Este 10 de junio se conmemora el aniversario del TEC.
49 años de historia le recuerdan al país, que el Tecnológico de Costa Rica (TEC) no ha dejado de crecer en investigación, tecnología y conocimiento.
En los últimos años, esta benemérita Institución de la educación, la cultura y la tecnología costarricense, ha marcado historia al realizar la primera descarga de plasma desde un dispositivo de tipo Stellarator único en la región; lanzar el primer satélite centroamericano; hallar la bacteria Listeria costaricensis y ser la primera universidad latinoamericana en obtener la acreditación institucional por parte del Alto Consejo de Evaluación de la Investigación y la Educación Superior, entre otros logros. Esto ha convertido al TEC en una de las mejores universidades de Costa Rica y del mundo en investigación, docencia, extensión y acción social.
En el 2020, en el marco de la emergencia mundial vivida por el Covid-19, el Tecnológico continúa brindando importantes aportes. Entre estos, el desarrollo y donación de cápsulas protectoras para intubación de pacientes; el desarrollo alternativo a mascarillas N95 y mascarillas protectoras completas de cara. Asimismo, desarrolla una propuesta de materiales alternativos para equipo de protección; la desinfección especial de equipo médico mediante plasma; y dos propuestas de respiradores artificiales.
“En este aniversario el TEC ratifica su compromiso con la sociedad y en el marco de la crisis sanitaria que vive el mundo entero, pone a disposición su capacidad instalada para seguir aportando soluciones oportunas a los problemas del país, tanto en las áreas de salud como en la reactivación económica”, destacó el rector del TEC, Ing. Luis Paulino Méndez Badilla.
El Rector indicó, además, que el TEC mantiene contacto permanente con los sectores socio productivos y adapta su oferta académica a los planes de desarrollo del país. “Las capacidades desarrolladas en los últimos años han favorecido la atracción de inversión extranjera, generando empleos de calidad y el encadenamiento de las pequeñas empresas locales; sin embargo, el gran reto para el mediano plazo es ver crecer los emprendimientos de nuestros graduados, que han mostrado grandes fortalezas en innovación tecnológica”, añadió.
Con cinco recintos ubicados en Cartago, San José, Limón, Alajuela y San Carlos, el TEC brinda a sus estudiantes ofertas académicas técnicas, de grado y posgrado, así como una variedad de cursos de extensión cultural a través de una educación de calidad y formación integral.
49 años después, no cabe duda de los aportes que hace el Tecnológico a la sociedad costarricense. La oferta académica se concentra mayoritariamente en las ingenierías para potenciar el desarrollo de la industria, sin dejar de lado las carreras agroforestales, que por las características del país, juegan un papel de alta relevancia.
Una breve reseña
Con gran visión, iniciando la década de los 70, se creó la segunda universidad pública en Costa Rica, con una misión muy especial: formar profesionales en los campos de la ciencia y la tecnología, para impulsar el cambio de una economía basada en la producción primaria a una economía con un alto componente industrial.
La necesidad de un Instituto Tecnológico se empezó a construir en la administración del profesor José Joaquín Trejos Fernández, entre 1966 y 1970. Un debate público que discutía la competitividad de Costa Rica en los aspectos tecnológicos necesarios para alcanzar el desarrollo del país que ya se hacía latente.
Los diputados Fernando Guzmán Mata y Jorge Luis Villanueva Badilla presentaron a consideración de la Asamblea Legislativa un proyecto de ley para crear en Cartago un Instituto Tecnológico Nacional.
Luego de varios debates en la Asamblea, en ceremonia solemne efectuada el 10 de junio de 1971, en el Gimnasio del Colegio de San Luis Gonzaga, el presidente de la República, don José Figueres Ferrer y el Ministro de Educación Pública, Prof. Uladislao Gámez Solano, sancionaron la Ley Orgánica del Instituto Tecnológico de Costa Rica bajo el consecutivo legislativo 4777.
Ese día se celebró en Cartago toda una fiesta cívica que conmemoraba y que concluía una etapa: la creación de una universidad pública cuyos ejes centrales serían la ciencia y la tecnología. La autonomía del Tecnológico fue formalmente reconocida en 1975, cuando se incluyó tal condición en nuestra Constitución Política.
“Memorias de un sueño”
A través del documental titulado “Memorias de un sueño”, se muestra una recopilación histórica de la formación del TEC desde sus inicios, y en menos de 30 minutos nos traslada hasta lo que es actualmente.
El filme –creado en el marco del 45 aniversario-, refleja esta hazaña mediante imágenes y escenas que muestran el desarrollo que ha tenido la Institución en sus más de cuatro décadas de existencia.
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