y obesidad, es decir, casi el 35 % de la niñez entre 6 a 12 años que asiste a un centro educativo. En la población adulta ese porcentaje es aún mayor, con más del 60 % de personas que presentan dicha condición la cual, a su vez, nunca viene sola. La diabetes y la hipertensión suelen ser sus fieles compañeras.

Por lo tanto, suponer qué le espera al país no es difícil. El tener una futura población más enferma y con mayores complicaciones está a la vuelta de la esquina. Ya el COVID-19 lo puso todavía en evidencia, al tener una mayor tasa de mortalidad en aquellas personas con obesidad, sobrepeso y enfermedades crónicas añadidas.