En el mundo, 821 millones de personas padecen hambre, mientras que 672 millones de personas sufren obesidad, es decir una de cada ocho personas a nivel mundial”, así lo afirmó el Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2018, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).
Infografía: Anthony Morera/OCM
Según el estudio, actualmente, se requiere un cambio profundo para fortalecer, preservar o recuperar sistemas alimentarios que garanticen la sostenibilidad y la capacidad de proveer una alimentación nutritiva y accesible para toda la población.
Pero, ¿qué son los sistemas alimentarios sostenibles?
Para la FAO, un sistema alimentario sostenible es la suma de los diversos elementos, actividades y actores que, mediante sus interrelaciones, hacen posible la producción, transformación, distribución y consumo de alimentos.
Según este organismo internacional, los cambios que se necesitan van desde la preservación de los ecosistemas mediante un uso más eficiente y sostenible de los recursos naturales, mejorar las técnicas de producción, almacenamiento, transformación, procesamiento y comercialización de alimentos hasta la gestión de las pérdidas y desperdicio de alimentos. También, puede generarse un efecto positivo a través del fomento de un rol responsable de los consumidores como agentes clave en el sistema alimentario.
Además propone que, para lograr sistemas alimentarios sostenibles, los agricultores deben adoptar un nuevo enfoque basado en una agricultura sostenible que les permita mitigar y adaptarse al cambio climático. Asimismo, se necesita que adquieran nuevos conocimientos y destrezas que mejoren su productividad agrícola y que garanticen la gestión sostenible de los recursos naturales. En ello, el apoyo de los sectores gubernamentales, académicos y la misma responsabilidad social de otros actores del sistema es clave.
Buenas prácticas alimentarias a nivel país
Según la máster Laura Brenes Peralta, docente e investigadora de la Escuela de Agronegocios, en el país se perciben distintos niveles de acciones orientadas hacia sistemas alimentarios más sostenibles que son ejemplo de buenas prácticas en esta materia. Algunas van desde una interacción y coordinación más palpable a nivel institucional y de política pública, hasta aquellas que fomentan capacidades en los actores del sector productivo para migrar hacia una agricultura y agroindustria más eficiente en tema de uso de agua, suelo y energía.
“Ejemplo de ellos son sectores agrícolas que inician el empleo de bioinsumos, que han logrado reducir el consumo de agua o bien aquellas que mediante responsabilidad social permean igualmente de manera positiva en la vida de las comunidades asociadas a su actividad productiva. La agricultura de precisión, las acciones de mitigación ante el cambio climático, el uso de variedades endógenas que además fomenta componentes de biodiversidad y rescate hasta del patrimonio gastronómico empiezan a percibirse en interacciones cada vez más dinámicas entre el sector agro y el turístico, solo por mencionar un ejemplo. Claramente, existe aún mucho camino por recorrer para pasar de casos a acciones país más concretas, donde la investigación, extensión y la docencia juegan un papel muy importante”, afirmó Brenes.
Acciones del TEC
El Tecnológico de Costa Rica (TEC), desde su misión, valores y políticas, tiene una activa participación en los Sistemas Alimentarios Sostenibles, sea esto a partir de la docencia, fomentando la preparación de profesionales altamente capacitados y sensibles a la problemática actual de estos sistemas, o bien desde sus actividades de vinculación, investigación y extensión.
Además, posee un grupo de carreras particularmente relacionadas al sector como son aquellas de la rama Agroforestal, y particularmente en los últimos años, escuelas como la de Agronegocios se ha involucrado de lleno a fomentar una oferta académica y acciones de investigación y extensión vigente con este contexto.
“Un ejemplo de ello es la participación en mesas constructivas de procesos que han culminado en el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación de la Pobreza conocido como el Plan SAN-CELAC, y la Política Nacional de Producción y Consumo Sostenible”, puntualizó Laura Brenes.
Agronegocios continúa con acciones para lograr sistemas alimentarios sostenibles
Por su parte, Brenes menciona que la Escuela de Agronegocios, acompañada de otras escuelas del TEC, lidera la Red Costarricense para Disminución de Pérdida y Desperdicio de Alimentos, un pilar fundamental para el logro de Sistemas Alimentarios Sostenibles. Aquí puede encontrar los compromisos adquiridos por la Escuela con respcto a este tema.
Además, participa activamente compartiendo su caso y experiencia a nivel internacional en foros como los Diálogos Regionales para Disminución de Pérdida y Desperdicio de Alimentos, o en las Reuniones de la Comisión Mundial de Seguridad Alimentaria.
También destaca que la participación del TEC se percibe en acciones de acompañamiento directo al sector productivo, al desarrollar proyectos que impactan positivamente a distintas agrocadenas y territorios nacionales con el Desarrollo de Productos de Valor Agregado, Buenas Prácticas Agrícolas y de Manufactura, Agroecología, Fomento de Capacidades Agroempresariales, Asociatividad Rural, Valorización de residuos agrícolas-agroindustriales, Análisis de Ciclo de vida, Economía Circular y Gestión Ambiental en Agronegocios, entre otros. Producto de ello existen grupos productores, emprendedores y mipymes hoy día insertadas satisfactoriamente en el mercado, contribuyendo a la seguridad alimentaria y a un sistema alimentario más sostenible e inclusivo.
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