Que los más jóvenes se enamoren de la ciencia, la misión de Rosalind Innovations

Cuatro egresados de la carrera de Ingeniería en Biotecnología, del Tecnológico de Costa Rica (TEC), decidieron tomar su amor por la ciencia y compartirlo con los más jóvenes. Así surgió Rosalind Innovations, un emprendimiento que brinda talleres y alternativas educativas –y entretenidas– a infantes y adolescentes.

“Desde que estábamos estudiando teníamos la inquietud de cómo hacer para levantar una iniciativa de difusión científica en temas de educación. ¿Cómo hacíamos para que la gente se enterara qué es Biotecnología? Eso fue transformándose a lo que es hoy Rosalind Innovations, donde creamos experiencias en STEM para que los jóvenes se enamoren de la ciencia”, cuenta con orgullo la Ing. Sofia Miranda Durán, una de las fundadoras del emprendimiento.

Sofia Miranda está acompañada por Marcelo Castro Alpízar, Kevin Quesada Montero y Silver Ceballos Valenciano. Todos son ingenieros en Biotecnología.

Respecto al término STEM, al que se refiere Miranda, es un acrónimo en inglés de Science, Technology, Engineering and Mathematics (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).

“Nos dimos cuenta que muy poca gente sabe qué es Biotecnología o que existen estereotipos asociados a la palabra de Biotecnología. Entonces vimos que hacía falta ese componente de educar y dar a conocer todo lo bueno que hay”, resaltó por su parte Marcelo Castro.

El emprendimiento surgió en 2017 y en 2018 inscribieron la sociedad. Como estudiantes, los jóvenes participaron con diferentes ideas en el entorno de emprendimiento del TEC y eso les ayudó para darse cuenta de que querían crear una empresa propia. Mas, para impulsar Rosalind, han contado con apoyo de otras incubadoras, como AUGE.

El enfoque de los talleres que Rosalind, reseña Miranda, es en adolescentes de 12 a 17 años, pero también trabajan talleres con niñas y niños, y hasta con personas adultas.

¿Por qué Rosalind? Es en honor a una de las grandes figuras de la ciencia, Rosalind Franklin, cuyos aportes fueron fundamentales para descubrir la estructura molecular del ADN, a mediados del siglo pasado.

Pese a que ahora se reconoce a Franklin, en su momento ella fue omitida en la entrega del Premio Nobel relacionado al hallazgo.

Miranda explica que la escogencia del nombre de Rosalind representa otro de los objetivos de su empresa: “Nosotros tenemos un enfoque de género, dentro del concepto que tenemos el empoderamiento femenino siempre está presente”.