La Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), a través de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FCES), organizó el panel “Planes de Expansión, Desarrollo Sostenible y Transición Energética”, en el marco del congreso Economía y Energía que se desarrolló durante tres días.

La jornada académica fue organizada por la Escuela de Economía y por el Instituto de Energía de la  Facultad de Ingeniería y Arquitectura, y se desarrolló en el laboratorio de Alta Tecnología de la academia de estudios superiores.

El panel estuvo integrado por los maestros, Omar Ramírez, consultor ambiental y climático, Apolinar Veloz, José Luis Moreno San Juan y Dustral Vicioso; quienes hicieron importantes exposiciones sobre el tema energía.

El panel busca empujar que el  Estado construya la visión que se quiere sobre el desarrollo sostenible en la energía, la tecnología, medio ambiente y la transición energética incluyendo la  descarbonización con miras al 2060.

En el marco del mismo se presentaron una serie de modelos y nuevos enfoques para abordar el tema de la movilidad  en la República Dominicano, con temas estructurales y fundamentales  con miras al futuro.

Los expertos apuntaron  que el lapso de tiempo que abarcó el 2000- 2010 fue la década más calurosa en los últimos 140 años del registro estadístico  de la temperatura, debido al cambio climático antropogénico.

Dijeron que los fenómenos meteorológicos como los últimos que han pasado, son los responsables de la crisis climática, y que los mismos están llevando a desastres de destrucción sin precedentes.

“Estos fenómenos han provocado intensas olas de calor e inundaciones, como en otras partes del mundo, que experimentan incendios forestales masivos y sequías brutales, por lo cual el estado no se puede quedar de brazos cruzados observando el clima que causa estragos”, argumentan.

Los panelistas plantean soluciones como : planes nacionales más audaces que aceleren la transición para abandonar los combustibles fósiles, adoptar planes sólidos que construyan comunidades resilientes, una financiación mucho mayor que facilite las acciones climáticas que muestren límites de adaptación  y un fondo de pérdidas y daños con todos los recursos

Indicaron que el tránsito hacia la sociedades bajas en carbono debe tener como meta principal los efectos inmediatos de la transición energética, pero rectificando los problemas estructurales del régimen actual y convirtiéndolos en justo para los países más vulnerables como la República Dominicana.

Sugirieron  también educar a la población a cómo poder ahorrar energía para que las facturas no lleguen tan altas a los hogares para reducir el costo de la misma.